Boletín UNAM-DGCS-805
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
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Aseguró Ambrosio Velasco, director de la
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, al inaugurar el
Segundo Coloquio de Hermenéutica Analógica
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Esa propuesta teórica fue formulada por Mauricio Beuchot, del Instituto
de Investigaciones Filológicas
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En una década se ha convertido en una de las concepciones más relevantes
e influyentes en ese campo
El conocimiento y la cultura corren peligro,
pues han pasado de un rígido clasicismo a una ausencia de cánones y parámetros;
en estética se ha llegado a un punto en el cual no se sabe ya qué es artístico.
Inclusive, a veces es imposible distinguir entre una obra maestra y un apócrifo,
afirmó Ambrosio Velasco, director de la Facultad de Filosofía y Letras
(FFyL) de la UNAM.
El funcionario reconoció,
durante la inauguración del Segundo Coloquio de Hermenéutica Analógica, la
labor de Mauricio Beuchot, miembro del Instituto de Investigaciones
Filológicas, para establecer límites no rígidos, impositivos o excesivos a
través de la propuesta para dar solución a los conflictos en este campo.
Con ello se busca recuperar la hermenéutica, un
instrumento cognoscitivo e interpretativo para la comprensión de los textos,
como puede definirse casi cualquier medio, como un escrito, conversación o
pintura. En humanidades, indicó, se han tipificado estos documentos como
históricos, jurídicos, filosóficos y literarios, entre otros.
Pero se ha añadido la dimensión analógica,
porque ésta se encuentra en medio de la univocidad y equivocidad. La primera se
refiere a “la búsqueda de un significado único, claro, distinto, siempre
totalmente riguroso y objetivo”. En cambio, la segunda, “que viene de equívoco,
es permitir todo tipo de interpretaciones a pesar de que sean inadecuadas o
inválidas”, añadió.
Recordó que después de un tiempo unívoco, como
fue el positivismo, prevalece la otra etapa en la llamada posmodernidad o
tardomodernidad. La analogía ayuda a colocarse en un punto intermedio, de
difícil equilibrio, “en el cual predomina la equivocidad, de acuerdo con la
experiencia humana de lo subjetivo, lo inconmensurable; sin embargo, se busca
no perder la atadura con lo científico”, en un intento de alcanzar la
objetividad posible. No es sólo el justo medio entre dos posturas, sino que
oscila al buscar las diferencias y que ellas mismas se privilegien.
En otras palabras, explicitó,
se vive “un momento de desilusión de la razón, en el que han proliferado posturas
relativistas, escépticas y nihilistas, por ejemplo”. Se ha pasado de una a otra
“con un deslizamiento profundo que a veces pone en peligro el conocimiento y la
cultura”.
Al respecto, Mauricio Beuchot precisó que si en los años 30 a los
50 del siglo pasado el positivismo lógico tuvo la pretensión de un rigor
absoluto, todo ello ha caído por desencanto por su forma excesiva, exagerada,
ahora con la tardomodernidad o posmodernidad, en una gran crisis cultural; ya
no hay ningún referente ni paradigma.
Por eso, dijo, después de que se ha
deconstruido toca edificar, y desde una postura intermedia, equilibrada,
analógica, se puede ayudar a volver a levantar el entorno cultural.
Ambrosio Velasco recordó que la hermenéutica
analógica es una propuesta teórica original, totalmente audaz de Mauricio
Beuchot, la cual en una década se ha convertido en una de las concepciones más
relevantes e influyentes.
Con esta concepción, agregó, no sólo adquiere,
en general, una relevancia filosófica de más amplios horizontes en el ámbito
internacional, sino que también distingue a la tradición filosófica mexicana en
particular “y a todos los que dentro de esta tradición se han dedicado a la
investigación en el campo de la hermenéutica filosófica y de la aplicación de
la misma a otras disciplinas: la educación, historia y teoría política”.
Sin lugar a dudas, concluyó el funcionario, la
vertiente que ahora desarrollan ya muchos otros humanistas de diferentes
instituciones y países, abre nuevas perspectivas para la comprensión de los
fenómenos culturales, lingüísticos, de los procesos de comunicación en
distintos ámbitos.
En el Segundo Coloquio de Hermenéutica
Analógica, el cual se lleva a cabo dentro del Proyecto PAPIIT Presencia del
exilio, participó Sixto Castro, de la Universidad de Valladolid, España, quien
ofreció la conferencia magistral Eros y Analogía. Asimismo, hubo tres mesas de
trabajo. En la primera intervino Mauricio Beuchot con el tema Hermenéutica
analógica y comprensión de la historia; Alberto Mora Zamorano y Mónica Mendoza,
ambos de la FFyL, con La herencia de la familia analógica y Nietzsche desde la
hermenéutica analógica, respectivamente.
En la segunda, Rebeca Maldonado, de la FFyL y
El Colegio de México, con Más allá de los opuestos, hermenéutica analógica y
pensamiento oriental; Enrique Aguayo, de la Universidad La Salle, con Hermenéutica analógica y
derechos humanos, y Ana Huitrón Ornelas, de la Universidad Pedagógica Nacional,
con Educación y ética en la sociedad mediática.
Finalmente, en la tercera, Juan Carlos Ayala,
de la Universidad Autónoma de Sinaloa, con Hermenéutica analógica y diversidad
cultural; Alejandro Martínez de la Rosa, con Univocismo hegemónico y
equivocismo desmesurado. Hacia un modelo interpretatitvo de la cultura política,
y Samuel Arriarán, de la UPN, con La hermenéutica analógica en América Latina.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Mauricio Beuchot,
miembro del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, es autor de la
hermenéutica analógica, la cual se ha convertido en una de las concepciones más
relevantes e influyentes.
FOTO 02
Ambrosio Velasco,
director de la FFyL de la UNAM, aseguró que se vive “un momento de desilusión
de la razón, en el que han proliferado posturas relativistas, escépticas y
nihilistas”, que a veces ponen en peligro el conocimiento y la cultura.