06:00 hrs.  18 de Septiembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-720

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

URGE UNA POLÍTICA DE ESTADO FRENTE AL RIESGO SÍSMICO

 

·        El coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, René Drucker, indicó que no es posible continuar con el crecimiento desordenado de la ciudad

·        El director del Instituto de Ingeniería, Sergio Alcocer, planteó la creación de una  agencia oficial que atienda los desastres

·        Autoridades, expertos nacionales y extranjeros entregaron un reconocimiento especial, en un simposio-homenaje, al investigador emérito Luis Esteva Maraboto

 

Es urgente impulsar una política de Estado para reducir el riesgo sísmico en México, así como crear una agencia oficial que atienda los desastres, coincidieron autoridades universitarias, así como expertos nacionales y extranjeros durante el Simposio Luis Esteva Maraboto. Tendencias y retos de la ingeniería sísmica, en homenaje a este destacado investigador emérito del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

 

Al concluir el reconocimiento, realizado en el marco de las Jornadas Mexicanas sobre Sismos, el coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, René Drucker Colín, señaló la necesidad de que las autoridades y los legisladores realicen acciones concretas en la materia.

 

Manifestó que la ciudad debería contar ya con una regulación efectiva sobre la construcción de nuevos edificios y el otorgamiento de licencias, ya que no es posible continuar con el crecimiento desordenado de la capital.

Dentro de las actividades de la UNAM a veinte años de los sismos de 1985, indicó que los mapas geológicos que recientemente se entregaron a las autoridades del DF, claramente muestran una situación de enorme peligro para ciertos sectores de la sociedad, lo que  seguramente se reproduce en otros lugares del país.

 

Por ello, agregó, es necesaria una política de Estado que resuelva este problema, “porque va de por medio la vida de cientos y miles de mexicanos que habitan en zonas poco protegidas”.

 

Es urgente, insistió, que en los próximos meses se conforme un efectivo sistema de información de redes sísmicas para tomar acciones de protección a la sociedad, ante los movimientos telúricos u otros desastres naturales.

 

Drucker Colín recalcó que los mapas geológicos de la ciudad de México, los mantos acuíferos que existen, y los flujos poblacionales de la metrópoli, demuestran claramente que no ha habido tradicionalmente una política adecuada para regular su crecimiento y hacerla menos vulnerable ante los eventos de la naturaleza.

 

“Es momento de tomar decisiones efectivas con base a los conocimientos generados por la Universidad Nacional y otras instituciones, porque la población en conjunto está claramente en peligro”, expresó.

 

Por otro lado, destacó la trayectoria de Luis Esteva Maraboto, decano del Instituto de Ingeniería, entidad de la que fue director; quien además, fungió como, coordinador de la Investigación Científica.

 

En el Simposio, el homenajeado, quien recibió un reconocimiento especial, se congratuló de estar rodeado de un grupo de sus amigos, con quienes ha compartido la meta común de mejorar las condiciones de seguridad sísmica alrededor del mundo.

 

En efecto, 33 científicos de 14 países asistieron a esta reunión en su honor. Ante ellos, Esteva Maraboto manifestó su gratitud y simpatía debido a las innumerables muestras de estima. Un  agradecimiento especial fue para su familia y otro para Emilio Rosenblueth, figura pionera en la disciplina.

 

En su oportunidad, el director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Sergio Alcocer, destacó que el problema de reducción de riesgo sísmico tiene que ser visto bajo una política gubernamental, que implica la coordinación  a nivel estatal, federal y municipal.

 

México, recordó, es un país donde los temblores continuarán, por lo que las pérdidas que se han registrado “indican que tenemos un problema que requiere de una atención nacional y de una decisión de Estado”.

 

Sergio Alcocer planteó la creación de una agencia oficial que atienda los desastres, donde estén incluidos los seísmos, pero también las inundaciones, pues estos eventos cuestan un promedio anual de 700 millones de dólares, lo cual representa todo el presupuesto que dedica el gobierno federal al Programa Oportunidades.

 

El director del Instituto de Ingeniería de la UNAM abundó que se requieren enormes esfuerzos de educación y promoción sobre la importancia que tienen los reglamentos de construcción, ya que en la mayor parte de los municipios hacen falta.

 

Por ello, los daños en vivienda por sismos suman la tercera parte de los totales que se presentan en estas contingencias, por lo que se deben iniciar  esfuerzos de rehabilitación de las moradas más pobres y vulnerables, así como de escuelas y hospitales en las zonas de mayor peligro.

 

Alcocer Palacios concluyó que sí se pueden prevenir los desastres, pero con medidas planeadas. Una de las lecciones que deja el huracán Katrina, ejemplificó, es la falta de coordinación y comunicación entre las autoridades para proporcionar ayuda.

 

A la clausura del simposio asistieron el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, Julio César Córdoba; el  secretario de Obras del Gobierno del Distrito Federal, César Buen Rostro, así como Craig Comaitin, presidente del Instituto de Investigación sobre Ingeniería Sísmica, de Estados Unidos, entre otros.

 

Antes, participaron en una mesa de debate los expertos en materia sísmica de Francia, Alain Pecker; Irán, Moshen Ghafory-Ashtiany; Turquía, Polat  Gülkan, y Shunsuke Otani, Japón.

 

En ella, Roberto Meli, del Instituto de Ingeniería, advirtió que en los últimos cinco años se han olvidado las lecciones de los sismos de 1985 en la Ciudad de México, al tiempo que hay una disminución del número y calidad de los profesionales de la construcción en todos los niveles, así como una ausencia de verificación y control de la calidad de construcción, aunado a un creciente incumplimiento de la normativa.

 

Indicó que más del 50 por ciento de la edificación que se hace en el país se realiza sin la participación de profesionales y sin las licencias respectivas.

 

El francés Alain Pecker opinó que la más importante protección sísmica para los países es proporcionar una mejor educación a los ingenieros, tras señalar que los códigos normativos son esenciales para proteger a la sociedad.

 

Moshen Ghafory Ashtiany, de Irán, indicó que son necesarios mayores fondos de investigación o de lo contrario el escenario después de un sismo importante continuará sorprendiendo, pues no se esperaban ciertos factores.

 

El turco Polat Gülkan se refirió a  la ingeniería sísmica basada en el desempeño, mientras que el japonés Shunsuke Otani, habló sobre materiales y sistemas inteligentes.

 

 

 

Éste último revisó algunas de las lecciones del terremoto de Kobe, ocurrido en 1995, el cual dejó cinco mil 500 víctimas, de las cuales el 90 por ciento murieron bajo los edificios derrumbados, casas viejas de madera que no satisfacían los requerimientos de construcción.

 

De los edificios de concreto que se levantaron después de 1981, cuando se revisó la edificación, el 93 por ciento sobrevivieron y no requirieron reparaciones, lo que indica que lo último en ingeniería sí puede proteger a los edificios. Finalmente indicó que hay muchas oportunidades para utilizar materiales nuevos que mejoren el  desempeño de las estructuras.

 

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FOTO 1

Sergio Alcocer, director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, advirtió que sí se pueden prevenir los desastres, pero con medidas planeadas.

 

FOTO 2

Autoridades universitarias rindieron un homenaje a Luis Esteva Maraboto, investigador emérito de la UNAM, dentro de las actividades efectuadas a veinte años de los sismos de 1985.

 

FOTO 3.

René Drucker Colín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, dijo que es momento de tomar decisiones efectivas en materia de sismos, porque la población está en peligro.