06:00 hrs.  5 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-884

Ciudad Universitaria

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VITAL PARA LA DEMOCRATIZACIÓN, LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA CULTURA Y LA COMUNICACIÓN

 

·        Por la expansión del conocimiento a niveles y cantidades de población como no había existido en la historia, aseguró en la UNAM Enrique Bustamante, de la Universidad Complutense de Madrid

·        Explicó que la insistencia de que este desarrollo ha perjudicado a la cultura es una carga que viene del pasado

·        El especialista propuso trabajar en forma integral y sistemática en políticas culturales e industriales en materia audiovisual

 

El proceso de industrialización cultural y de la comunicación tiene un haber importante en la democratización, en la expansión del conocimiento a niveles y cantidades de población como no había existido en la historia de la humanidad, afirmó en la UNAM el académico de la Universidad de la Complutense de Madrid, Enrique Bustamante.

 

Sin embargo, sostuvo, este desarrollo no se ha hecho sin desequilibrios y exclusiones, con la repetición y a veces el incremento de las desigualdades sociales y económicas. Pero debe reconocerse que se produjo un salto que no puede ser desdeñado.

 

Al participar en el Seminario Comunicación y Cultura en la Era Digital, impartido en el aula Leopoldo Zea de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), el experto explicó que la insistencia de que la industrialización ha perjudicado a la cultura es una carga que viene del pasado, del pensamiento filosófico europeo, y es necesario superarlo.

 

Destacó que, por lo menos desde la investigación, se deben reconciliar ambos términos para constatar que la generación de conocimiento se hizo un negocio. Pero las industrias culturales no son iguales al resto. Lo son en la conversión en plusvalía y en la búsqueda de beneficios, pero no desde el punto de vista de su especificidad, en capacidad de transmisión de contenidos simbólicos, y, por lo tanto, de su valor democrático, de cohesión y redistribución social.

 

El economista y sociólogo resaltó que en los últimos años se han difuminado las fronteras tradicionales entre los campos de la cultura, educación y comunicación masiva. Empero, es imposible pensar a ésta última sólo como plataforma del saber. En todos sus campos es un lugar de creatividad; tampoco pensar la enseñanza como un aparato separado de los procedimientos de difusión.

 

Más adelante, Enrique Bustamante llamó “killer formats” a los formatos de reallity, a la telebasura que mata creatividad y pluralismo. Ese elemento subordina al resto de la programación y al conjunto de cadenas en torno a esquemas, crea lanzamientos multimedia conectados con revistas, discos, Internet y videojuegos, los cuales plantean el futuro de la cultura de la comunicación en una visión globalizadora compleja.

 

El Estado, precisó, colabora de forma creciente en la mercantilización de los saberes, y deja los espacios públicos cada vez más pequeños, más comercializados y con menos capacidad para contrarrestar las peores derivaciones del mercado. Por ello, sugirió diseñar una política capaz de vincular la cultura con la comunicación y la educación, en planos fundamentales: las redes, mediante el resquebrajamiento del modelo de acceso individual, por uno colectivo, gratuito y de relación.

 

Asimismo, con lineamientos de apoyo sistemático a los contenidos, al restaurar el concepto de servicio público; otra, de formación masiva con contenidos colectivos culturales y comunicativos; y, finalmente, arguyó, mediante la generación de creadores.

 

En su exposición sobre “El audiovisual euroamericano en la era digital”, el académico propuso trabajar en forma integral y sistemática en políticas culturales e industriales en materia audiovisual, porque la primera en forma individual no vale nada.

 

En cuanto a la necesidad de tomar decisiones integrales, el sociólogo detalló que ya no son posibles sólo modelos de cine, televisión o video. Se requieren esquemas que contemplen el conjunto de los medios y la sinergia entre éstos y las diferentes industrias culturales y en el campo audiovisual.

 

También consideró necesario el trabajo entre el audiovisual clásico y el multimedia del futuro, como los videojuegos, tema vital para el futuro en la educación, comunicación, diversión y cualquier conflicto al que se le quiera aplicar. El problema es que lo lúdico es “despreciado por los gobiernos, sin ayudas ni programas”, e incluso ha habido debate por la violencia o sexo que transmite.

 

El especialista subrayó que otra lección se refiere a las políticas nacionales, las cuales “son suicidas, porque consiguen encerrar las estrategias públicas y privadas en unos mercados y fronteras que no dan para alimentar un gran audiovisual para el futuro”. En materia digital la televisión de este tipo, de pago y abierta, significará canales con menores audiencias y, por tanto, para segmentos cada vez más pequeños de población.

 

Enrique Bustamante señaló que es cada vez más difícil rentabilizar y amortizar un programa para un canal de esa índole, porque los espectadores son cada vez menos. Tan sólo en Estados Unidos hay canales temáticos para cinco mil personas. Televisión digital significa internacionalización. De manera que quien no consiga vender su producto en muchos países tampoco tendrá la posibilidad de amortizar ni siquiera los costos.

 

México y España, concluyó, son naciones insuficientes. O se trabaja “de una forma de cooperación sistemática y no filantrópica, de supervivencia, o nuestro audiovisual no tendrá posibilidad de salvación en el cine, la televisión ni en ningún campo”. Entonces, debe prepararse la transición a las redes digitales.

 

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FOTO 01.

El académico Enrique Bustamante aseveró en la UNAM que la industrialización cultural y de la comunicación ha expandido el  conocimiento a niveles de población como nunca en la historia.

 

FOTO 02

Enrique Bustamante, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, España, participó en el Seminario Comunicación y Cultura en la Era Digital, en la FCPyS de la UNAM.