Boletín UNAM-DGCS-581
Ciudad Universitaria
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EL TRABAJO
DOMÉSTICO PREVALECE COMO LA PRINCIPAL OCUPACIÓN DE LAS MUJERES CITADINAS
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Esta actividad ocupa, desde 1995, el primer lugar de empleo femenino,
reveló la académica de la Facultad de Economía de la UNAM, Jennifer Cooper
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Despachadores y dependientes de comercio es la labor de mayor absorción
en el caso de los hombres, informó
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Existen ocupaciones de “segregación horizontal”, en las cuales casi la
totalidad de sus integrantes pertenecen a un solo género, refirió
En las áreas urbanas de
México, la principal ocupación de las mujeres económicamente activas es el
trabajo doméstico (servidumbre), actividad que aglutina al diez por ciento,
seguida por la de despachadoras y dependientas de comercio, con un 8.8 por
ciento, así como secretarias, que representan el 8.1, informó Jennifer Cooper,
profesora de la Facultad de Economía de la UNAM.
La también integrante del
Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) señaló que en el caso de
los hombres la labor de mayor absorción es la de despachadores y dependientes
de comercio, con un 4.9 por ciento, así como conductores de transporte de
pasajeros, que abarcan un 4.6, y comerciantes en establecimientos con un 4.1
por ciento.
Indicó que desde 1995 hasta
principios del milenio, las labores en hogares ajenos se posicionan como primer
lugar de absorción laboral femenina, lo que se explica por creencias y
estereotipos sobre el rol que deben jugar ambos sexos.
Otras ocupaciones principales
para el sexo femenino son: comerciantes en establecimientos que representan 5.3
por ciento; trabajadoras de aseo en oficinas, escuelas y otros lugares, 3.3;
agentes, representantes, distribuidores y proveedores de ventas, 2.7, y
profesoras de primaria, 2.6.
También vendedoras ambulantes
de artículos, con 2.5 por ciento; quienes preparan y sirven alimentos, así como
ensambladoras y montadoras de partes eléctricas y electrónicas, 2.2; mientras que el resto accede a otras 206
ocupaciones diversas.
En el caso de los hombres, los
albañiles abarcan un 3.9 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA)
masculina, seguidos por ayudantes, peones y similares en la construcción, con
2.9 por ciento; conductores de transporte de carga, 3.7.
Trabajadores de aseo en
oficinas, escuelas y otros establecimientos, 2.3; vigilantes y guardias, 2.2;
mecánicos y otros trabajadores en mantenimiento y reparación de vehículos de
motor, 1.8 por ciento. El porcentaje restante está diversificado en otras 206
ocupaciones de varones residentes en ciudades.
Por otro lado, refirió que
existen ocupaciones consideradas de “segregación horizontal”, en las cuales
casi la totalidad de sus integrantes, o la gran mayoría, pertenecen a un solo
género.
Esto ocurre en el caso de
empleos como el de operadores de maquinaria para la construcción, donde el 100
por ciento de los trabajadores son hombres. También, otros conductores y
ayudantes de mecánica; empleados de la fuerza aérea y albañiles.
El 99.9 por ciento de los
herreros, balconeros, aluminadores, plomeros, fontaneros, cargadores y
descargadores de mercancía, y encargados de máquinas e instalación, son
varones.
En sentido opuesto, hay
ocupaciones donde predominan casi de manera exclusiva las mujeres, como son las
personas dedicadas al cuidado de enfermos con un 98.8 por ciento, seguidas de
secretarias con 98.2; profesoras de enseñanza preescolar, 98.2; así como
la gran mayoría de los profesionistas
en enfermería y técnicos, maestras de enseñanza especial, demostradoras,
telefonistas y recepcionistas.
Los datos revelados
corresponden a un trabajo de tesis de maestría en Economía, dirigida por
Jennifer Cooper, a la alumna Flérida Guzmán Gallangos, titulada ¿Dónde trabajan
los hombres y dónde las mujeres?
De acuerdo con datos del
Consejo Nacional de Población, en 2005, las mujeres representaban el 35 por
ciento de la PEA y los hombres el 65 por ciento. En términos absolutos, la
constituyen 49 millones 149 mil 251 personas, de las cuales casi 32 millones
son hombres y poco más de 17 millones, mujeres.
Este indicador incluye a personas que laboran por cuenta propia sin
relación salarial, en el sector informal y también con trabajo eventual.
La especialista expuso que la
segregación ocupacional es uno de los canales más importantes para la discriminación
funcional en el mercado laboral. En la medida en que ésta se rompa, habrá más
igualdad.
Concluyó que en varios países desarrollados y en México,
la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres se ha cerrado, pero esto no es
porque ellas perciban mayores ingresos, sino porque las remuneraciones de los
varones disminuyeron.
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Foto 01.
Existen
ocupaciones de “segregación
horizontal”, en las cuales casi la totalidad de sus integrantes pertenecen a un
solo género, refirió la profesora de la UNAM Jennifer Cooper.
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En las áreas urbanas de México, la principal ocupación de las mujeres económicamente activas es el trabajo doméstico, informó la académica universitaria Jennifer Cooper.