14:00 hrs.  29 de Septiembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-752

Ciudad Universitaria

Pie de foto al final del boletín

 

 

FUNDAMENTAL REFLEXIONAR SOBRE LAS POLÍTICAS DE REDENSIFICACIÓN DE LAS URBES: MARI CARMEN SERRA

 

·        La coordinadora de Humanidades de la UNAM habló de la necesidad de analizar el papel que juega hoy la ciudad central

·        El director del PUEC, Manuel Perló, opinó que este fenómeno es trascendental para las urbes

·        Si algo falta en América Latina es que no hay política de suelo urbano: Carlos Morales, del LILP

·        Laura Itzel Castillo, titular de la SEDUVI, informó que el DF recibe 62 metros cúbicos de agua por segundo; de los cuales 42 provienen de su misma cuenca

 

Ante la dispersión del área urbana que se ha registrado en las ciudades y zonas metropolitanas en los últimos años, la coordinadora de Humanidades de la UNAM, Mari Carmen Serra Puche, consideró fundamental “reflexionar acerca de la ciudad central, de las políticas de redensificación, de sus instrumentos y de los efectos que ellas han tenido en nuestras urbes”.

 

Al inaugurar el V Seminario internacional de suelo urbano “Redensificación de la ciudad central ¿para qué, para quién, cómo?”, organizado por esta Coordinación y el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), en colaboración con el Lincoln Institute of Land Policy (LILP), aseguró que antes de iniciar muchas de las acciones que llevamos a cabo en diversos ámbitos, es necesario preguntarse ¿para qué, para quién y cómo?

 

Serra Puche señaló que en este Seminario se debatirán las políticas e instrumentos de redensificación que se están aplicando en algunas ciudades de Iberoamérica, en especial de naciones como México y España, así como su impacto en el mercado inmobiliario y sobre los diferentes actores de la ciudad.

 

Resalto algunas de las cuestiones, como qué hacer con la ciudad central, si deberá crecer, de qué manera, hacia dónde, con qué recursos se cuentan, qué instrumentos jurídicos, financieros, urbanísticos, arquitectónicos se tienen, y con qué enfoques económicos sociales.

 

Además, continuó, cómo ligar este espacio de la metrópoli, sede del valioso y antiguo patrimonio histórico y arquitectónico de una ciudad que hoy resulta más amplia, expandida, refuncionalizada, con  dinámicas económicas e inmobiliarias, con la introducción y utilización de nuevos servicios, infraestructuras, que nos permiten conectarlas con la influencia internacional y mundial.

 

En el Auditorio de la Coordinación de Humanidades, indicó que es necesario resolver cómo evitar la ruptura y el desgarramiento del tejido urbano y social en estas zonas, qué reacciones se suscitan, qué respuestas han tenido autoridades y ciudadanías dentro del mosaico urbano, quiénes pueden y habrán de ser sus beneficiarios, si es posible y conveniente mantener y preservar la mezcla social en esos lugares y hacia dónde podemos ir, en qué tiempos, con qué herramientas y discursos urbanísticos, qué visiones podemos construir, asignar y vislumbrar para la ciudad central.

 

Mari Carmen Serra subrayó que hoy son tiempos en que “cotejamos nuestros propósitos y las metas del pasado, analizamos y redescubrimos los logros, los evaluamos y volvemos a pensar si las vías que hemos seguido son las mejores o debemos reorientar nuestro rumbo, aprender a pensar y actuar de otra manera, de acuerdo con lo posible, viable, necesario e ideal”.

 

En su oportunidad, Manuel Perló Cohen, director del PUEC, subrayó que la redensificación de las ciudades centrales es un tema de enorme actualidad y trascendencia para el presente y el futuro de las metrópolis.

 

Por ello, este es un punto de debate, acerca del cual se necesitan análisis, trabajos de investigación, evidencias, experiencias, porque nada está dicho en definitiva sobre este asunto abierto, vivo, que en los próximos años será crucial para el futuro de nuestras ciudades.

