11:30 hrs.  4 de Agosto de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-591

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

 

RECONOCE EL INSTITUTO MÉDICO HOWARD HUGHES  A CIENTÍFICA DE LA UNAM

 

·        Susana López Charretón, del Instituto de Biotecnología, obtiene por segunda ocasión este apoyo para continuar con sus investigaciones durante los próximos cinco años

·        Estudia los rotavirus, causantes de diarrea deshidratante severa en niños pequeños

 

Susana López Charretón, integrante del Instituto de Biotecnología (IBt) –con sede en Cuernavaca, Morelos– de la UNAM, obtuvo por segunda ocasión el apoyo International Research Scholar, del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

 

Ese estímulo, uno de los 42 que se entregarán a científicos de todo el mundo y único asignado a México, le permitirá recibir fondos de esa institución durante los próximos cinco años para continuar con sus investigaciones.

 

La universitaria explicó que los apoyos Howard Hughes se entregan cada lustro mediante dos programas, en donde los mexicanos pueden presentar sus proyectos. Uno se destina a especialistas de Canadá y Latinoamérica, y el otro es para académicos de todo el orbe, dedicados al estudio de enfermedades infecciosas y parasitología.

 

En éste último es donde participa Susana López. Al tratarse de una convocatoria abierta, resulta alentador obtener este tipo de apoyos, pues estimula la competitividad.

 

Al hablar de su investigación, que por su importancia recibirá 400 mil dólares de financiamiento, expuso que se refiere al estudio de los rotavirus, principales causantes de gastroenteritis severa en niños menores de dos años, y que infectan principalmente a las células del intestino delgado. “Eso quiere decir que encuentran en este tipo de estructuras algo especial y diferente a otros tipos celulares, es decir, los receptores específicos para este virus”.

 

Durante mucho tiempo, sostuvo, se ha caracterizado a estos cuerpos y a las proteínas del agente nocivo que se incorpora a ellos. En esa parte del trabajo ha habido grandes avances.

 

La cantidad de niños que se enferman es alta porque el rotavirus es infeccioso y sobrepasa las barreras de la higiene. La diferencia consiste en la atención médica oportuna y la calidad de las condiciones hospitalarias. En las naciones desarrolladas los menores se contagian, pero no mueren, a diferencia de lo ocurre en las pobres, donde cada año fallecen por diarrea y vómito asociados a esta causa, aproximadamente 500 mil menores, indicó.

 

Otro punto que la científica y su grupo han tratado de aprender, es cómo entra el virus en la célula después de unirse a ésta para infectarla, añadió. Recientemente, comenzaron a utilizar la Interferencia del Ácido Ribonucléico (RNAi),  que es un mecanismo de silenciamiento postranscripcional, mediante el cual un complejo de proteínas degrada una porción del RNA mensajero y evita su síntesis.

 

Al parecer, este fenómeno participa en la regulación de mecanismos celulares tales como el desarrollo embrionario y la diferenciación, y también pudiese estar relacionado con el desarrollo de neoplasias y otros padecimientos. Podría ser que algunas células producen micro RNA que no deberían y así se vuelven cancerosas, reveló la experta.

 

La responsabilidad que atañe a la universitaria es que pueden ser utilizados biotecnológicamente. En las células se puede introducir el RNA que se desee y “silenciar” la expresión de una proteína específica. El primer gene que el grupo de investigación amortiguó fue el de la proteína VP4. Encontró que se produce el virus pero no tiene este compuesto y, por lo tanto, no son infecciosos, ante su imposibilidad de unirse a las células, adelantó.

El grupo de la doctora López Charretón está enfocado al estudio de la biología del virus. Sin embargo, caracterizar cómo se une a su célula huésped o cuáles son las moléculas utilizadas para hacerlo, facilitaría diseñar alguna sustancia que evite el vínculo del agente infeccioso con las células intestinales, aseveró.

 

“Siempre hay posibilidades de derivar el conocimiento que tenemos en aplicaciones terapéuticas, que permitirán por lo menos controlar la severidad de la infección”, expresó.

 

Los rotavirus afectan, sobre todo, a niños de dos años y menos. El motivo de que así ocurra no se conoce. Existe la posibilidad de que hasta esa edad existan las moléculas o receptores del virus en el intestino, y a medida que crecen cambien, apuntó.

 

En esa etapa “nos infectamos varias veces”, pero la primera ocasión es la más grave, la que provoca diarrea deshidratante; las subsecuentes son menos severas. De hecho, dijo, en adultos el virus se puede replicar pero ya no produce enfermedad. Quizá con el tiempo el organismo se hace resistente por el sistema inmune y los receptores desaparecen.

 

Opinó que la obtención del apoyo del HHMI no sólo es benéfico para su laboratorio, sino para el IBt, ya que un porcentaje de la ayuda se destina a la entidad. Ello propicia un ambiente favorable para los académicos que becan. “Sería injusto que un solo investigador tenga financiamiento y estar en una institución donde faltan recursos”.

 

Al apoyar a todos, consideró, es un honor tenerlo. El HHMI le brinda a los científicos seleccionados la confianza de que realizarán un buen trabajo con estos donativos. A lo largo de todas las promociones, de los once mexicanos que las han obtenido, cinco son integrantes del IBt. “Eso nos da un orgullo enorme, estamos haciendo bien las cosas, y con el financiamiento impulsamos la investigación científica de alto nivel”, concluyó.

 

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Susana López Charretón, integrante del Instituto de Biotecnología de la UNAM, obtuvo por segunda ocasión el apoyo International Research Scholar, del Instituto Médico Howard Hughes  de EEUU.

 

 

 

FOTO 02

 

La investigadora Susana López Carretón y su equipo de trabajo del IBt de la UNAM, han estudiado a los rotavirus, causantes de gastroenteritis severa en niños menores de dos años.