10:00 hrs.  01 de Septiembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-676

Ciudad Universitaria

 

Pie de foto al final del boletín

 

DONAN A LA UNAM EL ARCHIVO DOCUMENTAL DE CARLOS PELLICER

 

·        El sobrino del poeta lo depositó en la Biblioteca Nacional para su custodia y acceso

·        Carlos Pellicer logró el ideal vasconcelista de modelar conciencias, modificar espacios y fundar instituciones, afirmó Vicente Quirarte, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas

·        Conservar este fondo en nuestra Alma Mater es mantener la memoria de nuestra cultura, consideró Carlos Pellicer López

 

La Universidad Nacional Autónoma de México recibió el archivo documental y fotográfico del poeta Carlos Pellicer, que formará parte del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional. Se trata de un acervo que contiene su obra escrita y más de dos mil fotografías.

 

Al presidir la Ceremonia de donación, Vicente Quirarte, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM, afirmó que Carlos Pellicer consumó el trabajo secreto y solitario del poeta, pero logró además el ideal vasconcelista de modelar conciencias, modificar espacios y fundar instituciones.

 

Señaló que este personaje supo encarnar el mito del poeta como héroe, aquel que convierte sus palabras en instrumentos para la acción.

 

Sus tempranas peregrinaciones por Sudamérica como delegado estudiantil; su periplo italiano del cual nos quedan deslumbrantes epístolas; su revelación en Tierra Santa, cuyo paisaje había de prolongar en sus legendarios nacimientos; su auténtico y profundo nacionalismo; su rebeldía para sentir como cristiano y luchador social cualquier injusticia; su reconstrucción de los escenarios olmecas que en piedra y barro dejaron su vida palpitante, lo convierten en figura proteica, sostuvo.

 

Con tal espíritu, destacó Vicente Quirarte, llega a nuestra Universidad y la Biblioteca Nacional el Archivo “Carlos Pellicer”. En realidad, todas las palabras no bastarían para expresar nuestra gratitud al pintor Carlos Pellicer López, defensor permanente del legado del poeta y quien hoy lo deposita para su custodia y acceso en este recinto.

 

Como investigador de este Instituto, me comprometo a registrar en fecha próxima el proyecto de una biografía documental con base en esta rica colección, síntesis de una etapa crucial en la historia cultural mexicana, aseveró.

 

En su oportunidad, Carlos Pellicer López aseguró: “Creo que la Biblioteca Nacional es la custodia ideal para este acervo. Es la institución especializada, desde el siglo XIX, que se ha hecho cargo de preservar los más valiosos libros y documentos; por ello, “conservar este fondo en nuestra Alma Mater es conservar  la memoria de nuestra cultura”.

 

Este archivo, explicó, se hizo sin proponérmelo, sin darme cuenta. A la muerte de mi tío supe que debía reunir sus manuscritos y poco a poco todos los documentos que guardaban relación con su vida.

 

El poeta padecía “urraquismo”, esa dolencia que él bautizó y tipificó, y consiste en guardar como las urracas todos los objetos considerados atractivos, lo cual podía ser desde una corcholata o un boleto del tranvía, hasta una pintura de José María Velasco. Todo se guardaba, destacó en el auditorio de la Biblioteca Nacional.

 

A mi tío nunca le gustó desprenderse de sus manuscritos, por ello se conservan alrededor del 80 por ciento de ellos, lo cual es notable si, como me dicen los especialistas, la obra de Carlos Pellicer es la más vasta de nuestros poetas, puntualizó.

En este sentido, abundó, no puedo dejar de mencionar la correspondencia con sus contemporáneos y amigos, además de los originales de libros que seguramente esperaban su lectura y juicio. También se encuentran los autógrafos y manuscritos de personajes que sin haberlos conocido coleccionó por admiración y generosidad de sus amigos.

 

Otros documentos referentes a su tierra deben haber llegado a sus manos con la esperanza de los donantes de entregarlos a buen cuidado, lo cual hoy se cumple, enfatizó.

 

El acervo fotográfico es extenso, precisó, comienza con los álbumes de familia que nos hacen suspirar por sus diseños lujosos y las huellas implacables del tiempo, llenos de tantos silencios misteriosos, de tantos rostros que ya no pueden decir sus nombres, y termina con la imagen que parece ser la última de Carlos Pellicer con su ropa en el perchero, abandonada en la terraza de su cuarto, cumpliendo con los versos del poema: “Así, cuando la muerte venga a buscarme, mi ropa solamente encontrará”.

