06:00 hrs.  24 de Octubre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-839

Ciudad Universitaria

 

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INVESTIGADORA DE LA UNAM PARTICIPA EN FORO CIENTÍFICO DEL OIEA

 

·        María Ester Brandan Siqués, del Instituto de Física, habló en el Foro “Ciencia Nuclear: la física ayuda al mundo”

·        La también coordinadora de Actividades Académicas de la Maestría en Física Médica, trató la formación de especialistas en esa área y la experiencia de esta casa de estudios al respecto

·        En América Latina y el Caribe se cuenta con alrededor de 420 físicos-médicos; se requiere, por lo menos, duplicar esa cantidad, expuso

 

María Ester Brandan Siqués, investigadora del Instituto de Física de la UNAM, fue invitada a participar en el Foro Científico “Ciencia Nuclear: la física ayuda al mundo”, del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

 

Dicha reunión de expertos se realizó de forma paralela a la Conferencia General del Organismo que en diciembre recibirá el Premio Nobel de la Paz 2005, la cual reunió a más de mil representantes de los 138 Estados miembro.

 

“Desde hace ocho años se realiza un Foro donde se discuten temas técnicos y científicos de importancia para el OIEA”, detalló la universitaria. En esta ocasión, el encuentro tuvo lugar en la sede de Viena.

 

 

El Foro se dividió en cuatro sesiones: respuesta a las necesidades de energía; desarrollo de materiales y tecnologías avanzadas; avances en medicina con radiación ionizante, y apoyo a la seguridad nuclear. Brandan Siqués participó en la tercera junto con especialistas de las universidades de Heidelberg, Alemania; Madison-Wisconsin, EU, y de La Habana, Cuba.

 

Dicha actividad fue inaugurada por el titular de la OIEA, Mohamed ElBaradei, quien al referirse a la relación entre física y medicina hizo hincapié en la distribución desigual de recursos de salud en países ricos y pobres.

 

Ésta fue la primera ocasión en que se trataron dichos temas, a pesar de ser áreas de importancia para el Organización, además de los referidos a asuntos de energía nuclear, generación y seguridad en su uso, recursos acuíferos y cooperación técnica, entre otros.

 

“Tuve el honor de hablar del entrenamiento de físicos-médicos tomando como ejemplo a América Latina, así como la experiencia de la UNAM en la formación de recursos humanos en esa área, tema que despertó gran interés”, recordó.

 

En su exposición en el Foro, Brandan Siqués, quien se desempeña como coordinadora de Actividades Académicas de la Maestría en Física Médica de esta casa de estudios, explicó que gran parte de Latinoamérica, incluido México, pertenece a lo que la Organización Mundial de la Salud denomina región 2 de acceso a recursos médicos.

 

“Dicha clasificación se realiza de acuerdo con el número de facultativos por habitante. La región 1 la conforman principalmente Europa y Estados Unidos, aunque también pertenecen a ella países latinoamericanos como Cuba y Argentina”, añadió.

 

Las naciones de la primera zona tienen 26 por ciento de la población mundial y el acceso a más de 70 por ciento de los equipos hospitalarios, detalló; la segunda, que incluye a China, India y buena parte de América Latina, constituye 53 por ciento del total del planeta y sus habitantes sólo registran 23 por ciento del equipamiento global; la situación empeora para las áreas 3 y 4, refirió.

 

En Latinoamérica y el Caribe, donde viven 549 millones de habitantes de acuerdo a datos del año 2000, se presentan del orden de 800 mil nuevos casos de cáncer anuales; y se tienen registrados 360 mil pacientes de radioterapia en el mismo periodo, indicó.

 

La disparidad en el acceso no sólo se registra entre países de la misma región, sino dentro de ellos mismos, ya que la mayoría de la infraestructura se concentra en zonas urbanas, y dejan a las rurales desprotegidas, destacó.

 

A esa situación se añade que en América Latina no hay políticas coherentes de adquisición de herramientas clínicas para la obtención de imágenes y realizar terapia. Tampoco hay equipos multidisciplinarios que asesoren a los administradores en el área de la salud; muchas veces las decisiones de compra de instrumentos avanzados se toman sin haber consultado a los especialistas, puntualizó.

