Boletín UNAM-DGCS-594
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
DEBE DESCOMERCIALIZARSE LA ADOPCIÓN
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En
la UNAM, Laura Briggs, de la Universidad de Arizona, dijo que se requiere un
sistema justo para las madres biológicas, pero sobre todo para los niños
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La
adopción está influida por la capacidad de compra: María Isabel
Belausteguigoitia, directora del PUEG
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Silvia
Núñez, investigadora del CISAN, informó que en EU cada año se adoptan unos
cinco mil niños chinos, cuatro mil rusos, mil 800 guatemaltecos, pero sólo
entre 100 y 150 mexicanos
Frente a la globalización y transnacionalización que vive el mundo, es
indispensable descomercializar la adopción e impulsar políticas eficientes y
significativas para que este proceso sea más transparente, reconoció en la UNAM
Laura Briggs, de la Universidad de Arizona en Tucson, Estados Unidos.
Al dictar la conferencia “Perspectivas transnacionales de la adopción.
Derechos humanos, derechos reproductivos y familias”, organizada por el
Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), aseguró que este
procedimiento es benéfico y no hay nada criticable en su modalidad
transnacional; no obstante, “se necesita un sistema justo para las madres
biológicas, pero sobre todo para los niños”.
A su vez, María Isabel Belausteguigoitia, directora del PUEG, comentó
que hay un gran número de infantes migrantes hacia el norte, lo que cuestiona
nuestra zona de influencia. “Nos
movemos en espacios transnacionales. Por ejemplo, California tiene gran cantidad
de niños adoptados, porque es un estado poderoso y con mucho dinero”; es decir,
el fenómeno está influido por la capacidad de compra.
La privatización en la globalización y en el neoliberalismo tiene que
ver con esa posibilidad y con ser sujeto de crédito; las fantasías y paranoias
son impulsadas, reducidas, creídas o no, según su poder de consumo, aseveró.
En el auditorio “Mario de la Cueva”, Laura Briggs dijo que esta
práctica no es un derecho reproductivo, aunque debía serlo. El aparato
burocrático lo ha limitado sólo para quienes se acercan a un ideal conservador
de familia (padre trabajador, esposa hogareña y una mascota), dejando fuera a
todos los demás.
Se ha vuelto una cuestión de poder adquisitivo, aunque tampoco se debe
confiar a los infantes a aquellos núcleos con capacidad económica para pagar el
trámite. Las consecuencias son obvias y podrían ser terribles: creación de
mafias o bandas de un negocio más turbio de lo que es, reveló.
Sin embargo, opinó, tampoco se puede ser árbitro de quiénes pueden o no
acceder a esta posibilidad. Habrá quienes deban esperar largo tiempo para hacerlo, y otros que quieran pero no
puedan.
La académica estadounidense explicó que en el mundo neoliberal todo se
trata de privatizar. “Este concepto no sólo se aplica al ámbito económico sino
también a la familia. En tales circunstancias ésta debe absorber lo que el
Estado ya no puede y lo que no es rentable para el mercado”.
Además, también se enajenan los derechos y libertades humanas, que lo
estatal debe respetar más allá de sus propias políticas e intereses, aclaró.
Esto no sucede así en la actualidad, sobre todo para las clases más bajas de la
población. Las relaciones y salvaguardas familiares se vinculan cada vez más al
poder adquisitivo, se pueden comprar.
Este sistema lleva a las madres sustitutas a no formalizar sus
relaciones con los niños que crían, a pesar de que esto les impida contar con
educación y seguro médico, advirtió.
Comentó que si no se mantiene un vínculo oficial con la familia, ese
núcleo está completamente abierto y vulnerable a que el Estado se entrometa en
todos los aspectos de su vida. Pero las clases medias y altas pueden comprar
derechos y adopciones, lo que equivaldría a adquirir pequeños.
Laura Briggs insistió en que hay casos en estos estratos, donde se
pelea por el derecho a la privacidad, sin interferencias. En cambio, los
sectores populares están susceptibles a cualquier tipo de abuso y en constante
riesgo de perder a sus hijos. Los homosexuales, hombres y mujeres solos, son
los grupos más vulnerables en cualquier caso.
En Estados Unidos se promueve cada vez más la adopción informal a
través de las agencias de servicio social, para ahorrar dinero al Estado; de
otra manera las familias adoptantes recibirían subsidio por parte del gobierno.
No obstante, “hay tráfico de infantes para la prostitución y pornografía. Las
madres en América Latina tienen miedo de que sus hijos sean secuestrados,
explotados, abusados y muertos”. Por ello, se debería lograr que todas las
leyes en este sentido fuesen más estrictas y con un control y escrutinio mayor,
urgió.
Por último, Silvia Núñez, del Centro de Investigaciones sobre América
del Norte, informó que en EU cada año se adoptan alrededor de cinco mil niños
chinos, cuatro mil rusos, mil 800 guatemaltecos, pero sólo entre 100 y 150
mexicanos. “Esto revela la cantidad de infantes que se pueden traficar mediante
mecanismos informales”.
Explicó que al interior de los países desarrollados la pobreza es de
gran relevancia. La Unión Americana tiene más de 30 millones de personas en esa
situación; aunque no es la misma que se vive en América Latina, India o África.
El que gran porcentaje de sus pobres sean niños habla de sus contradicciones
internas.
Concluyó que en México se tiene una idea romántica de la familia. Por
ello, se debe “empezar a discutir el tema, desmitificarlo y analizarlo. Se
necesitan más canales de difusión para estudiar estos temas que se cruzan con
el fenómeno de la globalización”.
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FOTO 1.
En la UNAM, Laura Briggs, María Isabel
Belausteguigoitia y Silvia Núñez previo a la conferencia “Perspectivas
transnacionales de la adopción. Derechos humanos, derechos reproductivos y
familias”.
FOTO 2
La especialista estadounidense Laura Briggs
dijo que la adopción no es un derecho reproductivo, pero debería serlo. A su
lado María Isabel Belausteguigoitia, directora del PUEG de la UNAM.
FOTO 3
El PUEG de la UNAM organizó la conferencia “Perspectivas transnacionales de la adopción. Derechos humanos, derechos reproductivos y familias”.