Boletín UNAM-DGCS-763
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
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Para ello es indispensable impulsar una auténtica
división de poderes, dijo Enrique Larios, profesor de la Facultad de Derecho de
la UNAM
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Es un tema de campaña que olvidan los
candidatos al llegar al gobierno:
Manuel Granados, de la misma entidad universitaria
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El diputado Ramón Galindo habló de ubicar nuevos
caminos que permitan mejorar las condiciones de convivencia y bienestar de la
sociedad
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Participaron en el Parlamento “El binomio derecho
y política con miras al 2006”, organizado por la FD y la Comisión de
Participación Ciudadana de la Cámara Diputados
Nuestro país requiere un
federalismo sano, para lo que es indispensable impulsar una auténtica división
de poderes en los estados de la república, la Federación y los municipios,
consideró Enrique Larios Díaz, profesor de la Facultad de Derecho (FD) de la
UNAM.
Durante su participación en el
Parlamento “El binomio derecho y política con miras al 2006”, organizado por
esta Facultad y la Comisión de Participación Ciudadana de la Cámara Diputados,
subrayó que no se podrá avanzar en este campo si no se aplica este sistema y no
termina la injerencia de una soberanía sobre la otra.
En la mesa redonda “Propuestas
para el fortalecimiento del federalismo”, insistió en que se deben acotar las
potestades al Ejecutivo para que no intervenga en la designación directa o
indirecta de ministros, magistrados, jueces, presidentes de junta o de
cualquier otro cargo de las judicaturas estatales.
Además, subrayó, los
tribunales, que en la actualidad dependen de ese Poder, deben ser reubicados en
el Judicial. De hecho, el Tribunal Federal Electoral fue una instancia que
nació en la Secretaría de Gobernación, es decir, en la esfera presidencial.
En el aula magna “Jacinto
Pallares” de la FD, el académico universitario señaló que para fortalecer el
federalismo se requiere dar mayor fuerza al Poder Judicial Federal, y que no se
tenga duda de su independencia.
Recordó que hasta 1994 el presidente
de la república designaba de forma directa a los ministros de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación (SCJN). En ese año hubo una modificación por la cual
el jefe del Ejecutivo enviaría una terna al Senado para que éste hiciese su
análisis y eligiese al mejor.
Pero no hay un procedimiento
claro para saber cómo designarlo; es decir, advirtió, se convierte en una
decisión de los partidos, que tratan de llegar a acuerdos para ello, o regresar
las candidaturas para nuevas propuestas. “Esto que parece una reforma de fondo,
no lo es, porque el presidente tiene el poder de incluir y excluir a quien
puede ser ministro de la SCJN, lo cual representa una injerencia en el Poder
Judicial”.
A su vez, Manuel Granados
Covarrubias, de la misma Facultad, opinó que “a lo largo de su historia, México
ha vivido la incongruencia de tener un marco jurídico constitucional
federalista y un gobierno centralista, y las administraciones han navegado
entre ambas aguas, generando una seria confusión”.
Aseguró que el federalismo es
un tema presentado en las campañas electorales en donde todos los candidatos
prometen fortalecerlo, pero cuando llegan al gobierno se olvidan del tema.
Detalló que México tiene más
de 40 millones de habitantes con marginación. La pobreza refleja el
desequilibrio regional y la falta de coordinación institucional entre los tres
niveles de gobierno.
Además, dijo, el sureste del
país sigue con los más altos índices de pobreza, analfabetismo y falta de
oportunidades, aunado al narcotráfico y la emigración. Mientras algunas
entidades del centro y el norte presentan niveles de vida que se encaminan a
los de un país industrializado, los del sur parecerían no salir del rezago.
Granados Covarrubias sostuvo
que parecería que no pasa nada, sin embargo, el destino llegará si no se
rectifica el rumbo y se replantea un verdadero proyecto de nación para que el
Estado atienda las necesidades de las regiones, diseñe sus políticas públicas y
fortalezca el todo desde la unidad.
En su oportunidad, el diputado
Ramón Galindo Noriega destacó la necesidad de ubicar nuevos senderos que
permitan mejorar las condiciones de convivencia y bienestar de la sociedad.
Se ha pretendido creer que las
cúpulas económicas, políticas, públicas o religiosas deben decidir cómo se debe
vivir, pero no ha funcionado. Por ello, adelantó, un grupo de legisladores ha
impulsado una iniciativa de reforma integral de la Constitución que dé
autonomía, libertad y responsabilidad a los municipios, porque el centralismo
que se vive en las entidades es aún mayor que el de la Federación.
Se busca transferir el poder
al ciudadano. Con ella se pretende poner en manos de las comunidades y sus
autoridades no el dinero, sino las herramientas que les permitan incidir en las
variables del desarrollo local y nacional, añadió.
Para ello, aclaró, se requiere
que los municipios, dedicados a actividades como recolección de basura y obras
públicas, desempeñen funciones adicionales, accedan a más recursos fiscales, y
se establezca figuras de participación civil que den instrumentos de poder al
ciudadano.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
El diputado Ramón
Galindo Noriega destacó al hablar de federalismo en la UNAM, la necesidad de
ubicar nuevos senderos, que permitan mejorar las condiciones de convivencia y
bienestar de la sociedad.
FOTO 02.
Manuel Granados y
Enrique Larios durante su participación en el Parlamento “El binomio derecho y
política con miras al 2006”, organizado por la Facultad de Derecho de la UNAM y
la Cámara Diputados