14:00 hrs.  18 de Octubre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-820

Ciudad Universitaria

Pies de foto al final del boletín

 

LATINOAMÉRICA, EXTRAORDINARIO LABORATORIO SOBRE POLÍTICAS DE DESARROLLO

 

·        Reconoció Guillermo Guajardo, investigador del CEIICH de la UNAM

·        En la región se ha explorado desde el socialismo hasta el neoliberalismo: No obstante, aseveró, continúa en un rezago importante en el combate a la pobreza

·        Daniel Cazés, director del CEIICH, inauguró el Seminario Internacional De las ortodoxias a la prospectiva en las políticas de desarrollo

 

Pese al atraso de América Latina y el Caribe en cuanto a  su crecimiento, la región ha sido un extraordinario laboratorio en el que se han explorado múltiples tipos de políticas de desarrollo, desde el socialismo hasta el neoliberalismo, destacó Guillermo Guajardo Soto, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.

 

Al participar en el Seminario Internacional De las ortodoxias a la prospectiva en las políticas de desarrollo, inaugurado por Daniel Cazés Menache, director del CEIICH, agregó que la zona continúa en un rezago importante en el combate a la pobreza. No obstante, cada país que la integra ha probado diversas opciones de progreso, desde la vía chilena al socialismo como las versiones más duras de la escuela monetarista.

 

Asimismo, se ha optado por intentos de control semi corporativo, algunas imitaciones de planificación centralizada, e, incluso, “el único experimento de una economía socialista que sobrevive en el área (Cuba), aunque en un proceso de deterioro complicado”, sentenció.

 

Señaló que América Latina y el Caribe es un territorio con diversas características como laboratorio en varias dimensiones, las cuales requieren ser analizadas.

 

Es una de las pocas regiones que a lo largo del siglo XX no ha tenido una guerra internacional significativa. A diferencia de lo que ocurrió en otros países o en experimentos radicales en todo el bloque asiático, los latinos “no han padecido masivas destrucciones como las ocurridas en Europa, Asia, Medio Oriente y parte de África”, indicó.

 

Además, dijo, no se tiene un pasado colonializado tan directo como el acontecido en África, ni sufre una pandemia de millones como ese mismo continente con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

 

Es decir, agregó, hay ciertas características que permiten que este laboratorio muestre sus variados temas, sobre algunos de los experimentos económicos que los pueden situar con mayor entendimiento y tranquilidad, porque aún siguen presentes.

 

El investigador universitario resaltó que América Latina tiene una vieja tradición, un poco paradójica, de otorgar una importancia fuerte a los factores internacionales, y por otra parte, le cuesta insertarse dentro de la economía global.

 

Guajardo Soto comentó que el interés del Seminario es dirigirlo a los alumnos de estudios latinoamericanos. Surgió hace casi diez años, como la preocupación de un grupo de investigadores y profesores, con el fin de hacer una revisión crítica de la historia económica de la región en el siglo XX, y aportar algunos elementos de reflexión de largo plazo.

 

 

 

Al hablar del municipio, Michael Monteón, académico e investigador de la Universidad de California en San Diego, subrayó que cualquier país democrático necesita unidades políticas y administrativas que den respuesta a las necesidades populares y locales.

 

Ellas son la base de muchos temas de la elite rectora sobre el desarrollo latinoamericano. Hay una literatura de politólogos y sociólogos sobre la descentralización del Estado y un proceso que comenzó en los años 80, y tienen que ver con la crisis de aquella época, y nuevos modelos de un poder político, detalló.

 

El especialista estadounidense refirió sobre la necesidad de hablar de la distancia que hay entre gobernantes y gobernados. Un problema, no específico de México, sino que también ocurre en EU y otros países, es que hay cambios institucionalizados que jamás llegan al pueblo; es decir, todos los planes y teorías están alejados de lo que en realidad se requiere.

 

Por su parte, Arturo Grunstein Dickter, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, recordó que en muchos países latinos y del mundo los primeros pasos hacia la construcción de sectores de propiedad estatal, se remontan a los años 20 y 30 del siglo pasado.

 

En algunos casos las primeras nacionalizaciones fueron medidas sin un claro sentido o contenido ideológico, a veces sólo al calor de las circunstancias. Pero en otros, se dieron bajo el influjo de modelos, programas e ideologías tanto de raíz local como de procedencia extranjera, que en su tiempo se identificaron con alguna de las vertientes del socialismo, recordó.

 

Aclaró que en el caso específico de México, se ha argumentado que en la Revolución y en especial en la Constitución de 1917, se encuentran las bases ideológicas y normativas de la economía mixta a lo largo de la mayor parte del siglo XX: esta interpretación es sólo cierta de manera parcial.

 

El concepto cambiante del papel económico del Estado en el México revolucionario y pos revolucionario también fue producto de influencias ideológicas y programáticas frecuentemente de matriz externa. Muchos de los funcionarios encargados de recomendar y tomar las decisiones a este respecto, conocían los documentos escritos por ideólogos y economistas del exterior y se mantenían al tanto de las experiencias prácticas de otros países, concluyó.

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01

 

El profesor Guillermo Guajardo y Daniel Cazés, director del CEIICH de la UNAM, durante la inauguración del Seminario Internacional De las ortodoxias a la prospectiva en las políticas de desarrollo.

 

 

FOTO 02

 

Profesores y alumnos durante el Seminario De las ortodoxias a la prospectiva en las políticas de desarrollo, organizado por el CEIICH de la UNAM.

 

 

FOTO 03

 

En la UNAM, el profesor Arturo Grunstein recordó que en muchos países los primeros pasos hacia la construcción de sectores de propiedad estatal se remontan a los años 20 y 30 del siglo pasado.