Boletín UNAM-DGCS-716
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
LA BIBLIOTECA NACIONAL RECIBIÓ EL ACERVO DOCUMENTAL Y BIBLIOGRÁFICO DE BORIS ROSEN
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La entidad, bajo resguardo de la UNAM,
recibió de manos de la esposa del investigador, Raquel Tibol, la biblioteca de
quien fuera compilador de la obra del liberalismo mexicano del siglo XIX
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El acervo consta de 800 libros, documentos,
anotaciones, fotocopias de periódicos; las fuentes que el también periodista
utilizó durante la compilación, informó Rosa María Gasca, coordinadora de la BN
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Son textos de historia y literatura
política; sobre marxismo, en ediciones que no se consiguen en México tan
fácilmente, agregó
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Fue un trasterrado que arraiga en la lealtad
múltiple a la causa socialista, a la lucha contra el nazifascismo, a las
tradiciones literarias, y la historia del pueblo judío: Carlos Monsiváis
La Biblioteca Nacional (BN)
recibió el acervo documental y bibliográfico de Boris Rosen, quien fuera investigador
y compilador de la obra del liberalismo mexicano del siglo XIX, luego de que su
esposa, Raquel Tibol, lo donara a esta entidad bajo resguardo de la UNAM.
Al respecto, Rosa María Gasca,
coordinadora de la BN, informó que esta colección consta de 800 libros, además
de documentos y originales con algunas anotaciones, borradores y fotocopias de
periódicos: todas las fuentes que él utilizó para hacer sus trabajos. Son
textos de historia y literatura política; sobre marxismo, en ediciones que no
se consiguen en México tan fácilmente. Sin embargo, aún falta recibir otra
parte de su biblioteca.
En el marco del Coloquio El
liberalismo mexicano del siglo XIX. Homenaje a Boris Rosen –donde también
estuvieron Vicente Quirate, director del Instituto de Investigaciones
Bibliográficas, y el escritor José Luis Martínez–, la titular indicó que la
donación consta de algunas memorias que el homenajeado dejó inconclusas.
Ahora el investigador o
estudiante interesado en su obra encontrará en este acervo todo lo que leyó,
cuáles fueron sus inquietudes, hasta anécdotas personales que lo formaron como
hombre con congruencia moral y de izquierda, añadió.
En el Auditorio de la BN
destacó que, gracias a la generosidad de su esposa, Boris Rosen, el centinela
de la memoria nacional, como propuso que se le llamara Rafael Barajas, el Fisgón,
se encuentra con su biblioteca en el fondo de este recinto.
“Me lo imagino en los acervos
buscando periódicos y libros, revisando sus obras de Marx, Lenin y otros
teóricos del marxismo o del anarquismo”, señaló durante el homenaje que le organizó
el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, el Seminario de Bibliografía
Mexicana del Siglo XIX, y la Biblioteca Nacional-Hemeroteca Nacional.
Ucraniano de nacimiento, Boris Rosen llegó a México en
1928, estudió Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Se inició en el
periodismo en su lengua materna, yidish; sin embargo, a partir de la década de
los sesenta sus escritos en español fueron más comunes.
En el archivo donado se puede encontrar toda la colección
bibliográfica y documental que el autor utilizó en su compilación de las ideas
de los liberales del siglo XIX, que realizó durante toda su vida.
A partir de 1964 comenzó a publicar los documentos,
discursos y correspondencia de Benito Juárez, trabajo minucioso al que dedicó
casi diez años y que redituó en quince volúmenes. Su perseverancia y ardua
labor en la investigación lo condujeron a realizar la compilación de la obra
del escritor y político Pedro Santacilia, yerno del presidente Juárez, bajo el
título Pedro Santacilia, el Hombre y su obra (dos tomos, 1983).
Después editó las Obras Completas de Ignacio Ramírez “El
Nigromante” (ocho tomos, 1984-1989); Obras Completas de Francisco Zarco (veinte
tomos, 1989-1995); Obras Completas de Guillermo Prieto (veintinueve tomos
publicados en 1992-1999), y Obras Completas de Manuel Payno (cuyos primeros
doce tomos aparecieron entre 1999 y 2002).
