11:30 hrs.  03 de Octubre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-765

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

DONAN A LA UNAM EL ARCHIVO DEL ESCRITOR VICTORIANO SALADO ÁLVAREZ

 

·        La Biblioteca Nacional recibió el acervo que se integra a las colecciones de autores mexicanos  que custodia esta entidad universitaria

·        Al inaugurar la exposición documental “De mi cosecha y tiempo viejo”, que exhibe parte del material donado, el rector Juan Ramón de la Fuente resaltó las aportaciones de Salado Álvarez al país

·        De la Fuente destacó que fue erudito y amante de nuestra lengua, y representó a México ante naciones extranjeras, en momentos dramáticos y difíciles de la historia

 

La Biblioteca Nacional recibió la donación del archivo de Victoriano Salado Álvarez, novelista, historiador, diplomático y académico de la lengua, cuya obra que se integra a las colecciones de autores mexicanos  que custodia esta entidad de la UNAM, ubicada en el Centro Cultural Universitario.

 

Al inaugurar la exposición documental “De mi cosecha y tiempo viejo”, que exhibe parte del material donado, el rector Juan Ramón de la Fuente resaltó las aportaciones de Salado Álvarez al país, al cual interpretó en sus hechos heroicos, y emprendió la obra monumental  que constituyen sus Episodios Nacionales Mexicanos.

 

De la Fuente destacó que fue erudito y amante de nuestra lengua, la exploró y sistematizó hasta convertirse en uno de sus más profundos conocedores y cultivadores, y representó a México ante países extranjeros, en momentos particularmente dramáticos y difíciles de la historia.

 

Salado Álvarez, indicó el rector, obtuvo por oposición  una cátedra en la Escuela Nacional Preparatoria (ENP). Nacido un 30 de septiembre, pero de 1867, año de la victoria y la consolidación republicanas, se haya estrechamente vinculado, por ambas razones, a esta institución formadora de jóvenes, que aún hoy permanece, orgullosa, bajo el cuidado de  la UNAM.

 

El rector aseveró que recibir este acervo no es sólo conocer a un hombre, sino su tiempo y sus contemporáneos, la intertextualidad surgida al confrontar su escritura con la de sus pares y la visión que  tuvo del país y del mundo en que vivió.

 

Como historiador era consciente de la importancia que para el futuro tiene un documento, un apunte tomado al azar, una carta. Así, gracias a ese carácter sistemático y a la voluntad de su familia, que supo custodiar, clasificar sus papeles y ahora entregarlos, su archivo personal se integra a las colecciones de autores  mexicanos que custodia con orgullo la Biblioteca Nacional, reconoció.

 

Ante familiares e invitados especiales que asistieron a la ceremonia de donación, expuso que: “La Universidad Nacional será digna de la responsabilidad y confianza que hoy se le otorga”.

 

Durante el evento, al que asistió la coordinadora de Humanidades de la UNAM, Mari Carmen Serra Puche, y el director de la Biblioteca Nacional y del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Vicente Quirate, Gabriela Rabasa Salado Álvarez, nieta del multifacético mexicano nacido en Teocaltiche, Jalisco, señaló que el espíritu de su abuelo alcanza hoy uno de sus grandes anhelos.

 

“Victoriano Salado invita a estas nuevas generaciones a amar para vivir, como le ha sucedido este día, en que nace de nuevo, pero ahora no en Teocaltiche, sino en la Biblioteca Nacional, en donde morará por la eternidad para que la tinta de su vida se convierta en la compañera de otras plumas, para que cuando corran por el blanco papel pinten nuevos artículos, historias, cuentos, inquietudes, búsquedas encontradas que llegan y permanecen”, señaló.

 

La nieta de Salado Álvarez agregó que su abuelo enfrenta un reto más: el encuentro tan esperado con la juventud que pisa estos corredores, que ilustrarán su mente con este acervo para seguir trabajando desde cualquier trinchera”.

 

El archivo donado a la Biblioteca incluye 27 cajas de documentos, tales como cartas de personajes como Porfirio Díaz y Enrique Creel, así como material hemerográfico y documentación de la Academia Mexicana de la Lengua, de la cual fue miembro y secretario perpetuo.

 

Salado Álvarez nació el 30 de septiembre de 1867 y fue un protagonista destacado de las transformaciones políticas y culturales que sufrió el México decimonónico, al hacer su ingreso a la modernidad del siglo XX.

 

Escritor y político jaliscience que fue abogado, diplomático, académico, defensor de la pureza del idioma, profesor de la ENP, colaborador de múltiples periódicos, crítico literario y autor de las novelas históricas publicadas bajo el título de Episodios nacionales mexicanos. Formó parte de la élite porfirista, en la cual se perfilaría quizá como el último de los grandes positivistas en la literatura mexicana.

 

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Pies de foto

 

FOTO 01

 

La familia del escritor Victoriano Salado Álvarez, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, abogado y diplomático, donó su acervo a la Biblioteca Nacional, bajo resguardo de la UNAM.

 

 

FOTO 02

 

La Biblioteca Nacional de la UNAM resguarda el archivo del escritor Victoriano Salado Álvarez, erudito y amante de la lengua, quien representó a México ante naciones extranjeras, en momentos difíciles de la historia.

 

 

FOTO 03.

 

El archivo del escritor Victoriano Salado Álvarez, donado a la Biblioteca Nacional de la UNAM, contiene fotografías del Porfiriato, así como correspondencia con Porfirio Díaz y Enrique Creel.