06:00 hrs.  16 de Septiembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-716

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

LA BIBLIOTECA NACIONAL RECIBIÓ EL ACERVO DOCUMENTAL Y BIBLIOGRÁFICO DE BORIS ROSEN

 

·        La entidad, bajo resguardo de la UNAM, recibió de manos de la esposa del investigador, Raquel Tibol, la biblioteca de quien fuera compilador de la obra del liberalismo mexicano del siglo XIX

·        El acervo consta de 800 libros, documentos, anotaciones, fotocopias de periódicos; las fuentes que el también periodista utilizó durante la compilación, informó Rosa María Gasca, coordinadora de la BN

·        Son textos de historia y literatura política; sobre marxismo, en ediciones que no se consiguen en México tan fácilmente, agregó

·        Fue un trasterrado que arraiga en la lealtad múltiple a la causa socialista, a la lucha contra el nazifascismo, a las tradiciones literarias, y la historia del pueblo judío: Carlos Monsiváis

 

La Biblioteca Nacional (BN) recibió el acervo documental y bibliográfico de Boris Rosen, quien fuera investigador y compilador de la obra del liberalismo mexicano del siglo XIX, luego de que su esposa, Raquel Tibol, lo donara a esta entidad bajo resguardo de la UNAM.

 

Al respecto, Rosa María Gasca, coordinadora de la BN, informó que esta colección consta de 800 libros, además de documentos y originales con algunas anotaciones, borradores y fotocopias de periódicos: todas las fuentes que él utilizó para hacer sus trabajos. Son textos de historia y literatura política; sobre marxismo, en ediciones que no se consiguen en México tan fácilmente. Sin embargo, aún falta recibir otra parte de su biblioteca.

 

En el marco del Coloquio El liberalismo mexicano del siglo XIX. Homenaje a Boris Rosen –donde también estuvieron Vicente Quirate, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, y el escritor José Luis Martínez–, la titular indicó que la donación consta de algunas memorias que el homenajeado dejó inconclusas.

 

Ahora el investigador o estudiante interesado en su obra encontrará en este acervo todo lo que leyó, cuáles fueron sus inquietudes, hasta anécdotas personales que lo formaron como hombre con congruencia moral y de izquierda, añadió.

 

En el Auditorio de la BN destacó que, gracias a la generosidad de su esposa, Boris Rosen, el centinela de la memoria nacional, como propuso que se le llamara Rafael Barajas, el Fisgón, se encuentra con su biblioteca en el fondo de este recinto.

 

“Me lo imagino en los acervos buscando periódicos y libros, revisando sus obras de Marx, Lenin y otros teóricos del marxismo o del anarquismo”, señaló durante el homenaje que le organizó el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, el Seminario de Bibliografía Mexicana del Siglo XIX, y la Biblioteca Nacional-Hemeroteca Nacional.

 

Ucraniano de nacimiento, Boris Rosen llegó a México en 1928, estudió Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Se inició en el periodismo en su lengua materna, yidish; sin embargo, a partir de la década de los sesenta sus escritos en español fueron más comunes.

 

En el archivo donado se puede encontrar toda la colección bibliográfica y documental que el autor utilizó en su compilación de las ideas de los liberales del siglo XIX, que realizó durante toda su vida.

 

A partir de 1964 comenzó a publicar los documentos, discursos y correspondencia de Benito Juárez, trabajo minucioso al que dedicó casi diez años y que redituó en quince volúmenes. Su perseverancia y ardua labor en la investigación lo condujeron a realizar la compilación de la obra del escritor y político Pedro Santacilia, yerno del presidente Juárez, bajo el título Pedro Santacilia, el Hombre y su obra (dos tomos, 1983).

 

Después editó las Obras Completas de Ignacio Ramírez “El Nigromante” (ocho tomos, 1984-1989); Obras Completas de Francisco Zarco (veinte tomos, 1989-1995); Obras Completas de Guillermo Prieto (veintinueve tomos publicados en 1992-1999), y Obras Completas de Manuel Payno (cuyos primeros doce tomos aparecieron entre 1999 y 2002).

