15:00 hrs.  05 de Septiembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-688

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

ALTERAN EL COMPORTAMIENTO HUMANO  LOS DESASTRES NATURALES

 

·        Afirmó Lucy María Reidl Martínez, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, al inaugurar el Primer Coloquio sobre las Dimensiones Psicosociales del Cambio Ambiental Global

·        Buena parte del aceleramiento en los procesos del cambio ambiental tiene su origen en causas antropogénicas, aseveró el académico universitario, Javier Urbina

·        La principal vulnerabilidad de la Ciudad de México está asociada a las inundaciones, sostuvo Claudia Sheinbaum Pardo, secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal

 

Muchos de los problemas surgidos de fenómenos naturales están vinculados con el comportamiento humano, por ello es conveniente apoyar el trabajo multidisciplinario en las ciencias sociales, a fin de fortalecer las medidas adoptadas por los gobiernos para hacer frente a esta realidad que afecta al individuo y a la sociedad, afirmó Lucy María Reidl Martínez, directora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

 

Al inaugurar el Primer Coloquio sobre las Dimensiones Psicosociales del Cambio Ambiental Global, donde también estuvo presente Jorge Tamés Batta, director de la Facultad de Arquitectura (FA), la funcionaria destacó que las ciencias sociales y del comportamiento tienen un papel importante porque ayudan a fortalecer las prescripciones que en cualquier nivel de gobierno se establezcan para tratar ese tipo de problemas.

Con este evento se contribuye a la búsqueda de soluciones a los grandes conflictos nacionales, en este caso lo referente al cambio total global, indicó.

 

En su oportunidad, Roberto Quaas Weppen, director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, recalcó: “Si no cooperamos todos los sectores de la sociedad, ni fomentamos estos espacios de discusión multidisciplinaria, no podremos afrontar los problemas ocasionados por el cambio general global”.

 

A su vez, Virginia García Acosta, directora del Centro de Investigaciones en Antropología Social, aseguró que los desastres son procesos multicausales y como tales deben ser entendidos, aprendidos y tratados. Por ello, celebró que esto se empiece a ver desde una perspectiva multidisciplinaria.

 

No obstante, destacó, en realidad se trata de un conjunto de fenómenos que se vincula con muchos otros campos de conocimiento, entre ellos el psicosocial.

 

Considérese, por ejemplo, que buena parte del aceleramiento en los procesos del cambio ambiental tiene su origen en causas antropogénicas, es decir, su móvil principal es el comportamiento humano, ya sea individual, familiar, colectivo o comunitario, es decir, los estilos de vida son los ejes que mueven las actividades cotidianas, las cuales a  su vez generan o agudizan las transformaciones del entorno.

 

Una prueba de ello, refirió, la tenemos ahora con los sucesos de Mississippi y Louisiana, Estados Unidos. Todos se asombran de que la nación más poderosa del mundo no haya podido enfrentar con previsión los daños causados por el huracán Katrina.

 

Esto es sólo una muestra de la ilusoria percepción de vulnerabilidad, que regularmente se presta a suponer que uno está a salvo y son los demás quienes corren riesgo, abundó en la Sala de Consejo de la FA.

 

Si bien este es un evento pionero, de aquí podemos obtener iniciativas de trabajo conjunto entre disciplinas que nunca o casi nunca se han acercado. Si se propicia que en sus futuros proyectos los especialistas de un campo se acerquen a los de otro para realizar esfuerzos, los logros obtenidos serán por demás importantes, subrayó.

 

Al dictar la conferencia Estrategia local de acción climática, Claudia Sheinbaum Pardo, secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal, sostuvo que la principal vulnerabilidad de la Ciudad de México está asociada a las inundaciones y, en este sentido, los escenarios orientan a que va a haber más precipitaciones pluviales. 

 

De hecho, destacó, se requieren alrededor del 15 mil millones de pesos para poder resolver este problema. Sin embargo, estas inversiones se han venido retrasando: primero, por la falta de inversión en la metrópoli y, segundo, porque si bien el gobierno del DF ha erogado en este rubro, no ha sido suficiente para prevenir desastres de este tipo.

 

La investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM mencionó que si aún en este momento el mundo estabilizara sus emisiones, de todas maneras el incremento en la temperatura y lo que significaría el cambio climático, con episodios como los vistos recientemente,  afectarían el planeta.

 

En términos de la discusión internacional, señaló, los países industrializados tienen una responsabilidad histórica por la concentración de bióxido de carbono en la atmósfera; no obstante, algunas de las naciones en desarrollo dentro de 15 años van a tener prácticamente la misma obligación.

 

Comentó que México es el décimo tercer país en términos de emisión de gases de efecto invernadero, es decir, “nuestra contribución por este concepto es considerable, porque estamos entre los 15 países del mundo que más bióxido de carbono liberan a la atmósfera”.

 

Por ello, subrayó, aunque en estos momentos no tengamos una obligación internacional formal, sí es importante que el país se plantee una serie de estrategias para reducir su contribución a este fenómeno climático.

Concretamente, precisó, de las emisiones totales del país, la Zona Metropolitana del Valle de México contribuye con alrededor del 12 por ciento, provenientes del consumo de energía, aunque menos del 0.1 por ciento son forestales.

 

Finalmente, mencionó que los programas ambientales del Distrito Federal en esta materia se enfocan a aspectos como: calidad del aire; industria limpia; suministro de agua en calidad y cantidad; manejo del arbolaje y parques urbanos; restauración y conservación de la zona forestal; conservación de la biodiversidad; prevención y combate de incendios forestales, y restauración ecológica de áreas naturales y protegidas.

 

Al hacer uso de la palabra, Javier Urbina Soria coordinador del Coloquio y académico de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, aseveró: “Con este Coloquio queremos destacar la pertinencia del conocimiento social, psicológico, antropológico, sociológico, histórico y económico para abordar el cambio global, el cual parece estar más ubicado en las llamadas ciencias duras, pero que destaca también en las sociales y del comportamiento”.

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01

Lucy María Redil y Jorge Tamés inauguraron el Primer Coloquio sobre las Dimensiones Psicosociales del Cambio Ambiental Global, que se realiza en la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

 

 

FOTO 02

Buena parte del aceleramiento en los procesos del cambio ambiental tiene origen en causas antropogénicas, aseveró el académico de la UNAM Javier Urbina Soria, en el Primer Coloquio sobre las Dimensiones Psicosociales del Cambio Ambiental Global.

 

 

FOTO 03

Roberto Quaas Weppen, director del CENAPRED, participó en la inauguración del Primer Coloquio sobre las Dimensiones Psicosociales del Cambio Ambiental Global, en la UNAM.

 

 

FOTO 04

En el Primer Coloquio sobre las Dimensiones Psicosociales del Cambio Ambiental Global en la UNAM, Virginia García Acosta, directora del Centro de Investigaciones en Antropología Social, aseveró que los desastres naturales son procesos multicausales.

 

 

FOTO 05

Claudia Sheinbaum Pardo, secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal, sostuvo en la UNAM que la principal vulnerabilidad de la Ciudad de México está asociada a las inundaciones.

 

 

FOTO 06

Público asistente al Primer Coloquio sobre las Dimensiones Psicosociales del Cambio Ambiental Global, que se efectúa en la UNAM del 5 al 7 de septiembre.