Boletín UNAM-DGCS-597
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
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Pueden
ser reutilizadas para cultivos, afirmó María Neftalí Rojas Valencia, del
Instituto de Ingeniería
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Este
método garantiza la total destrucción de microorganismos riesgosos para la
salud
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La
reutilización segura de estos líquidos es una necesidad urgente, ya que
contienen patógenos
Científicos del Instituto de Ingeniería de la UNAM aplican con éxito el
ozono como desinfectante de aguas residuales municipales, las cuales pueden ser
reutilizadas para cultivos. El método garantiza la total destrucción de
microorganismos riesgosos para la salud.
Así lo informó la doctora María Neftalí Rojas Valencia, quien expuso
que este gas, por sus propiedades oxidantes, es considerado como uno de los
agentes microbicidas más rápido y eficaz que se conoce.
Además, este método, que elimina a los microorganismos y los malos
olores, pero no a los nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, reporta
beneficios para la agricultura, como más cantidad de producto y frutos ricos en
glucosa, mejor presencia o tamaño, plantas vigorosas y sanas y con mayor tiempo
de conservación, además de ahorros en abonos, insecticidas, fungicidas,
bactericidas y virucidas, señaló.
La desinfección, recordó, es una práctica aceptada en todo el mundo y
considerada como el principal mecanismo para desactivar o destruir patógenos y
así prevenir la diseminación de padecimientos transmitidos a través del agua.
Se trata de la etapa más importante del tratamiento de la misma.
Para tal procedimiento, por más de un siglo se ha utilizado la
cloración. A éste se suman otros métodos físicos, como la luz ultravioleta
(UV), la filtración y la sedimentación, y químicos, como el peróxido de
hidrógeno y cobre, entre otros. Empero, aclaró, no garantizan la total
destrucción de microorganismos.
Expresó que ante el grave problema de la escasez del agua ha sido
necesario recurrir a líquido de desecho; no obstante, si está tratado con
deficiencia pueden provocar enfermedades que han llevado a la muerte a
alrededor de 9 millones de personas en el orbe cada año, según reportes de la
Organización Mundial de la Salud, muchas de las cuales son niños menores de
cinco años.
Además, casi millón y medio de sujetos padecen anualmente de malestares
evitables propagados por este medio, como cólera, fiebre tifoidea, disentería,
giardiasis, esquistosomiasis y hepatitis A. La científica refirió que en
nuestro país, el reuso seguro es una necesidad urgente, pues los flujos
contienen patógenos por la descarga de heces fecales, que producen infecciones
gastrointestinales.
Ahí se hallan virus (como rotavirus y adenovirus), bacterias (como Escherichia
coli, Salmonella typhi y Vibrio cholerae) y quistes de protozoarios (como Acanthamoeba
sp y Giardia lamblia). Asimismo, microorganismos más resistentes, como los
huevos de helmintos entre ellos Ascaris lumbricoides e Hymenolepis nana, y
ocasionalmente Taenia sollium, conocida como cisticerco, dijo.
La ventaja es que el ozono destruye a todos por completo. “En el
Instituto hemos probado altas concentraciones de cloro, temperaturas extremas,
metales, radiación UV y uso de ácidos nítrico, sulfúrico y clorhídrico, pero
son resistentes y sólo sensibles al ozono”, reconoció.
Debido a los resultados obtenidos hasta ahora, la Dirección General de
Asuntos del Personal Académico de la UNAM ha financiado la investigación. La
responsable y asesora es María Teresa Orta Ledesma, y Víctor Franco, el
corresponsable.
A escala mundial, explicó la experta, la cloración se utiliza en 75 por
ciento; la luz ultravioleta en 10; la decloración en 14, y, a pesar de su
eficacia, el ozono sólo se usa en uno por ciento. “En México, no ha tenido la
aplicación y difusión necesarias”.
La científica expuso que el ozono puede romper la membrana celular o
protoplasma, con lo que imposibilita la reactivación de la célula de bacterias,
coliformes, virus y protozoarios. “Ataca principalmente ácidos grasos no
saturados y lipídicos, glicoproteínas, glicolípidos, aminoácidos y grupos
sulfhidrilo de ciertas enzimas”.
Luego de seis minutos se obtiene líquido con la calidad que marca la norma
mexicana NOM-001-ECOL-1996 para las descargas de aguas residuales. A los 12 o 14 minutos se eliminan por
completo. Para destruir helmintos y protozoarios el procedimiento toma de media
a una hora.
Neftalí
Rojas Valencia reveló que es posible aplicar el ozono en una planta de
tratamiento, ya sea al inicio, sobre el agua cruda, en una fase intermedia o al
final. Se ha probado al comienzo porque en el Valle del Mezquital, Hidalgo, y
en la cuenca del Lerma, se riegan los campos agrícolas con flujos sin proceso
alguno o deficientemente tratados.
Para
realizar esta actividad, los universitarios emplean un extractor de aire
ambiental con filtro y un generador de ozono. El aire es enriquecido con
oxígeno como gas de alimentación, concluyó la universitaria.
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FOTO 01
María Neftalí
Rojas Valencia, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, informó que científicos
de esa entidad aplican con éxito el ozono como desinfectante de aguas
residuales municipales.
FOTO 02.
La
investigadora María Neftalí Rojas
explicó que el ozono, por sus propiedades oxidantes, es considerado como uno de
los agentes microbicidas más rápido y eficaz que se conoce.