06:00 hrs.  09 de Octubre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-786

Ciudad Universitaria

Carlos Gay García

Víctor Magaña Rueda

 

Pies de foto al final del boletín

 

AFECTARÁ CAMBIO CLIMÁTICO PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS, DISTIBUCIÓN DE AGUA E INTENSIDAD DE HURACANES

 

 

El cambio climático afectará a los países productores de alimentos, ubicados en latitudes medias, así como la distribución del agua, y aumentará la intensidad de los huracanes, alertaron Carlos Gay García, director del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM,  y el investigador Víctor Magaña Rueda, de la misma entidad

 

“Eso plantea una situación internacional donde las naciones ricas están mejor preparadas para enfrentar los embates de la naturaleza, como lo muestra la posibilidad de reconstruir Nueva Orleáns e invertir en ello 200 mil millones de dólares”, señaló el titular del CCA, en la conmemoración del XXXV Aniversario de la Carrera de Ingeniería Geofísica de la Facultad de Ingeniería.

 

Consideró que frente a los fenómenos naturales, las sociedades se vuelven complacientes y consideran estar listas, a salvo y capaces de soportar los embates de la naturaleza; sin embargo, ella da llamadas de atención.

 

“Se piensa que en la Ciudad de México estamos bien, pero le robamos territorio a un cuerpo lacustre; la metrópoli fue un lago, por lo que no estamos exentos de sorpresas”. Los últimos desastres, opinó, ilustran a esa sociedad que pierde flexibilidad a la adaptación, que no sabe para dónde correr, sin planes de evacuación.

 

A su vez, Víctor Magaña Rueda aseguró que el aumento en la temperatura del mar provocará que los huracanes incrementen su intensidad. “Con océanos más calientes esos meteoros no se quedan en categoría 1 ó 2; el número de casos en niveles 4 y 5 ha aumentado dramáticamente a escala global”.

 

Afirmó que el calentamiento del planeta de seis grados en la próxima centuria es un hecho nunca visto. Tal incremento sí ha ocurrido, pero en lapsos de 100 mil años. Según un estudio publicado en la revista Science, de 1970 a 2000, se observó que en todos los océanos donde se forman huracanes hay una tendencia al alza en la gradación oceánica.

 

Agregó que de un recuento de los fenómenos naturales que afectan a la humanidad, entre 1963 y 1992 se observó que los relacionados con la atmósfera son los que más daños causan: sequía 22 por ciento; ciclones tropicales, 35; e inundaciones, 32;  sólo el 10 por ciento corresponde a terremotos. Parecería que el clima, relacionado con la agricultura, agua, bosques, calidad del aire y otros desastres, ha enloquecido, pero no es así, “sigue las pautas que le marcamos en gran medida, y otras que son naturales”.

 

En esos índices se observa que casi en todo el mundo la temperatura aumenta. En los últimos 100 años se ha calentado alrededor de medio grado centígrado en promedio, “y eso es mucho cuando se toman en cuenta las consecuencias que produce”, advirtió.

 

Este fenómeno se ha dado en los últimos 100 o 150 años, a partir de la revolución industrial o de la quema de combustibles fósiles, que han propiciado el incremento de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El impacto sobre el clima no se producirá en milenios, sino en periodos más cortos, detalló.

 

Muchas de las formas de vida evolucionaron con base en lentas variaciones caloríferas, proceso que toma hasta millones de años, y si la gradación muda de forma drástica lo más probable es que muchos organismos no logren adaptarse y desaparezcan, añadió.

 

Gran parte de la responsabilidad del calentamiento global es por causa de la actividad humana y la contaminación que produce. De hecho, precisó, se tiene la concentración de bióxido de carbono en la atmósfera más alta de los últimos 160 mil años y, eso, en gran medida, se debe al aumento de la población en alrededor de 90 millones de personas cada año, las cuales demandan recursos.

 

Se estima que el alza será entre 1.5 y 6 grados centígrados en los próximos 100 años, dependiendo del escenario de consumo energético o de emisiones, y México no se salvará de sus efectos, dijo; de hecho, es un país altamente vulnerable. “Debemos pensar desde ahora en la adaptación, qué vamos a hacer para enfrentar un nuevo clima. Hasta ahora no hay una cultura generalizada de planeación al respecto”. Primero debe considerarse reducir la exposición en sectores como los del agua, agricultura y bosques.

 

Por su parte, Alberto Hernández Unzón, subgerente del Servicio Meteorológico Nacional, mencionó que de 1996 a 2004 se registraron en promedio 455 eventos de tormenta severa; este año van 350.  Hace semanas se presentó un “carrusel” de cuatro ciclones en el Pacífico y tres en el Atlántico, es decir, siete al mismo tiempo. Por ello, “los meteorólogos necesitan observar por todos lados, sobre todo cuando hay efectos directos o secundarios”.

 

Refirió que los huracanes que golpearon a México de 1970 a 2004 en categorías uno y dos afectaron más los litorales de Baja California Sur, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Tamaulipas y el noreste de Veracruz. Empero, los más intensos, de categorías 3, 4 y 5, dañaron a la península de Yucatán, Tamaulipas y Oaxaca.

En 2003 se registraron ocho impactos; dos años después, con Stan, ya suman seis en el Atlántico y uno en el Pacífico. “Para estudiarlos y analizar sus trayectorias se requieren muchos más especialistas en el área”, concluyó.

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FOTO 1

Las naciones ricas están mejor preparadas para enfrentar los embates de la naturaleza, aseguró Carlos Gay García, director del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.

 

FOTO 2.

De 1996 a 2004 se registraron en promedio 455 eventos de tormenta severa; este año van 350. Hace semanas se presentaron cuatro ciclones en el Pacífico y tres en el Atlántico, explicaron especialistas en la UNAM.

 

FOTO 3

Alberto Hernández, del Servicio Meteorológico, explica a Carlos Gay García, director del CCA de la UNAM,  y al investigador Víctor Magaña Rueda, la incidencia de huracanes en México.