La directora de la Biblioteca
Nacional agradeció a la esposa de Boris Rosen su generoso gesto, al considerar
a la BN de México como el mejor repositorio para albergar los libros que ahora
forman ya parte de la Colección Rosen, que se cuidará y conservará “con el amor
que él le prodigó a los libros”.
Apuntó que este Coloquio ha
sido un rico encuentro, propicio para difundir la obra y pensamiento de los
hombres del liberalismo mexicano, y tiene como hilo conductor el trabajo de
este investigador.
En su oportunidad, Raquel
Tibol informó que Boris Rosen no dejó ninguna disposición con respecto a su
abundante biblioteca de temas marxistas, en general de política, sociología y
filosofía. Por ello llamó a Rosa María Gasca, que tanto afecto le tuvo, para
comentarle qué podía hacer con las carpetas originales de su difunto marido.
“Me dijo que debían estar en la Biblioteca Nacional”, luego de haberlo consultado
con Vicente Quirarte.
Recordó que el homenajeado
trabajó en la Biblioteca Lerdo de Tejada, y acudía con humildad a pedir
colaboración a los demás. Llamaba a sus amigos con espontaneidad sin importar
la hora; les consultaba lo que consideraba pertinente. No estaba inmerso en su
egoísmo e individualidad. No lo hizo como académico, sino por vocación.
Por su parte, el escritor
Carlos Monsiváis afirmó que las llamadas que Boris Rosen le hacía fortalecían
“mi sentido del deber al subrayar mi ignorancia. Me llamaba a las 11 de la
noche y me preguntaba por un periódico liberal del que no tenía ni la más
remota idea”.
Fue erudito, sabio, el crítico
firmísimo, el militante de la política y del conocimiento; fue un trasterrado
que arraiga en la lealtad múltiple a la causa socialista, a la lucha contra el
nazifascismo, a las tradiciones literarias, y la historia del pueblo judío, a
las acciones imperialistas, a la exploración del pasado histórico donde
reconocerse o del cual distanciarse, argumentó.
El antisemitismo y lo
inevitable de los procesos migratorios del siglo XX obligaron a su familia a
salir; él llegó a México en 1928 y desde adolescente intervino en los medios de
las minorías radicales, urgidos de oponerse al nazifascismo y al capitalismo,
refirió.
Lector omnívoro, trabajó en la
fundación y desarrollo de organizaciones culturales de la comunidad hebrea
durante 20 años. Contribuyó a la izquierda de esas décadas impulsada por el
comunismo internacional y prosoviética. Tenía colecciones del boletín de la
URSS, detalló.
Fue delegado en congresos y
conferencias de la paz. Tiene una antología de escritos sobre este tema. Era
infatigable. Estuvo en política, que fue cuando empecé a tratarlo, expresó.
Participó en el comité de redacción de historia y sociedad; y trabajó en los
ocho tomos de la obra de Jorge L. Tamayo.
Siempre estuvo convencido del
valor supremo de la secularización, prerrequisito y espacio del pensamiento
socialista y la izquierda del siglo XX, especialmente de la mexicana, concluyó.
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FOTO 1
Un destacado
grupo de intelectuales comentó la reciente donación del acervo documental y
bibliográfico de Boris Rosen a la Biblioteca Nacional, entidad bajo resguardo
de la UNAM.
FOTO 2
Rosa María Gasca,
coordinadora de la Biblioteca Nacional, informó que la colección donada a esta
entidad de la UNAM consta de 800 libros, documentos y originales con
anotaciones, borradores y fotocopias de periódicos.
FOTOS 3.
Vicente Quirarte muestra a Raquel Tibol algunas de las publicaciones de Boris Rosen que se exponen en la Biblioteca Nacional, luego de la donación del acervo de este personaje a esta entidad de la UNAM.