 

Agregó que las acciones de densificación se han registrado en el Distrito Federal desde los años 30. Sin embargo, fueron más acciones de particulares e inversionistas que de una política deliberada apoyada en una visión técnica, con objetivos claros y definidos para su conjunto.

 

Si bien no existían planes y programas sino hasta 1970 y 1980, las políticas públicas tendían a favorecer la expansión horizontal de la urbe, con una idea de propiciar una baja densidad y una desconcentración de actividades fuera del Centro Histórico.

 

Afirmó que las políticas de densificación no se han aplicado con una base técnica de por qué y bajo qué condiciones debe hacerse. Las clasificaciones territoriales se han hecho con bases débiles y poca fundamentación.

 

Manuel Perló aclaró que este programa, independientemente de su valoración, si ha tenido un impacto efectivo para redensificar las delegaciones centrales del DF. Desde las primeras acciones se pueden observar movimientos de oposición a las acciones, sobre todo por parte de los vecinos residentes en las zonas donde se ha propuesto aplicar los objetivos.

 

Por ello, quizá podamos, en un futuro no lejano, tener un crecimiento que combine lo mejor de la densificación, lo mejor de la ciudad compacta, pero también que permita la expansión, el crecimiento de manera controlada sin afectar la infraestructura ni los recursos naturales, detalló.

 

A su vez, Carlos Morales, representante en nuestro país del LILP, advirtió que si algo está faltando en varios países de América Latina, y el caso de México es quizá el más evidente, es que no hay una política de suelo urbano.

 

Dijo que “estamos en una etapa de maduración, gracias a lo cual ya podemos entrar, más allá del debate académico y con los funcionarios públicos, a uno más amplio con la sociedad y con los tomadores de decisiones”.

 

Indicó que las urbes mexicanas están en una desesperada competencia, al regalar densidades y usos del suelo. Otras no están haciéndolo y atraen múltiples inversiones. Por ello, “la densificación es un tema central en el debate de las políticas de suelo urbano”.

 

Por su parte, Laura Itzel Castillo, secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda del gobierno del Distrito Federal, recordó que al inicio de la actual administración en materia de producción de vivienda se encontraba paralizada.

 

Refirió que el DF recibe 62 metros cúbicos por segundo de agua, de los cuales 42 provienen de su misma cuenca, una zona que se debe preservar, y el resto de los veneros circunvecinos. “Hay que tomar en cuenta el desequilibrio que se ha dado entre la extracción y la inyección de este recurso”.

 

Aseveró que de continuar el incremento de la mancha urbana hacia esos espacios, se estará dejando de captar este recurso básico para el futuro del Distrito Federal. Es decir, es fundamental esta zona de recarga de mantos acuíferos dentro del suelo de conservación para tener garantizado el abasto futuro.

 

Sostuvo que el despoblamiento de la ciudad de México es una lógica del desarrollo que se va generando. Este proceso no es un fenómeno aislado que sólo sucede en el DF, sino en todas las ciudades del mundo, propiciado por la búsqueda de superficies de terreno grandes, para construir conjuntos habitacionales.

 

La funcionara concluyó que desde el inicio de esta administración han sido conscientes de que el DF tiene límites y que la vivienda es la detonadora del progreso urbano, y que tenemos que cambiar la lógica del crecimiento extensivo para promover un desarrollo intenso.

 

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Foto 01.

Manuel Perló, director del PUEC, y Mari Carmen Serra, coordinadora de Humanidades de la UNAM, coincidieron en que el tema de la redensificación de las ciudades es trascendental para las metrópolis.

 

Foto 02

Carlos Morales, del Lincoln Institute of Land Policy, advirtió en la UNAM que las ciudades mexicanas viven una desesperada competencia, al regalar densidades y usos del suelo.

 

Foto 03

En la Coordinación de Humanidades de la UNAM se llevó a cabo el V Seminario internacional de suelo urbano “Redensificación de la ciudad central ¿para qué, para quién, cómo?”.

 

Foto 04

La secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda del DF, Laura Itzel Castillo, reconoció en al UNAM que al inicio de la actual administración el Distrito Federal estaba paralizado en producción de vivienda.