 

La directora de la Biblioteca Nacional agradeció a la esposa de Boris Rosen su generoso gesto, al considerar a la BN de México como el mejor repositorio para albergar los libros que ahora forman ya parte de la Colección Rosen, que se cuidará y conservará “con el amor que él le prodigó a los libros”.

 

Apuntó que este Coloquio ha sido un rico encuentro, propicio para difundir la obra y pensamiento de los hombres del liberalismo mexicano, y tiene como hilo conductor el trabajo de este investigador.

 

En su oportunidad, Raquel Tibol informó que Boris Rosen no dejó ninguna disposición con respecto a su abundante biblioteca de temas marxistas, en general de política, sociología y filosofía. Por ello llamó a Rosa María Gasca, que tanto afecto le tuvo, para comentarle qué podía hacer con las carpetas originales de su difunto marido. “Me dijo que debían estar en la Biblioteca Nacional”, luego de haberlo consultado con Vicente Quirarte.

 

Recordó que el homenajeado trabajó en la Biblioteca Lerdo de Tejada, y acudía con humildad a pedir colaboración a los demás. Llamaba a sus amigos con espontaneidad sin importar la hora; les consultaba lo que consideraba pertinente. No estaba inmerso en su egoísmo e individualidad. No lo hizo como académico, sino por vocación.

 

Por su parte, el escritor Carlos Monsiváis afirmó que las llamadas que Boris Rosen le hacía fortalecían “mi sentido del deber al subrayar mi ignorancia. Me llamaba a las 11 de la noche y me preguntaba por un periódico liberal del que no tenía ni la más remota idea”.

 

Fue erudito, sabio, el crítico firmísimo, el militante de la política y del conocimiento; fue un trasterrado que arraiga en la lealtad múltiple a la causa socialista, a la lucha contra el nazifascismo, a las tradiciones literarias, y la historia del pueblo judío, a las acciones imperialistas, a la exploración del pasado histórico donde reconocerse o del cual distanciarse, argumentó.

 

El antisemitismo y lo inevitable de los procesos migratorios del siglo XX obligaron a su familia a salir; él llegó a México en 1928 y desde adolescente intervino en los medios de las minorías radicales, urgidos de oponerse al nazifascismo y al capitalismo, refirió.

 

Lector omnívoro, trabajó en la fundación y desarrollo de organizaciones culturales de la comunidad hebrea durante 20 años. Contribuyó a la izquierda de esas décadas impulsada por el comunismo internacional y prosoviética. Tenía colecciones del boletín de la URSS, detalló.

 

Fue delegado en congresos y conferencias de la paz. Tiene una antología de escritos sobre este tema. Era infatigable. Estuvo en política, que fue cuando empecé a tratarlo, expresó. Participó en el comité de redacción de historia y sociedad; y trabajó en los ocho tomos de la obra de Jorge L. Tamayo.

 

Siempre estuvo convencido del valor supremo de la secularización, prerrequisito y espacio del pensamiento socialista y la izquierda del siglo XX, especialmente de la mexicana, concluyó.

 

 

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FOTO 1

 

Un destacado grupo de intelectuales comentó la reciente donación del acervo documental y bibliográfico de Boris Rosen a la Biblioteca Nacional, entidad bajo resguardo de la UNAM.

 

 

FOTO 2

 

Rosa María Gasca, coordinadora de la Biblioteca Nacional, informó que la colección donada a esta entidad de la UNAM consta de 800 libros, documentos y originales con anotaciones, borradores y fotocopias de periódicos.

 

 

FOTOS 3.

 

Vicente Quirarte muestra a Raquel Tibol algunas de las publicaciones de Boris Rosen que se exponen en la Biblioteca Nacional, luego de la donación del acervo de este personaje a esta entidad de la UNAM.