Boletín UNAM-DGCS-695
Ciudad Universitaria
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LA UNAM, LÍDER EN INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SÍSMICOS DE AMÉRICA LATINA
En el marco de las Jornadas
Mexicanas sobre Sismos, a 20 años de los terremotos de 1985, la UNAM destaca
como la principal institución de América Latina que realiza estudios en esta
materia por ser un problema real que enfrenta, de suma importancia y un riesgo
a la seguridad nacional de México. Ello, le permitió hace dos décadas medir los
movimientos telúricos que se registraron el 19 de septiembre.
La Universidad Nacional,
subrayaron los directores de los institutos de Ingeniería (II), Sergio Alcocer
Martínez de Castro, y de Geofísica (IGf), José Francisco Valdés Galicia, tiene
una tradición centenaria en el estudio de los sismos. Ha sido responsable de
observarlos, elaborar los criterios de diseño para las estructuras del país y
los reglamentos de construcciones.
Aseveraron que se tienen
avances importantes tanto en el entendimiento de cómo se generan, sus efectos,
y las medidas a tomar para reducir éstos últimos en las infraestructuras,
dotarlas de mayor seguridad y, por ende, reducir las pérdidas económicas y
sociales.
Como muestra de las diferentes
investigaciones que realizan entidades como los institutos de Ingeniería y de Geofísica, destacaron el Laboratorio de
la Mesa Vibradora del II, sistema que se utiliza como simulador de sismos y
para pruebas dinámicas, lo que permite el estudio del efecto de los temblores
en las construcciones.
En conferencia de prensa,
Sergio Alcocer Martínez de Castro, José Francisco Valdés y el investigador del
II, Eduardo Reynoso, precisaron que el equipo de la Mesa Vibradora es único en
México y el más grande y moderno en América Latina con estas características.
Además, es el segundo equipo
más silencioso del mundo, después del que se tiene en Japón, lo que demuestra
su robustez y fidelidad.
Sergio Alcocer señaló que en
nuestro país cada año se gasta un promedio de 700 millones de dólares, producto
de la respuesta ante los desastres, ya sean inundaciones, sismos o problemas
volcánicos. Ese monto equivale a todo el presupuesto que el gobierno federal
gasta dentro del Programa de Oportunidades.
A principios de 2005, indicó,
en una conferencia en Japón varios países, entre ellos México, asumieron el
compromiso de destinar al menos diez por ciento de lo que gastan, es decir 70
millones de dólares, en labores de tipo preventivo: en investigación,
desarrollo tecnológico, alertamiento y mantenimiento.
Sostuvo que el problema
sísmico es real, por lo que se debe buscar que sea considerado como prioridad
nacional. Puso el ejemplo de Nueva Orleáns, Estados Unidos, donde se hicieron
evidentes las consecuencias de no invertir oportunamente en medidas de
prevención.
José Francisco Valdés comentó
que el lunes pasado el Servicio Sismológico Nacional (SSN) cumplió 95 años
de existencia; y en 2006 serán 100 años de las observaciones sísmicas en el
país, pues “vivimos en una nación que inescapablemente tiene sismos”.
El país está cerca de la
frontera de dos placas, de Cocos y Norteamérica, y se están subduciendo, lo que
genera tensión en la Costa Occidental mexicana. Dentro del territorio nacional
hay un sinnúmero de fallas activas, para que entre todas haya un temblor de
magnitud mayor de siete grados cada dos años, en las últimas seis décadas.
Son fenómenos con los que
debemos convivir, dado que al día se registran entre 60 y 70 movimientos
telúricos de magnitud mayor de tres grados. Para ello se requiere un monitoreo
apropiado, de manera seria, dirigido por especialistas y, por eso, la nación mexicana
le ha encargado a la UNAM el resguardo de la información.
Destacó que un temblor no se
puede predecir, pero el país es altamente sísmico por lo que en cualquier
momento se pueden registrar, por lo que, al igual que Sergio Alcocer, consideró
fundamental aplicar medidas preventivas encaminadas especialmente a crear una
cultura sísmica en toda la población.
Eduardo Reynoso externó que
los reglamentos sobre construcciones se elaboraron con criterios adecuados y
los edificios recientes se construyeron con base en esa normatividad.
Luego de que el encargado del
Laboratorio, Roberto Durán, mostró el funcionamiento de la Mesa Vibradora, con
la reproducción de los sismos de México en 1985; Kobe, Japón, en 1995, y
Northridge, en Los Ángeles, en 1994, los especialistas explicaron que
diferentes instituciones, encabezadas por la UNAM, llevan a cabo las Jornadas
Mexicanas sobre Sismos, las cuales son un conjunto de eventos de carácter
académico sobre sismología.
Resaltaron la importancia de
estas Jornadas porque por primera vez se reunieron los expertos de las áreas de
Ciencias de la Tierra y Sociales, así como las ingenierías, para organizar
eventos en los que se analiza el tema sísmico, por ser un problema
multidisciplinario que debe ser atendido de manera conjunta.
Sergio Alcocer informó que
dentro de las Jornadas hoy se realiza un evento de Mecánica de Suelos; a partir
de mañana y hasta el domingo se efectuará el Congreso de Ingeniería Sísmica; el
lunes próximo se llevará a cabo un Simposio en homenaje a Luis Esteva Maraboto,
uno de los investigadores eméritos del II; el martes, se desarrollará un acto
sobre los aspectos sociales en torno a los temblores.
Los actos, concluyó,
culminarán el 19 de septiembre con la inauguración de una exposición en el Museo
de las Ciencias, Universum, y por la tarde se presentarán las conclusiones,
sobre todo las medidas que se deben tomar en materia de reducción de riesgo
sísmico en el país.
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