06:00 hrs.  18 de Octubre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-817

Ciudad Universitaria

 

 

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SE PIERDE CON LA DISCRIMINACIÓN OPORTUNIDAD DE CONSEGUIR UNA SOCIEDAD MÁS TOLERANTE

 

·        Señaló en la UNAM Paola Mena Rojo, comunicóloga con capacidades diferentes

·        Dictó la conferencia “Por el derecho a la no-discriminación. Porque discriminar sí es contagioso”, en la FCPyS

·        Los diferentes tienen derecho a una vida digna, decorosa; a sentirse individuos valiosos, útiles, y a gozar de las mismas oportunidades que el resto de la gente

 

Con la discriminación se pierde la oportunidad de conseguir una sociedad más abierta, respetuosa, tolerante y más comunicativa; con ella se “mata”, pues niega parte de nuestra esencia como seres humanos, señaló en la UNAM Paola Mena Rojo, comunicóloga con capacidades diferentes.

 

Con ello también se quebranta el respeto y la empatía por los demás, abundó durante la conferencia “Por el derecho a la no-discriminación. Porque discriminar sí es contagioso”, efectuada en la Sala “Isabel y Ricardo Pozas” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), y que estuvo moderada por la profesora de esa entidad, Coral López de la Cerda.

 

Explicó que este fenómeno es toda distinción, restricción o diferencia tendente a negar, minimizar y excluir a una persona o grupos por condiciones de nacimiento, color de piel, etnia, idioma, creencia religiosa, ideología, edad, nacionalidad, discapacidad, sexo, estado civil y de salud, clase social, preferencias, y cualquier otra característica que distinga a los seres humanos. En todo caso, la dignidad sobrepasa a los sujetos más allá de estas condiciones.

 

Se les aparta porque son diferentes; sin embargo, tienen derecho a una vida digna, decorosa y que les haga sentirse individuos valiosos, útiles y merecedores de gozar, en condiciones de equidad, de las mismas oportunidades que el resto de la gente, sentenció.

 

Bajo esta óptica, las víctimas han descubierto que no merecen vivir en el olvido, abandono o segregación, y han luchado por encontrar un lugar adecuado a su condición, al convivir con el resto de la colectividad, y demostrándose a sí mismos y a los demás, que es posible lograr la igualdad si se reconoce que esas diferencias mejoran al mundo, pues se logra el equilibrio y armonía necesarios para evolucionar en el entorno en todas sus dimensiones, apuntó.

 

Quienes discriminan buscan excluir las cualidades, valores éticos, talentos y capacidades de los afectados para excluirlas, marginarlas y olvidarlas, porque los consideran incapaces de vivir al mismo nivel y de la misma manera que todos, y por ello se considera que no pueden tener el poder, pues son seres inferiores, aseveró.

 

Esto tiene que ver con la ignorancia, prejuicios y estigmas sociales que laceran por completo la dignidad humana, pero revelan que en el fondo se tiene miedo de cambiar, vivir y crecer. De ahí que se tenga que luchar por evitarlo, de lo contrario se aprenderá a sólo soportar esta problemática, pero no a resolverla, detalló.

 

Además, aclaró que no todos hemos sido vistos como iguales ante el resto de las sociedades; y esto depende de lo que las estructuras de poder definan como diferencia, inferioridad e incapacidad. Estos grupos que controlan los países no han considerado que los discriminados constituyen un gran aporte, pues son capaces de razonar, sentir, actuar, crear, amar y participar en la vida cotidiana y comunitaria. Pueden incluso suplir lo que su naturaleza les impide.

 

Concluyó que las aptitudes de cada persona quedan determinadas por el contexto político, económico, social e histórico; de esa forma, estos colectivos han vivido la marginación, violencia, discriminación, odio, exterminio, inferiorización y exclusión por parte de los poderosos y  fuertes.

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PIES DE FOTO

 

 

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Paola Mena Rojo y Coral López de la Cerda durante la conferencia “Por el derecho a la no-discriminación. Porque discriminar sí es contagioso”, efectuada en la FCPyS de la UNAM.

 

 

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La comunicóloga Paola Mena Rojo dijo en la UNAM que la discriminación tiene que ver con la ignorancia, prejuicios y estigmas sociales que laceran por completo la dignidad humana.