06:00 hrs.  25 de Julio de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-564

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

POBREZA Y DISCRIMINACIÓN AFECTAN A TRABAJADORES MEXICANOS QUE VIVEN EN NAPA Y SONOMA, CALIFORNIA

 

·        Cubren largas jornadas de trabajo, con tensión y estrés por conservar la fuente laboral, revela Martha Judith Sánchez Gómez, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

·        El mayor problema es la discriminación, pero también dificultades para conseguir vivienda, están expuestos por no contar con documentación legal, y tienen barreras de comunicación y alta competencia, señaló

 

Los mexicanos que trabajan en las faenas agrícolas de los condados de Napa y Sonoma, California, Estados Unidos, padecen severas condiciones de pobreza, discriminación y vulnerabilidad social, afirmó la académica del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Martha Judith Sánchez Gómez.

 

A pesar de obtener los mejores ingresos que ofrece dicha actividad en ese estado de la Unión Americana, las familias migrantes de la zona viven por debajo de la línea de la pobreza establecidas en esa nación. Mientras los padres realizan largas jornadas de trabajo con fuerte presión y estrés por tratar de conservar su empleo y se suma la falta de prestaciones, añadió.

 

El mayor problema que enfrentan los connacionales, explicó, es la discriminación, pero también reportan dificultades para conseguir vivienda, están expuestos por no contar con documentación legal para su estancia, tienen barreras de comunicación por el idioma y alta competencia, aspectos comunes de los connacionales que habitan en esa región, famosa por su producción de vinos.

 

Sánchez Gómez abundó que si un jornalero opta por trasladar a su esposa e hijos de México hacia esta zona de agroturismo, no tiene capacidad de ahorro, ante las altas erogaciones por concepto de renta y manutención diaria, así como los que puede implicar la enfermedad de uno de sus miembros.

 

Sin embargo, aclaró que su situación tiene “claroscuros”; es decir, aspectos tanto negativos como positivos. Por ejemplo, si estos grupos se integrasen a una red de apoyo, lograrían economizar aún con sus empleos precarios; otra ventaja es que pueden residir en barrios poco conflictivos, sin problemas de inseguridad ni drogadicción. Si bien son pobres, logran dar a sus hijos una alimentación que incluye leche, carne y huevos, cuando en México no tenían acceso a ello.

 

La  mayoría de los agricultores son hombres jóvenes con bajos niveles de escolaridad, mientras que tan sólo diez por ciento son mujeres, debido a que ellas prefieren contratarse como recamareras en los hoteles, trabajadoras domésticas, o para realizar labores de limpieza en restaurantes cercanos, indicó.

 

Un 3.2 por ciento no cuenta con escolaridad; 66.6 por ciento tiene como máximo seis años de estudios, pero en algunas cuadrillas de injertadores de uva hay profesionistas que trabajan en la zona de uno a tres meses del año y el resto ejercen su profesión en México, reveló.

 

De acuerdo con la especialista en temas migratorios, los trabajadores provienen de 20 estados de la república mexicana y dos de la Unión Americana, estos últimos son hijos de mexicanos que nacieron en ese suelo, debido al traslado de sus padres. Principalmente, figuran los estados de Michoacán, con 47.2 por ciento; Jalisco, 15.1; Oaxaca, 11.9; Guanajuato, 7.5; y Zacatecas, 5.6 por ciento.

 

Hay tres tipos de flujos en la zona: los ya establecidos con su grupo nuclear, denominados permanentes, y que constituyen 61.6 por ciento. Por otro lado, hay agricultores que concurren a estos condados durante  algunos meses del año, principalmente para la cosecha y la poda. Estos son pendulares y representan 29.8 por ciento, abundó.

 

Otro grupo acude sólo en la época pico de empleo, sólo en siega, y representa 8.5 por ciento. Son quienes participan en los flujos migratorios circulantes, agregó. Estos últimos son los más vulnerables, con menores posibilidades de acceso a redes de apoyo. Conlleva riesgos en cuanto a posibilidad de conseguir vivienda, por lo que pueden verse en la necesidad de pernoctar debajo de puentes, cerca de ríos o en parques.

 

Un dato relevante es que provienen de los tres estados tradicionales de expulsión: Jalisco, Michoacán y Zacatecas, lo que indica que los pueblos y localidades tienen distintas experiencias de traslado y son los municipios que se incorporan más tardíamente a los componentes de este sector, señaló Sánchez Gómez.

 

Los que tienen mayor conocimiento y contactos en la zona participan en un flujo pendular y viajan de forma constante de México a Estados Unidos durante un cierto número de meses al año. No obstante, concluyó que 47.7 por ciento pensó en iniciar un negocio propio o comprar tierras en nuestro país. No obstante, la mayoría vislumbra soluciones en Norteamérica y pocos en su país de origen.

 

-o0o-

 

 

FOTO F06 portal

A pesar de obtener los mejores ingresos que ofrece la agricultura de California, los migrantes de los condados de Napa y Sonoma viven por debajo de la línea de la pobreza, aseguró la académica de la UNAM Martha Judith Sánchez Gómez.

 

FOTO F08

El mayor problema que enfrentan los connacionales en los condados de Napa y Sonoma, California, Estados Unidos, es la discriminación, aseveró la académica de la UNAM, Martha Judith Sánchez Gómez.