 

La necesidad de contar con un físico en el hospital se asocia a la presencia de tecnologías altamente desarrolladas, y de técnicas que utilizan radiación ionizante (rayos X, núcleos radiactivos y aceleradores). No obstante, en la región se cuenta con alrededor de tan sólo 420 de estos profesionales, alertó.

 

De ellos, 350 trabajan asociados en la atención de radioterapia, en los que se contabilizan alrededor de 500 aparatos. “En estos servicios se cuenta con la presencia de un médico y de un radioterapeuta; pero se necesita a un físico que entienda la técnica y que conozca los principios de protección radiológica no sólo para el paciente, sino para el personal médico”, señaló.

 

Brandan Siqués dijo que hay también un problema cualitativo: la mayoría de quienes trabajan en hospitales del área no han recibido entrenamiento apropiado. “La labor de un físico-médico en un nosocomio tradicionalmente ha sido en radioterapia, es decir, al curar el cáncer con radiación. Empero, su campo de acción incluye otras dos áreas donde se usan radiaciones ionizantes: medicina nuclear y uso de rayos X para la obtención de imágenes, e incluso más allá, el uso de ultrasonido, biomateriales o resonancia magnética”.

 

En ese contexto, la científica informó que la maestría en Física Médica de la UNAM, creada en 1997 y que forma parte del Posgrado en Ciencias Físicas, “está diseñada para físicos y se cuenta con un cuerpo docente activo formado por 18 tutores de dicha disciplina, 5 de biomedicina y 11 médicos clínicos”.

 

Hasta ahora han ingresado 59 estudiantes, 40 por ciento de la UNAM, 55 por ciento de otras universidades mexicanas y 5 por ciento de otros países latinoamericanos y caribeños. Los egresados ya son 23, y la mayoría de ellos trabaja en hospitales.

 

Asimismo, la coordinadora expuso que la maestría tiene un proyecto de colaboración con el Departamento de Cooperación Técnica del OIEA, que inició el 1 de enero de 2005 y que concluirá el 31 de diciembre de 2006.

 

Ello para reforzar la calidad y cantidad de físicos médicos en los hospitales mexicanos, mediante tres áreas de colaboración: equipamiento, misiones de expertos y visitas científicas. Gracias a la cooperación, la agencia ofreció equipamiento para los laboratorios donde se imparten los cursos de la maestría, en los institutos de Física, Investigaciones Biomédicas y Ciencias Nucleares, así como en la Facultad de Medicina y el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico.

 

Las misiones se refieren a cursos que reciben los universitarios de parte de expertos de cualquier lugar del mundo, enviados por el Organismo para reforzar las áreas prioritarias de enseñanza, a través de visitas cuya duración promedio es de dos semanas.

 

Por último, las visitas científicas son las realizadas por los físicos mexicanos a algún centro de investigación del extranjero. “Han viajado egresados que colaboran de manera generosa con los cursos de la maestría. La visita dura entre dos y cuatro semanas”, aclaró.

 

De manera recíproca, los profesores de la UNAM participan como expertos en otras actividades del OIEA. “No sólo recibimos apoyo, es un trabajo con dos contrapartes, con un verdadero intercambio de especialistas, experiencias y conocimientos”, expresó.

 

Gracias a esfuerzos como éste, hoy, más de 25 por ciento de los físicos médicos mexicanos en hospitales ya cuentan con un posgrado en el área, lo cual no existía hace unos años. Gracias a esta situación, se pueden comprar equipos más adecuados y sacarles el máximo provecho; se limita la exposición del personal a la radiación y el paciente recibe la dosis precisa en su tratamiento; en fin, se asegura la excelencia del servicio.

 

Hay un gran progreso en América Latina en cuanto a programas académicos de física médica. Empero, se requiere, por lo menos, doblar el número de especialistas para satisfacer las cantidades mínimas asociadas al desarrollo esperado en cuanto a equipamiento, y asegurar una calidad apropiada en educación y entrenamiento de las nuevas generaciones, finalizó María Ester Brandan.

 

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PIES DE FOTO

 

 

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María Ester Brandan Siqués, del Instituto de Física de la UNAM, fue invitada a participar en el Foro Científico “Ciencia Nuclear: la física ayuda al mundo”, del Organismo Internacional de Energía Atómica.

 

 

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En América Latina no hay políticas coherentes de adquisición de herramientas clínicas para la obtención de imágenes y realizar terapia, reveló la especialista de la UNAM María Ester Brandan Siqués.