Boletín UNAM-DGCS-650
Ciudad
Universitaria
Pies de foto al
final de boletín
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Dijo en la UNAM Julia Santibáñez, directora de la empresa Impresiones
Aéreas, quien agregó que bien podrían investigarse el vestido mexicano y la
indumentaria como arte
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Durante el Seminario sobre Vestido, Moda y
Cultura, organizado por el Programa
Universitario de Estudios de Género, que dirige Marisa Belausteguigoitia
El tema de la moda en nuestro país se ha
analizado poco, cuando podría estudiarse desde diferentes disciplinas, como la
sociología, psicología, diseño, mercadotecnia, economía y comunicación, entre
otras, indicó en la UNAM Julia Santibáñez, directora de la empresa Impresiones
Aéreas, quien agregó que bien podrían investigarse el vestido mexicano y la
indumentaria como arte.
El problema, comentó, es que para muchos
intelectuales ese tipo de análisis pertenece a una esfera inferior del
conocimiento, lo consideran superficial y con poca sustancia; se le acusa de
tener rasgos de irracionalidad, ligereza y frivolidad, así como de representar
lo engañoso, irreal o no auténtico.
Quizá esa visión negativa, adujo, proviene de
su relación de género, la que se le dio a partir del siglo XIX, cuando se le
relacionó casi exclusivamente con la mujer y, como a ella, en nuestra sociedad
o se le idolatra o se le considera secundaria.
Tras ser presentada por Marisa
Belausteguigoitia, directora de Programa Universitario de Estudios de Género
(PUEG), Julia Santibáñez añadió que, sin embargo, para otro sector de la
población, la moda ofrece horizontes nuevos, enriquece la vida, la hace
variada; adorna y distingue, pues deja sitio a la manifestación de gusto
personal; se da siempre a partir de límites no escritos: según intuiciones,
gustos, pareceres, limitaciones y el deseo de pertenencia.
Durante el primer día de actividades del
Seminario sobre Vestido, Moda y Cultura organizado por el PUEG, añadió que
mucha de la ambivalencia en torno al tema tiene que ver con su relación con
representaciones que tocan atributos como edad, género, estatus, belleza,
erotismo y raza.
La especialista añadió que es un hecho que la
gente de todas las culturas se viste o adorna y lo ha hecho de alguna manera.
“El cuerpo desnudo comunica poco, a partir de la indumentaria es como nos
construimos socialmente e, incluso para nosotros mismos”.
La cuestión, sostuvo, es que el vestido y la
moda son formas significativas de construir, experimentar y entender las
relaciones sociales. A partir de ambos las personas ponen en orden el mundo y
le dan sentido. “De golpe podemos entender muchas cosas de alguien a partir de
su apariencia”.
El vestido –el cual según Julia Santibáñez se
refiere a las prendas y todo lo que incluye el arreglo personal: peinado,
adornos, accesorios, ropa interior– parte de un mensaje corporal que expresa
valores culturales, sentimientos, estado de ánimo, conceptos de género, deseos,
creencias, relaciones de poder y experiencias. Estas últimas, particularmente
las de carácter social, las organiza: no es lo mismo lo que uno viste para ir a
la playa, una boda, hacer deporte o visitar a un moribundo.
Así, recalcó, el conjunto de la indumentaria es
un fenómeno comunicativo que influye en tres sentidos: el de la propia
identidad (quién soy y cómo me expreso), cómo interactúo con otros y cuál es la
influencia cultural sobre mí. “Representa tanto un afán de identificación con
el grupo social como el deseo de distinción individual”, aseveró la
especialista.
“Cada mañana cuando nos vestimos, consciente o
inconscientemente, pensamos en un propósito al hacerlo, algo queremos decir, de
alguna forma queremos que nos lean y leemos a los otros a partir del vestido”,
expresó.
Respecto al concepto de moda –que en sí no sólo
aplica al vestido–, implica un cambio periódico ininterrumpido,
institucionalización (algunas personas la siguen más que otras), de tres
movimientos (mirarte, mirar al otro y ser mirado), y de comunicación (mayor o
menor, logrado o no logrado), explicó.
Julia Santibáñez dijo que hoy en día la moda es
democrática, pues no procede únicamente de diseñadores reconocidos quienes
hacen colecciones inaccesibles para el grueso de la gente, sino que es más bien
de un fenómeno que surge de diferentes focos: “La pueden crear un grupo de
chicos que se sienten marginados, en la clase media o en las pasarelas”.
Cabe señalar que el Seminario, el cual se lleva
a cabo en la sala Leopoldo Zea de la Torre II de Humanidades de Ciudad
Universitaria, constará de ocho sesiones El vestido: fenómeno comunicativo y
cultural; Dialéctica cuerpo vestido–cuerpo desnudo; El Renacimiento: la moda en
las cortes europeas; Siglos XVIII a XIX: construcción de identidades; 1900 a
1920: crecimiento de la moda; 1930 a 1945: años difíciles; 1967 a 1978: de la
psicodelia al punk, y Estatus cultural de la moda hoy.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
La empresaria
Julia Santibáñez y Marisa Belausteguigoitia, directora de Programa
Universitario de Estudios de Género de la UNAM, en el inicio del Seminario
sobre Vestido, Moda y Cultura.
FOTO 02
En nuestro país
hay pocas investigaciones sobre moda, cuando podría estudiarse desde diferentes
disciplinas, indicó en la UNAM la empresaria Julia Santibáñez.