Boletín UNAM-DGCS-559
Ciudad Universitaria
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final del boletín
HAN DESAPARECIDO
SEIS ESPECIES DE AVES EN EL PAÍS
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De las cuales cuatro eran endémicas, informó Patricia Escalante Pliego,
del Instituto de Biología de la UNAM
·
De continuar la actual tasa de modificación del hábitat el número podría
incrementarse, indicó
·
Iniciaron una campaña con Fundación UNAM para reintroducir la paloma
Socorro a una de las islas que conforman el archipiélago Revillagigedo
En nuestro país han
desaparecido seis especies de aves, de las cuales cuatro eran endémicas, pero
de continuar la actual tasa de modificación de los hábitats el número podría
incrementarse, alertó Patricia Escalante Pliego, jefa del Departamento de
Zoología del Instituto de Biología de la UNAM.
Las endémicas desparecidas
son: carpintero imperial, petrel de Guadalupe, caracará de Guadalupe y sanate
de Lerma. Las otras dos, la paloma pasajera y el chorlito esquimal: esta última
anidaba en el Círculo Ártico y en su migración pasaba por el territorio
nacional.
Esta situación está
relacionada con la acelerada pérdida de recursos naturales en México, cada vez
hay menos selvas, bosques de coníferas y de pinos, y desiertos; así como
aquellos ecosistemas que aún cuando no están amenazados, también son
transformados, como los pastizales.
Destacó que el problema
principal se registra en los humedales y las selvas, sobre todo las tropicales,
donde se tienen tasas de deforestación de 600 mil hectáreas al año. Aunque el
medio acuático es de los más afectados del país.
Indicó que en el caso de
insectos o anfibios, con áreas de distribución pequeñas, si se destruye su
hábitat se acaba con toda la especie. Hay tasas de extinción de 10 ó 15
familias por minuto; incluso, muchas de ellas desaparecen sin que se lleguen a
describir.
No obstante, aseveró la bióloga universitaria, en el caso
de las aves la merma no es tan rápida porque tienen zonas de propagación más
grandes. El mayor porcentaje que fenece se registra en las islas.
Escalante Pliego informó que
en la actualidad la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-2001, para la
protección ambiental de grupos nativos de México de flora y fauna silvestres,
contiene 352 especies y subespecies de aves. De ellas, 18 probablemente
extintas en su territorio, 66 en peligro de extinción, 99 amenazadas y 169
sujetas a protección especial (antes conocida como rara).
Sin embargo, en los últimos
años se han realizado estudios para actualizar dicha disposición, por lo que
Escalante Pliego, en colaboración con diversos investigadores y el apoyo de la
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), han
propuesto 162 cambios; 150 que implican subir la categoría a diversas especies,
y 12 para bajarla.
De ejemplares amenazados a “en
peligro de extinción” se propone incrementar 38, 11 más de protección especial
“en peligro”; y tres más que no estaban consideradas están incluidas en el
mismo rubro. Asimismo, otras doce mejoraron su situación, insistió.
La investigadora
universitaria, una de los 100 profesionales que estudian las aves en nuestro
país, reveló que ante la realidad que enfrentan estas especies, desde hace
cinco años trabajan en el Libro rojo de las aves de México, con el apoyo del
IB, la CONABIO y la ayuda de los ornitólogos agrupados en CIPAMEX (Consejo
Internacional para la Preservación de las Aves).
Escalante Pliego subrayó que
en nuestro territorio existen alrededor de mil 60 especies de aves, de las
cuales 250 son migratorias, las demás son residentes. No obstante, hay de todo
tipo: comunes, raras, algunas comunidades en islas, otras en todo el
continente. Destacó que en el planeta han desaparecido alrededor de 105
variedades.
Dijo que el proceso de
extinción se da de manera paulatina. El ave se va fragmentando, al desaparecer
de las poblaciones más aisladas y poco a poco, ya no encuentra pareja para
reproducirse.
En ocasiones, hay casos de
mortalidad más rápidos de lo que llegan a multiplicarse, como pasó con el
cóndor de California, que sí anidaba pero se moría a una velocidad mayor;
aunque había cacería y otros factores, el principal fue la contaminación de
plomo.
