06:00 hrs.  02 de Octubre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-763

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

 

REQUIERE MÉXICO UN FEDERALISMO SANO

 

·        Para ello es indispensable impulsar una auténtica división de poderes, dijo Enrique Larios, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM

·        Es un tema de campaña que olvidan los candidatos  al llegar al gobierno: Manuel Granados, de la misma entidad universitaria

·        El diputado Ramón Galindo habló de ubicar nuevos caminos que permitan mejorar las condiciones de convivencia y bienestar de la sociedad

·        Participaron en el Parlamento “El binomio derecho y política con miras al 2006”, organizado por la FD y la Comisión de Participación Ciudadana de la Cámara Diputados

 

 

Nuestro país requiere un federalismo sano, para lo que es indispensable impulsar una auténtica división de poderes en los estados de la república, la Federación y los municipios, consideró Enrique Larios Díaz, profesor de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM.

 

Durante su participación en el Parlamento “El binomio derecho y política con miras al 2006”, organizado por esta Facultad y la Comisión de Participación Ciudadana de la Cámara Diputados, subrayó que no se podrá avanzar en este campo si no se aplica este sistema y no termina la injerencia de una soberanía sobre la otra.

 

En la mesa redonda “Propuestas para el fortalecimiento del federalismo”, insistió en que se deben acotar las potestades al Ejecutivo para que no intervenga en la designación directa o indirecta de ministros, magistrados, jueces, presidentes de junta o de cualquier otro cargo de las judicaturas estatales.

 

Además, subrayó, los tribunales, que en la actualidad dependen de ese Poder, deben ser reubicados en el Judicial. De hecho, el Tribunal Federal Electoral fue una instancia que nació en la Secretaría de Gobernación, es decir, en la esfera presidencial.

 

En el aula magna “Jacinto Pallares” de la FD, el académico universitario señaló que para fortalecer el federalismo se requiere dar mayor fuerza al Poder Judicial Federal, y que no se tenga duda de su independencia.

 

Recordó que hasta 1994 el presidente de la república designaba de forma directa a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). En ese año hubo una modificación por la cual el jefe del Ejecutivo enviaría una terna al Senado para que éste hiciese su análisis y eligiese al mejor.

 

Pero no hay un procedimiento claro para saber cómo designarlo; es decir, advirtió, se convierte en una decisión de los partidos, que tratan de llegar a acuerdos para ello, o regresar las candidaturas para nuevas propuestas. “Esto que parece una reforma de fondo, no lo es, porque el presidente tiene el poder de incluir y excluir a quien puede ser ministro de la SCJN, lo cual representa una injerencia en el Poder Judicial”.

 

A su vez, Manuel Granados Covarrubias, de la misma Facultad, opinó que “a lo largo de su historia, México ha vivido la incongruencia de tener un marco jurídico constitucional federalista y un gobierno centralista, y las administraciones han navegado entre ambas aguas, generando una seria confusión”. 

 

Aseguró que el federalismo es un tema presentado en las campañas electorales en donde todos los candidatos prometen fortalecerlo, pero cuando llegan al gobierno se olvidan del tema.

 

Detalló que México tiene más de 40 millones de habitantes con marginación. La pobreza refleja el desequilibrio regional y la falta de coordinación institucional entre los tres niveles de gobierno.

 

Además, dijo, el sureste del país sigue con los más altos índices de pobreza, analfabetismo y falta de oportunidades, aunado al narcotráfico y la emigración. Mientras algunas entidades del centro y el norte presentan niveles de vida que se encaminan a los de un país industrializado, los del sur parecerían no salir del rezago.

 

Granados Covarrubias sostuvo que parecería que no pasa nada, sin embargo, el destino llegará si no se rectifica el rumbo y se replantea un verdadero proyecto de nación para que el Estado atienda las necesidades de las regiones, diseñe sus políticas públicas y fortalezca el todo desde la unidad.

 

En su oportunidad, el diputado Ramón Galindo Noriega destacó la necesidad de ubicar nuevos senderos que permitan mejorar las condiciones de convivencia y bienestar de la sociedad.

 

Se ha pretendido creer que las cúpulas económicas, políticas, públicas o religiosas deben decidir cómo se debe vivir, pero no ha funcionado. Por ello, adelantó, un grupo de legisladores ha impulsado una iniciativa de reforma integral de la Constitución que dé autonomía, libertad y responsabilidad a los municipios, porque el centralismo que se vive en las entidades es aún mayor que el de la Federación.

 

Se busca transferir el poder al ciudadano. Con ella se pretende poner en manos de las comunidades y sus autoridades no el dinero, sino las herramientas que les permitan incidir en las variables del desarrollo local y nacional, añadió.

 

Para ello, aclaró, se requiere que los municipios, dedicados a actividades como recolección de basura y obras públicas, desempeñen funciones adicionales, accedan a más recursos fiscales, y se establezca figuras de participación civil que den instrumentos de poder al ciudadano.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01

 

El diputado Ramón Galindo Noriega destacó al hablar de federalismo en la UNAM, la necesidad de ubicar nuevos senderos, que permitan mejorar las condiciones de convivencia y bienestar de la sociedad.

 

 

 

FOTO 02.

 

Manuel Granados y Enrique Larios durante su participación en el Parlamento “El binomio derecho y política con miras al 2006”, organizado por la Facultad de Derecho de la UNAM y la Cámara Diputados