Boletín UNAM-DGCS-699
Ciudad Universitaria
Pie de foto al final del boletín
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El rector Juan Ramón de la Fuente afirmó que
la trayectoria polifacética de Aguilar Zínser merece ser recordada por las
nuevas generaciones de universitarios
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Fue un funcionario polémico, que siempre
estuvo ligado a su Alma Mater
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José Luis Valdés Ugalde, Ángeles Aguilar
Zínser, Porfirio Muñoz Ledo y Beatriz Paredes Rangel destacaron la inteligencia
crítica y la imaginación política del homenajeado
La Universidad Nacional rindió
homenaje póstumo al distinguido académico, político, diplomático e intelectual
Adolfo Aguilar Zínser, figura de gran trascendencia para la vida académica de
la institución y de México.
En este marco, el rector Juan
Ramón de la Fuente señaló que la trayectoria polifacética de Aguilar Zínser
merece ser recordada por las nuevas generaciones de universitarios, por lo que
significan sus logros, múltiples contribuciones y la riqueza de su legado.
Expresó que fue un académico
distinguido y un funcionario polémico que siempre estuvo ligado a la UNAM,
desde el inicio de su desarrollo profesional y de manera señalada durante el
último tramo de su vida, cuando decidió regresar a su Alma Mater y emprender
con vitalidad y entusiasmo nuevos y trascendentes proyectos que siguen vigentes
y a los que se les dará continuidad.
De la Fuente destacó que en la
Roma clásica había una manera peculiar de referirse a la muerte de aquellos
personajes que, como lo es Aguilar Zínser, habían sido trascendentes: “Ha
vivido”, decían en lugar de “ha
muerto”.
En su oportunidad, el director
del Centro de Investigaciones de América del Norte (CISAN), José Luis Valdés
Ugalde -en cuya entidad se desempeñaba el homenajeado-, expresó que este
personaje se construyó a sí mismo como un sujeto independiente que alternaba
entre la academia y la política en forma virtuosa.
Aguilar Zínser, abundó, era un
intelectual crítico que contaba con una estructura lógica en su pensamiento,
que le permitía elaborar propuestas que eran asequibles al entendimiento común
y resultado de una inteligencia compleja.
Expresó que era un artesano
incansable que poseía un pensamiento sagaz, quien valoraba los hechos de la
realidad nacional o internacional y tejía con extremo cuidado los escenarios
posibles para interpretarla y enfrentarla.
“La de Adolfo Aguilar era una
inteligencia política de alta intensidad y sumamente valiente; así como no daba
tregua y con ella embestía a la
realidad en forma implacable, también era la suya una conducta generosa”,
precisó.
Aseveró que nunca aceptó ser
un intelectual orgánico o del poder, sino que construía escenarios para lograr
la antiprivatización de lo político y la ciudadanización de lo público.
Con su partida, México pierde
un pensador y un luchador por la
democracia y deja un hueco importante que los demócratas de cualquier signo
ideológoico reconocen, manifestó.
En representación de los
familiares, Ángeles Aguilar Zínser leyó un texto elaborado por Héctor Enrique
Vasconcelos Cruz, diplomático, escritor y amigo del homenajeado, en el que se
resalta que siempre fue un luchador en busca de que México fuera un mejor país,
con cambios en el sistema político y sin corrupción.
En el escrito se resalta que
nunca perteneció a ningún partido político, por lo que no incurrió en
transferencias partidistas ni inconsistencias, pues fue un actor independiente
ajeno a camarillas.
A su vez, el embajador
Porfirio Muñoz Ledo expuso que Aguilar Zínser poseía una gran dote de
imaginación política y consideraba que la postura exterior era lo más ajeno al
engaño, pues su fundamento está en la verdad.
Su experiencia en las Naciones
Unidas y en el Consejo de Seguridad, abundó, fue la culminación de lo
aprendido, donde toda su vida tomó sentido, al recaer en un solo hombre la
carga histórica de la nación ante el propósito de una invasión a Irak.
Con su actuar frente a estos
acontecimientos, México volvió a ser portador de dignidad y actor
importante del escenario internacional,
pues, para Aguilar Zínser, coincidir con
Estados Unidos no significaba sometimiento.
A su vez, Beatriz Paredes
Rangel, presidenta de la Fundación Colosio,
consideró a Aguilar Zínser como un personaje de inteligencia lúcida, con
personalidad política inquieta que nunca buscó cercanía por dinero o poder.
Consideraba que ningún partido
tenía el monopolio de la verdad, pues a su interior estas instituciones tenían
su propio paraíso e infierno, por lo que sabía acercarse y alejarse, cambiaba
de embarcación, pero no de rumbo.
Concluyó que Aguilar Zínser
planteó la necesidad de revisar la relación con Estados Unidos en aspectos como
el problema jurisdiccional en el combate al narcotráfico, en torno a los
acuerdos comerciales suscritos y en materia de protección a los migrantes.
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FOTO 1.
Familiares de Adolfo Aguilar Zínser durante el
homenaje que la Universidad Nacional rindió a quien fuera uno de sus destacados
académicos.