14:00 hrs.  28 de Octubre de 2005

 

 

boletín UNAM-DGCS-857

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

DEBEN LOS MEXICANOS ASPIRAR A TRANSFORMACIONES EN EL ÁMBITO ECONÓMICO

 

·        Afirmó José Luis Calva, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM

·        Participó en el Seminario Internacional sobre Liberalización Financiera y Comercial y sus Implicaciones para las Políticas de Desarrollo: Experiencias de la India y México

·        Planteó una política de financiamiento del desarrollo sustentada en el ahorro interno y no en la dependencia del exterior, así como finanzas públicas para el crecimiento, lo que implica una reforma tributaria progresiva

 

La economía mexicana vive una nueva etapa de desaceleración, por lo que en el 2006 los mexicanos deben aspirar a transformaciones profundas en  este ámbito, ante el fracaso “rotundo” del actual modelo económico, afirmó José Luis Calva, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, quien señaló que los cambios sí han sido posibles en otras naciones.

 

Al participar en el Seminario Internacional sobre Liberalización Financiera y Comercial y sus Implicaciones para las Políticas de Desarrollo: Experiencias de la India y México, el especialista señaló que prestigiadas encuestas revelan que 84 por ciento de los mexicanos percibe una mala marcha de la economía nacional.

 

La población, expuso, está enterada a través de la academia que sí hay opciones, que hay  países que progresan en el planeta, con estrategias alternas y que se deben aplicar medidas diversas, que han sido ya trabajadas en instituciones de educación superior.

 

Indicó que desde las aulas universitarias existen propuestas integrales de política económica con un nuevo pensamiento latinoamericano, que habla de la viabilidad de planteamientos novedosos para la región. No se trata de regresar a esquemas como el colapsado en 1982, “pero tampoco de empeñarse y aferrarse a mantener este modelo económico que ha fracasado rotundamente”, debido a que sigue de manera ortodoxa los lineamientos del “Consenso de Washington”.

 

La transformación financiera delineada por el experto incluyó la instrumentación de una línea cambiaria que mantenga la competitividad de la planta productiva mexicana y el crecimiento sostenido. También, una táctica exterior pragmática, “para protegernos en aquello donde no podemos competir y abrirnos en áreas donde sí podemos hacerlo”.

 

Planteó una política de financiamiento del desarrollo sustentada en el ahorro interno y no en la dependencia del exterior, así como finanzas públicas para el crecimiento, lo que implica una reforma tributaria progresiva, basada en el aumento de impuestos a los sectores  económicos más poderosos, que permita ampliar hasta en 10 puntos  porcentuales la recaudación.

 

Asimismo, añadió, homologar paulatinamente nuestro sistema fiscal al de Estados Unidos y Canadá, ya que en esos países, además del Impuesto Sobre la Renta federal, hay uno estatal sobre el ingreso.

 

Otro aspecto importante, mencionó, es un manejo monetario que atienda no nada más  la inflación, sino el crecimiento y el empleo, así como decididas formas de fomento agropecuario e industrial, con  énfasis especial en las empresas de alta tecnología y en particular las del conocimiento.

 

También,  dijo, una estrategia incluyente de los mexicanos en el desarrollo, lo que implica un sistema educativo de ciencia e innovación, vinculado a la política industrial y agropecuaria para lograr un avance más acelerado, con el consecuente bienestar social.

 

El economista aseveró que de no darse esta modificación, el país continuará en el estancamiento, condenado al letargo, a la migración  de trabajadores hacia Estados Unidos, a que no existan oportunidades de empleo.

 

Asimismo, recordó que México tuvo un comportamiento negativo del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre del 2005, con respecto al primer periodo de este año. Sin embargo, en su inicio se pronosticaba un crecimiento por arriba del 4 por ciento del PIB por la mayoría de los analistas; en la actualidad, dichas expectativas se han ajustado abajo de tres, incluso algunas de ellas oscilan en alrededor del 2.5 por ciento.

 

Detalló que la economía mexicana, en términos de producto nacional por persona, está estancada, mientras que en ese mismo lapso el PIB per cápita en China es siete veces mayor del que había al principiar los ochenta, y el de Corea del Sur es casi cuatro veces mayor en ese mismo momento.

 

Por último, recalcó que la India no ha formulado una estrategia de liberación comercial unilateral y abrupta, y mantiene altas barreras de protección, aplica una política de regulación financiera moderada, de fomento industrial  y agropecuario y, en suma, modelos activos de desarrollo, con una inducción especial de las áreas de alta tecnología, concluyó.

 

En este Seminario Internacional también intervinieron Chandrasekhar y Jayati Ghosh, con “Las tendencias macroeconómicas centrales del periodo posterior a la liberación financiera en India”; y Guadalupe Mántey y Noemí Levy, con “Impacto de la liberalización financiera en el desempeño económico y en la capacidad para impulsar el desarrollo en México”.

 

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FOTO 1

Aspecto del Seminario Internacional sobre Liberalización Financiera y Comercial y sus Implicaciones para las Políticas de Desarrollo: Experiencias de la India y México, en la UNAM.

 

FOTO 2.

José Luis Calva, integrante del IIEc de la UNAM, planteó una política de financiamiento del desarrollo sustentada en el ahorro interno y no en la dependencia del exterior.