 

Hay fotografías de amigos, escritores, músicos, pintores, bailarines, políticos y toreros. Otras son de lugares, edificios, construcciones, piezas y edificios arqueológicos, pintura y escultura de diferentes épocas, testimonios de sus intereses y aficiones en estos ámbitos, detalló.

 

Otra sección, comentó, es la de los periódicos. Muchos se guardaron porque hacen mención de él o de sus obras, pero muchos más porque tenían un artículo con una fotografía que le interesaba.

 

Por su parte, Rosa María Gasca, coordinadora de la Biblioteca Nacional, señaló: “Con amor y dedicación, Carlos Pellicer López fue formando este espléndido archivo en el que cada expediente es una sorpresa con numerosos documentos a través de los que se palpa los grandes creadores del siglo XX mexicano e iberoamericano”.

 

Su distinción y confianza en esta institución nos honra y nos responsabiliza para continuar con su labor de difusión, al facilitar su consulta a los investigadores, afirmó.

 

La importancia de esta donación a esta biblioteca, enfatizó, garantiza que el fondo permanezca en el país; se integra a esta casa de estudios como patrimonio cultural de la nación; refrenda el papel de la Universidad Nacional como un sitio vivo de cultura, además del beneficio que significa para la comunidad académica y estudiantil.

 

El archivo documental que hoy se recibe constituye un testimonio de la cultura mexicana a partir de la biografía intelectual del poeta, que enriquece las colecciones, subrayó.

 

En un primer acercamiento al nutrido fondo se pueden apreciar varios tipos de documentos: poemas originales de Pellicer y de otros poetas como Urbina, Paz y Novo, entre otros; correspondencia abundante (cartas y la colección de tarjetas postales); documentos de viaje de todo tipo (notas, publicidad de los hoteles); programas, invitaciones, obras en prosa y una espléndida colección de fotografías, precisó.

 

A su vez, Gonzalo Celorio, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, consideró que el recuerdo de Carlos Pellicer sigue vivo, “tan vivo como aquellos versos convertidos en plegaria en los que el poeta le ruega al señor: Abre los corazones de los hombres de América, madura sus almas todavía tan amargas”.

 

Hoy se cuenta con un fondo gracias a la generosidad de Carlos Pellicer López, quien ha conservado y difundido los textos del poeta con amoroso cuidado y de la veneración que nuestra Universidad le profesa a uno de sus hijos más ilustres y queridos, consideró.

 

Por ello, indicó, celebro que se haya tomado la determinación de poner bajo la custodia de la Biblioteca Nacional el archivo del autor y que la UNAM haya asumido el compromiso de resguardarlo y difundirlo con el mismo celo y amor con que hasta ahora lo ha hecho su sobrino.

 

En ese  marco, el escritor Felipe Garrido mencionó que Carlos Pellicer vivió y escribió cada uno de sus días colmado de optimismo. “Un optimista no es un ingenuo, un optimista ha probado la hiel y el vinagre, pero sabe encontrar fuerza para seguir el camino. Un optimista está consciente de que el mundo es un lugar atroz pero confía en que es posible mejorarlo”.

 

Por último, Máximo Evia, secretario de Cultura, Recreación y Deporte del Estado de Tabasco, concluyó: “Estamos complacidos porque sentimos que a partir de hoy se inicia un nuevo proyecto para dar a conocer y difundir mejor el archivo personal del maestro Carlos Pellicer”.

 

 

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FOTO 01

La Universidad Nacional Autónoma de México recibió el archivo documental y fotográfico del poeta Carlos Pellicer.

 

FOTO 02

Gonzalo Celorio, Rosa María Gasca, Carlos Pellicer López, Vicente Quirarte, Máximo Evia y Felipe Garrido, durante la ceremonia de donación del archivo del poeta Carlos Pellicer a la UNAM.

 

FOTO 03.

Carlos Pellicer López y Vicente Quirarte en la ceremonia de donación del archivo de Carlos Pellicer a la UNAM, que contiene su obra escrita y más de dos mil fotografías.