13:00 hrs.  12 de Agosto de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-613

Ciudad Universitaria

 

Pie de foto al final del boletìn

DESARROLLAR INVESTIGACIÓN Y BÚSQUEDA DE NUEVAS FUENTES, ESENCIAL EN EL CAMPO ENERGÉTICO

 

      Señaló Rafael Almanza Salgado, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, al dictar la conferencia “Energía”

      Deben producirse mejores materiales aislantes, ventanas inteligentes, calentamiento y enfriamiento solar, bombas de calor, sistemas autosustentables, uso eficiente de elementos alternos de energía y arquitectura bioclimática, señaló

 

Algunos de los puntos más importantes en el campo energético del futuro son el desarrollo de sistemas híbridos, investigación e impulso de nuevas fuentes, como la generación de hidrógeno, celdas de combustible, y reactores nucleares de fusión que no produzcan desechos radioactivos, afirmó Rafael Almanza Salgado, investigador del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.

 

Empero, añadió al dictar la conferencia “Energía”, para alcanzar su uso cotidiano debe haber una transición de las tecnologías convencionales a las sustentables. Además, en lo que respecta al ahorro deben producirse mejores materiales aislantes, ventanas inteligentes, calentamiento y enfriamiento solar, sistemas autosustentables, uso eficiente de alternativas y arquitectura bioclimática.

 

En el auditorio “José Luis Sánchez Bibriesca” de la Torre de Ingeniería, recordó que el consumo de energía primaria ha crecido. A partir de 1970, el uso de petróleo es mayor, aunque el porcentaje de gas natural ha tenido un incremento.

 

El carbón se utiliza en grandes cantidades en los países asiáticos; en tanto que el empleo de hidroelectricidad se ha mantenido estable. A la alza también se encuentra la energía nuclear, sobre todo en Europa y Asia. Es decir, abundó, el manejo de fuentes convencionales sigue con su larga carrera.

 

Empero, alertó, la quema de estos combustibles trae consigo el aumento de los niveles de bióxido de carbono que ha producido la elevación de la temperatura global, con el  deshielo de glaciares. El nivel del mar crece y podría llegar a cubrir islas o costas y desaparecer tierras continentales en la actualidad productivas.

 

Hoy día ya se usan sistemas híbridos, mucho más complejos y que todavía no han alcanzado eficiencia óptima. También se investigan y aplican fuentes renovables, como biomasa, energía geotérmica, de los océanos –mareas, olas y corrientes–, eólica, solar, en torno de las cuales el Instituto realiza trabajos científicos, informó.

 

Rafael Almanza sostuvo que la energía de los mares es importante; a pesar de ello, no se le ha dado la suficiente relevancia. Tres cuartas partes de la Tierra están cubiertas por agua. Por ello, en la UNAM hay un proyecto donde participa el II con otras entidades universitarias para la investigación de las mareas.  Las corrientes son otra alternativa; no obstante no se han cuantificado, aunque se estima que podrían ser del orden de 450 gigawatts.

 

El oleaje, en contraste, no es grande en nuestro país. Para que sea útil la amplitud de la ola debe medir alrededor de 10 metros y la única zona con esas características es Puerto Escondido, Oaxaca. Sin embargo, dijo, no se ha hecho ninguna medición seria de su amplitud, longitud y periodo.

 

Otra opción es la geotermia. El magma, desde el centro de la Tierra, hace fluir calor por conducción, por lo cual hay rocas que transmiten esa energía a los acuíferos. El agua se calienta a diferentes presiones y el recurso es aprovechado. En México, esta alternativa equivale a 959.5 megawatts o 3.52 por ciento del total energético del país, consideró.

 

La eólica, precisó Almanza Salgado, representa un gran potencial para nuestra nación. Hay zonas importantes donde podría producirse, como Zacatecas, Baja California y otras de la costa del Pacífico. En el mundo, en 2003 se produjeron gracias a esa fuente, 39 mil 363 megawatts; para el año siguiente esa cantidad se incrementó a 47 mil. Una de las regiones que más obtiene es Europa, donde el número de aerogeneradores alcanza los 35 mil.

 

También es posible aprovechar la materia orgánica, por ejemplo, madera, plantas, residuos de agricultura, industriales y municipales, es decir, la biomasa. Actualmente ésta ha progresado como biocombustibles y ya se produce biodisel, señaló.

 

Al detallar la energía solar, el científico expuso que cada año el Sol irradia sobre la superficie terrestre 19 millones de toneladas equivalentes a petróleo. “En el II, una de las primeras investigaciones que hicimos hace 30 años fue evaluar la radiación solar en México. Encontramos que el valor oscila a lo largo del año desde 4.6 hasta 21.3 megajoules por metro cuadrado”.

 

La zona de más flujo, que es también de las de mayores a escala mundial, es el noroeste del país, pero hay zonas como Oaxaca, Guerrero, Puebla, Baja California, Durango, Chihuahua y Zacatecas, donde las cantidades son ideales.

 

Esta energía se puede aplicar para el calentamiento de fluidos, secado de granos, cocción de alimentos, refrigeración, bombeo de agua, desalación, generación de electricidad, desinfección de agua, hornos de alta temperatura, bioenergía y tanques solares. De ahí la importancia de su aprovechamiento, como del resto de las energías renovables, concluyó.

 

--o0o--

FOTO 1

 

Rafael Almanza Salgado, investigador del II de la UNAM, afirmó que el desarrollo de sistemas híbridos, investigación e impulso de nuevas fuentes, son puntos importantes en el área energética.

 

 

FOTO 2

 

En el Instituto de Ingeniería de la UNAM se investigan y aplican fuentes renovables, como biomasa, energía geotérmica, de los océanos –mareas, olas y corrientes–, eólica y solar.

 

 

FOTO  3

 

Deben producirse mejores materiales aislantes, calentamiento y enfriamiento solar, sistemas autosustentables y arquitectura bioclimática, dijo el especialista de la UNAM Rafael Almanza Salgado.