06:00 hrs.  3 de Agosto de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-588

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

DEBEN UTILIZARSE PRODUCTOS BIOTECNOLÓGICOS DE MANERA RESPONSABLE

 

·        Afirmó Francisco Bolívar Zapata, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM

·        Se busca avanzar en el desarrollo de alternativas adecuadas para nuestras problemáticas, como las plagas endémicas, reconoció

·        Dictó la conferencia Genoma e inteligencia genética, dentro del ciclo Problemas actuales de bioética

 

Los productos de la biotecnología y la ingeniería genética no deben ser “satanizados”, sino utilizados de manera responsable, indicó Francisco Bolívar Zapata, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM.

 

El asunto, agregó, es avanzar en el desarrollo de alternativas adecuadas para nuestras problemáticas, como las plagas endémicas. Tenemos la obligación, la tarea “de elaborar insecticidas específicos, biológicos y degradables contra ellas; y si no lo hacemos nosotros no lo van a hacer en ningún otro lugar del mundo”.

 

En México, aseveró al dictar la conferencia Genoma e inteligencia genética, dentro del ciclo Problemas actuales de bioética, se tiene la masa crítica adecuada: alrededor de 750 miembros del Sistema Nacional de Investigadores trabajan en el área de biotecnología. “No va a ser sencillo, pero tenemos que hacerlo, como también en lo que toca a las leyes respectivas”, señaló en la Casa de las Humanidades.

 

Bolívar Zapata insistió en que si a la larga continúa el uso de pesticidas químicos para contender con las plagas biológicas, se alterará y destruirá el entorno de manera indiscriminada, como se teme suceda con los alimentos transgénicos.

 

Si bien es cierto que la biotecnología no es la panacea, aclaró, si se utiliza de forma responsable, dentro de un marco legal consistente, se podrá avanzar en diferentes áreas, como la salud, donde el impacto de la ciencia genómica y esta disciplina se ha dado en cuatro áreas: diagnóstico, proteínas terapéuticas, drogas novedosas y terapia génica.

 

Por supuesto, indicó, el aspecto jurídico se debe discutir para tener posibilidades importantes de desarrollo social y tecnológico. En particular, “creo que ha habido avances en el aspecto legal, sobre todo en cuanto a la propiedad de la información genética, pero todavía hay mucho por hacer”, pues sólo en la medida en que el conocimiento sea accesible y se utilice de forma consciente, se podrán solucionar muchos de los problemas.

 

El investigador precisó que la ingeniería genética es un conjunto de métodos y herramientas que permiten in vitro la edición molecular del material esencial de los organismos vivos. “Puedo aislar el gene que quiera, de donde sea, hacer millones de copias y los puedo insertar en el organismo que quiera”. Todo ello, por ejemplo, para que la medicina sea más efectiva, individualizada y contundente que la actual.

 

Por su parte, la biotecnología es una actividad sustentada en el conocimiento de varias disciplinas tradicionales –como la biología molecular y celular, bioquímica, microbiología e inmunología–, que permiten el estudio integral y la manipulación de los sistemas biológicos y, a través de ellos, la utilización inteligente y respetuosa de la riqueza natural, es decir, de los organismos vivos, sus productos o partes, para así permitir el desarrollo de tecnología eficiente, limpia y competitiva que, a su vez, facilite la solución de cuestiones importantes en sectores tales como el de salud, agropecuario, industrial y tratamiento de la contaminación ambiental.

 

 

 

Bolívar Zapata recordó que el ser humano comparte 99.9 por ciento de su material genético con los organismos de su misma especie, 98 con el chimpancé, 90 con el ratón y 40 con la mosca. Lo anterior, consideró, nos hace entender que todos venimos de un organismo común a los sistemas superiores, y ha ido evolucionando dicho componente.

 

Que esa estructura exista en todos los seres vivos, concluyó, “es lo que nos va a permitir tener la capacidad de producir organismos genéticamente modificados: tomar genes humanos y meterlos a una bacteria o planta para que se conviertan en una fabrica que produzca proteínas humanas para contender con problemas de la salud”.

 

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FOTO 1

Francisco Bolívar Zapata, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, indicó que los productos de la biotecnología y la ingeniería genética deben ser utilizados de manera responsable.

 

FOTO 2.

El investigador de la UNAM Bolívar Zapata recordó que el ser humano comparte 99.9 por ciento de su material genético con los organismos de su misma especie, 98 con el chimpancé, 90 con el ratón y 40 con la mosca.