Precisamente, abundó, esta ave
es una de las seis especies extirpadas de nuestro país. No obstante, en los
últimos años se han impulsado diversas iniciativas para tratar de
reintroducirla en la Sierra de San Pedro Mártir. Pero son proyectos que
requieren décadas de trabajo.
Patricia Escalante reveló que otra
de las familias desaparecidas de nuestro territorio es la Paloma de Socorro.
Sin embargo, en este caso afortunadamente antes de que se extinguiera fueron
recogidos ejemplares para llevarlos a zoológicos privados. Es decir, “es una
especie extinta en la naturaleza, pero que sobrevive en cautiverio, y con la
cual se trabaja para devolverla a su ambiente natural”.
La isla Socorro, junto con otras
tres (Clarión, San Benedicto y Roca Partida) conforman el archipiélago de
Revillagigedo, también conocido como el Galápagos mexicano, y se ubican a 500
kilómetros al sur de la península de Baja
California y a 600 al oeste de México. Abarcan un área de 830
kilómetros cuadrados.
Ante tal situación, se inició
una campaña con Fundación UNAM, llamada “Mi casa es tu casa”, con el propósito
de ayudar a devolver esta paloma a su entorno, en la que se trabaja desde hace
cuatro años.
Indicó que la ventaja que
tiene este proyecto es que la ínsula sólo es una base naval, lo cual permite
operar la restauración. Los avicultores de Estados Unidos y Europa siempre han
estado interesados en que esta especie sea devuelta a su ambiente natural.
Sin embargo, abundó, este
esfuerzo será difícil ya que, por desgracia, las palomas de Estados Unidos ya
no son aptas para la vida silvestre, porque han sido hibridizadas. Además, es
complicado mantener un grupo en cautiverio, al requerir muchos recursos.
Reveló que en Europa hay un
plan para conservarla. No obstante, como hay otros animales más carismáticos, entre
ellos el panda, tigres y otros, se reduce la importancia de financiar ese fin.
Se calcula que en la actualidad hay alrededor de 109 ejemplares vivos en el
mundo.
Escalante Pliego subrayó que
no es fácil reintroducir una especie, deben eliminarse factores que inciden en
su vulneración, restaurar el hábitat y eliminar sus depredadores; además, no se
sabe a ciencia cierta cuál fue la causa de su declive.
Por ejemplo, estudios
realizados en Hawai indican que puede haber enfermedades silvestres, como pasó
con los aztecas y la viruela, que pueden ser las que repercutan en que ciertas
variedades, como ésta, desaparezcan del medio.
Refirió que en la isla Socorro
hubo introducción de puercos que causaron daño al entorno, porque al estar
acostumbrados a vivir en el lodo hicieron pozas, dejaron hoyos que se llenaron
de agua y fueron medios excelentes para la proliferación de mosquitos. Hay
islas en donde antes no había estos insectos y ahora sí, ya sabemos que estos
traen enfermedades. Pero no se puede asegurar que fueron la causa principal de
la extinción de la paloma.
Comentó que para traerlas y
reintroducirlas hay que adaptarlas al medio, porque ya están acostumbradas a
las jaulas y a que se les proporcionen los alimentos. “Conseguimos unos
aviarios para traer cinco parejas y comenzarlas a reproducir”.
La investigadora del IB dijo
que se permitirá su anidación en las
jaulas y se les harán otros aviarios de liberación, en los cuales poco a poco
se acostumbren a salir, puedan cuidarse y buscar su sustento.
“No es una labor fácil pero
vale la pena intentarlo, porque si logramos una población silvestre, se
multiplicará sola y no será necesario continuar con su cautiverio. Esperamos
que las palomas lleguen en mayo de 2006 y llevarlas directamente a la Isla Socorro”,
concluyó.
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FOTO 01.
De las seis
especies de aves extintas en México, cuatro eran endémicas, aseguró Patricia
Escalante Pliego, jefa del Departamento de Zoología del Instituto de Biología
de la UNAM.
FOTO 02
La bióloga
universitaria Patricia Escalante Pliego informó que la Norma Oficial Mexicana
para la protección ambiental de especies nativas de México de flora y fauna
silvestres contiene 352 variedades y subespecies de aves.