Boletín UNAM-DGCS-591
Ciudad Universitaria
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final del boletín
Susana López Charretón, integrante del Instituto de Biotecnología (IBt) –con sede en Cuernavaca, Morelos– de la UNAM, obtuvo por segunda ocasión el apoyo International Research Scholar, del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Ese estímulo, uno de los 42 que
se entregarán a científicos de todo el mundo y único asignado a México, le
permitirá recibir fondos de esa institución durante los próximos cinco años
para continuar con sus investigaciones.
La universitaria explicó que los apoyos Howard
Hughes se entregan cada lustro mediante dos programas, en donde los
mexicanos pueden presentar sus proyectos. Uno se destina a especialistas de
Canadá y Latinoamérica, y el otro es para académicos de todo el orbe, dedicados
al estudio de enfermedades infecciosas y parasitología.
En éste último es donde participa Susana
López. Al tratarse de una convocatoria abierta, resulta alentador obtener este
tipo de apoyos, pues estimula la competitividad.
Al hablar de su investigación, que por su
importancia recibirá 400 mil dólares de financiamiento, expuso que se refiere
al estudio de los rotavirus, principales causantes de gastroenteritis severa en
niños menores de dos años, y que infectan
principalmente a las células del intestino delgado. “Eso quiere decir que
encuentran en este tipo de estructuras algo especial y diferente a otros tipos
celulares, es decir, los receptores específicos para este virus”.
Durante mucho tiempo,
sostuvo, se ha caracterizado a estos cuerpos y a las proteínas del agente
nocivo que se incorpora a ellos. En esa parte del trabajo ha habido grandes
avances.
La cantidad de niños que se
enferman es alta porque el rotavirus es infeccioso y sobrepasa las barreras de
la higiene. La diferencia consiste en la atención médica oportuna y la calidad de
las condiciones hospitalarias. En las naciones desarrolladas los menores se
contagian, pero no mueren, a diferencia de lo ocurre en las pobres, donde cada
año fallecen por diarrea y vómito asociados a esta causa, aproximadamente 500
mil menores, indicó.
Otro punto que la científica y su grupo
han tratado de aprender, es cómo entra el virus en la célula después de unirse
a ésta para infectarla, añadió. Recientemente,
comenzaron a utilizar la Interferencia del Ácido Ribonucléico (RNAi), que es un mecanismo de silenciamiento
postranscripcional, mediante el cual un complejo de proteínas degrada una
porción del RNA mensajero y evita su síntesis.
Al parecer, este fenómeno
participa en la regulación de mecanismos celulares tales como el desarrollo
embrionario y la diferenciación, y también pudiese estar relacionado con el
desarrollo de neoplasias y otros padecimientos. Podría ser que algunas células
producen micro RNA que no deberían y así se vuelven cancerosas, reveló la
experta.
La responsabilidad que atañe
a la universitaria es que pueden ser utilizados biotecnológicamente. En las
células se puede introducir el RNA que se desee y “silenciar” la expresión de
una proteína específica. El primer gene que el grupo de investigación amortiguó
fue el de la proteína VP4. Encontró que se produce el virus pero no tiene este
compuesto y, por lo tanto, no son infecciosos, ante su imposibilidad de unirse
a las células, adelantó.
El grupo de la doctora López
Charretón está enfocado al estudio de la biología del virus. Sin embargo,
caracterizar cómo se une a su célula huésped o cuáles son las moléculas
utilizadas para hacerlo, facilitaría diseñar alguna sustancia que evite el
vínculo del agente infeccioso con las células intestinales, aseveró.
“Siempre hay posibilidades de
derivar el conocimiento que tenemos en aplicaciones terapéuticas, que
permitirán por lo menos controlar la severidad de la infección”, expresó.
Los rotavirus afectan, sobre todo, a niños
de dos años y menos. El motivo de que así ocurra no se conoce. Existe la
posibilidad de que hasta esa edad existan las moléculas o receptores del virus
en el intestino, y a medida que crecen cambien, apuntó.
En esa etapa “nos infectamos varias veces”,
pero la primera ocasión es la más grave, la que provoca diarrea deshidratante;
las subsecuentes son menos severas. De hecho, dijo, en adultos el virus se
puede replicar pero ya no produce enfermedad. Quizá con el tiempo el organismo
se hace resistente por el sistema inmune y los receptores desaparecen.
Opinó que la obtención del apoyo del HHMI
no sólo es benéfico para su laboratorio, sino para el IBt, ya que un porcentaje
de la ayuda se destina a la entidad. Ello propicia un ambiente favorable para
los académicos que becan. “Sería injusto que un solo investigador tenga
financiamiento y estar en una institución donde faltan recursos”.
Al apoyar a todos, consideró,
es un honor tenerlo. El HHMI le brinda a los científicos seleccionados la
confianza de que realizarán un buen trabajo con estos donativos. A lo largo de
todas las promociones, de los once mexicanos que las han obtenido, cinco son
integrantes del IBt. “Eso nos da un orgullo enorme, estamos haciendo bien las
cosas, y con el financiamiento impulsamos la investigación científica de alto
nivel”, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Susana López
Charretón, integrante del Instituto de Biotecnología de la UNAM, obtuvo por
segunda ocasión el apoyo International Research Scholar, del Instituto Médico
Howard Hughes de EEUU.
FOTO 02
La investigadora Susana López Carretón y su equipo de trabajo del IBt de la UNAM, han estudiado a los rotavirus, causantes de gastroenteritis severa en niños menores de dos años.