06:00 hrs.  26 de Julio de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-567

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

SE CUENTA CON UN NUEVO MÉTODO PARA DETERMINAR LA CALIDAD DE LA MIEL MEXICANA

 

·        Informó Octavio Reyes Salas, profesor e investigador de la Facultad de Química

·        Los factores principales para determinar su pureza son el nivel de humedad y contenido de azúcares, explicó

·        La presencia de hidroximetilfurfural determina si el endulzante conserva sus propiedades

 

Miembros de la Facultad de Química de la UNAM desarrollaron un nuevo método que permite determinar la calidad de la miel, en forma precisa mediante un procedimiento basado en electroquímica ambiental, señaló el investigador Octavio Reyes Salas.

 

Los factores principales para definir su pureza son el nivel de humedad y su contenido de azúcares –en caso de ser alto este porcentaje no debe envasarse, porque incrementaría su fermentación; lo que también sucede a temperaturas elevadas–, añadió.

 

Si durante su extracción el dulce es calentado, perderá sus cualidades, pues se oxidarán sus dos principales componentes: la glucosa y la fructosa, dos azúcares reductores. Como resultado, indicó, se producirá el compuesto hidroximetilfurfural (HMF), el cual no existe en el producto fresco. Esta sustancia determina si la miel conserva sus propiedades.

 

 

Este indicador es importante, porque, por ejemplo, el continente europeo acepta hasta un máximo de 40 partes por millón de HMF en volúmenes extranjeros, pero para su jurisdicción exige 20. Por lo que una buena calificación para el endulzante mexicano sería entre 15 y 16, con lo que se comercializaría con éxito, puntualizó. Con un porcentaje mayor se podría consumir, pero no venderse.

 

Reyes Salas recordó que la miel se puede conservar durante mucho tiempo. Se ha encontrado alguna en perfectas condiciones en las pirámides de Egipto. Sin embargo, en México fermenta después de unas semanas de cosechada, sobre todo en las zonas tropicales.

 

Por ello, la meta de esta investigación, la cual tomó año y medio, fue dar certeza química al proceso de control de calidad, aseguró el especialista. Al final, dijo, se propuso un sistema de análisis mínimo para conocer la cualidad del producto con mayor seguridad.

 

Con esta base tecnocientífica, que tiene la ventaja de ser más económica que otros métodos para detectar la presencia de HMF, se quiere incentivar a que más personas, tanto consumidores como apicultores y exportadores, se preocupen por la pureza; “que no sólo la determinen por su presentación o el lugar donde se vende, sino porque ha conservado sus muchas propiedades naturales”, apuntó.

 

El trabajo, agregó, busca que haya diferentes etiquetas sobre sus características, pues hasta ahora no hay ninguna información a este respecto en el mercado mexicano. No se pretende conseguir una patente, sino que el método sea utilizado sin mayores costos. “Permite asociar los trabajos de investigación científica a cuestiones de la vida práctica, lo cual interesa a los estudiantes, porque ven que su esfuerzo puede tener aplicación”.

 

Reyes Salas propuso también establecer centros donde se hagan estos análisis y se dé un respaldo a la calidad de la miel, al tiempo que permite tener comunicación con los pequeños productores y consumidores, en relación con los cuidados que se le debe dar.

 

“Durante siglos fue la única fuente edulcorante que tuvo el hombre. Hoy en día podemos elegir entre muchos, y creo que necesitamos tener conocimiento de los aspectos que rodean a cada uno”, aseveró el experto. Se reporta que ofrece beneficios terapéuticos (se usa como cicatrizante y para regular la digestión, por ejemplo) y alimenticios (proporciona una gran energía).

 

La miel mexicana es de las de más renombre en el mundo. Nuestro país es el cuarto exportador en el orbe después de Argentina, China y Estados Unidos. “Hace 10 años –dijo el especialista– exportamos poco más de 25 mil toneladas en el año, en el 2000 más de 30 mil, y en el 2003 se rebasaron las 55 mil”.

 

Sin embargo, reconoció, el aspecto de control de calidad está prácticamente en el olvido y, en general, se desconocen sus aspectos básicos. Los consumidores no saben cuándo una es mejor que otra, si debe ser siempre líquida o si tiene aditamentos o no, por ejemplo. Muchos de los apicultores –sobre todo los pequeños, que son los más– ignoran cómo conservarla mejor.

 

Su origen puede ser multifloral, pero si es mayoritariamente de una sola planta eso le dará un extra en cuanto a calidad. Por ejemplo, “la proveniente de eucalipto no sólo endulza, sino que es especialmente benéfica para las vías respiratorias; si su origen son los azahares, además de mejorar el sabor tiene la capacidad de tranquilizar a las personas”. Este tipo de miel está mejor cotizada y, no obstante, este detalle no se especifica en la mexicana, como sí sucede en la europea, concluyó.

 

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FOTO 01.

Miembros de la Facultad de Química de la UNAM desarrollaron un nuevo método para determinar la calidad de la miel, señaló Octavio Reyes Salas, investigador de esa entidad universitaria.

 

FOTO 02

El investigador Octavio Reyes Salas señaló que la presencia de hidroximetilfurfural determina si conserva sus propiedades y es más pura.