06:00 hrs.  16 de Agosto de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-621

Ciudad Universitaria

 

 

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RINDEN HOMENAJE AL DESTACADO ARQUITECTO  ÁNGEL BORJA NAVARRETE, EN LA UNAM

 

·        Enrique del Val, secretario general de Universidad Nacional, subrayó que el arquitecto homenajeado era por excelencia, generoso y sensible

·        Para Jorge Tamés y Batta, director de la FA,  dijo que Ángel Borja fue el universitario que todos los docentes quisiéramos ver egresar de las aulas

 

La Universidad Nacional Autónoma de México rindió homenaje al arquitecto Ángel Borja Navarrete, destacado maestro universitario, gran humanista y artífice de importantes obras de infraestructura nacional como el Sistema de Transporte Colectivo Metro, el drenaje profundo y  los ejes viales de la Ciudad de México.

 

En este marco, el secretario general de la UNAM, Enrique del Val Blanco, destacó el reconocimiento y agradecimiento de esta casa de estudios, por todo lo que realizó a favor de la institución uno de sus grandes miembros.

 

Ángel Borja fue un universitario por excelencia, generoso y sensible. Tuvo todos los atributos éticos para ser una gran persona, y esa capacidad se la dio a su Universidad. Pero, además, subrayó, logró combinar la impartición de clases en una universidad pública y ser un exitoso hombre de negocios.

 

 

En el Teatro “Carlos Lazo” de la Facultad de Arquitectura (FA), Del Val Blanco consideró que en los tiempos actuales, con crisis de valores, “personalidades como la de Ángel Borja resalta perennemente”.

 

Ante familiares, amigos, discípulos y colegas de Borja Navarrete, resaltó la labor que desarrolló al frente de Fundación UNAM, “una de las mejores etapas de esa asociación. Muchos de sus esfuerzos e ideas siguen siendo vigentes dentro de ella”.

 

Reconoció la generosidad del arquitecto, quien además ha sido uno de los universitarios más plenos con que contó la Universidad en el siglo pasado.

 

En su oportunidad, Jorge Tamés y Batta, director de la FA, señaló que Borja Navarrete fue el universitario por excelencia, al que todos los docentes quisiéramos ver egresar de las aulas, encarnado en todos y cada uno de los alumnos que asisten a nuestras clases.

 

Comentó que como gran enamorado de su carrera, se preocupaba profundamente por promover la arquitectura, sobre todo en su carácter de conjunto.

 

La arquitectura en grandes conglomerados fue parte de sus objetivos y así trabajo denodadamente por el bienestar de las ciudades. “Qué mejor ejemplo que la realización del Transporte Colectivo Metro, cuya realización hizo posible mediante el verdadero trabajo en equipo, al involucrar no sólo a sus pares de profesión, sino trabajando armónicamente con profesionistas de otras especialidades, como los ingenieros”, enfatizó.

 

Como egresado de la Facultad siempre se contó con su incondicional apoyo y gracias a su ayuda, desde la década de los 90, el laboratorio de cómputo lleva su nombre. “No es posible envolver en una palabra todo lo bueno que fue Ángel Borja para su Universidad y para quienes lo rodearon. Sin embargo, reconoció, ojalá siempre pudiéramos contar con universitarios que hicieran gala de la gran generosidad que tuvo”.

 

 

Al agradecer este acto, su hija, Alejandra Borja Sarmiento, recordó que si su padre viviera cumpliría 84 años. Nació en Mixcoac. Allí creció el mayor de nueve hijos, que forjaron una familia unida, ahí delineó su profesión, y también conoció a quien sería su esposa.

 

Subrayó que al igual que sus hermanos, su padre era universitario, siempre defendió y procuró a la UNAM y a esta Facultad, en la que impartió clases. Una de sus enseñanzas más firmes es su cariño por la Universidad, pero también tuvo un gran amor por la Ciudad de México.

 

Si bien Ángel Borja “nos dio su ejemplo de gran universitario y arquitecto distinguido, de ciudadano y empresario productivo, de hombre íntegro, su legado más entrañable es su apego y ahínco a la vida, su alegría de vivir”, expresó.

 

En su oportunidad, Pedro Ramírez Vázquez, doctor Honoris Causa por la UNAM, aseveró que debemos aprender y seguir las enseñanzas ejemplares del homenajeado, en su profundo conocimiento del medio urbano en donde iba a actuar, en la visión de ciudad a que aspiraba.

 

“Nos enseño los requerimientos que había que satisfacer en aquel momento. Pero aún más, los del futuro de esta ciudad, siempre con el rigor del conocimiento serio, profundo, actual, de las técnicas con las que podría llevar a cabo las soluciones” que visualizaba, refirió.

 

Para Manuel Larrosa, autor de Vida y obra de Ángel Borja Navarrete, los espacios habitables siguen siendo los sitios en donde el hombre resuelve, con belleza y comodidad, sus movimientos. Así, un Sistema de Transporte Colectivo como el que Borja Navarrete hizo, genera espacios habitables en las calles, plazas, barrios y en toda la ciudad.

 

Asimismo, el drenaje profundo resulta una obra de la más alta jerarquía en la producción de habitabilidad urbana. Es como un puerto pesquero tecnificado, que contribuye a resolver movimientos; no sólo propicia la circulación sobre el agua sino que genera instalaciones en tierra, necesariamente arquitectónicas y de alto impacto urbano, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01

 

Familiares, amigos, discípulos y colegas de Ángel Borja Navarrete se dieron cita en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, institución que le rindió homenaje.

 

 

FOTO 02.

 

Ángel Borja Sarmiento, Jorge Tamés y Batta durante el homenaje que la Facultad de Arquitectura y la UNAM le rindieron al arquitecto Ángel Borja Navarrete.

 

 

FOTO 03

 

Pedro Ramírez Vázquez y Gilberto Borja Navarrete durante el homenaje que la Facultad de Arquitectura de la UNAM le rindió a Ángel Borja Navarrete.