Boletín UNAM-DGCS-555
Ciudad Universitaria
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final del boletín
BUSCAN UNIVERSITARIOS MEDIDAS PREVENTIVAS DEL DETERIORO EN XOCHIMILCO Y EN HUMEDALES DE QUINTANA ROO
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Para impulsar medidas preventivas,
afirmó Luis Zambrano, del Instituto de Biología de la UNAM
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El jefe del Laboratorio de Restauración Ecológica expuso que se
incursiona en el manejo hídrico, la red trófica, de contaminantes y nutrientes,
y la erosión en chinampas
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También se trabaja en humedales para determinar su posible afectación,
indicó
Investigadores del Instituto
de Biología de la UNAM trabajan en áreas perturbadas de Xochimilco y en
humedales de Quintana Roo, para determinar su deterioro e impulsar medidas
preventivas, informó Luis Zambrano, responsable del Laboratorio de Restauración
Ecológica de esa entidad.
En la zona lacustre del
Distrito Federal se incursiona en el
manejo hídrico con base en el funcionamiento natural del sistema de canales
(cuándo se inunda y se seca, por ejemplo); de la red trófica (cómo actúa cada
elemento de la cadena alimenticia); de contaminantes y nutrientes; y de la
erosión en las chinampas debida a múltiples factores, añadió.
Los científicos trabajan con
autoridades y expertos de los institutos de Ecología, Geografía, Geología,
Ingeniería, y otras, nacionales e internacionales, incluida la UNESCO y Darwin
Initiative, de Inglaterra, de modo que el problema se ataque desde todos los
frentes y de manera coordinada.
El equipo de investigación analiza restaurar las especies
nativas de Xochimilco, en especial los ajolotes, anfibios endémicos en peligro
de extinción, de importancia biológica y cultural destacada, cuyas poblaciones
se redujeron seis veces, informó.
Dentro de estas acciones, las
autoridades de la delegación se acercaron a los universitarios, para emprender un
plan de reducción de peces exóticos, como carpa y tilapia, que se introdujeron
hace varios años y cuyo cultivo se intensificó, con lo que se afectó a las
poblaciones nativas de ajolote, charal y pescado blanco, recordó.
Además, su presencia generó la
erosión de las chinampas y aumentó la
turbiedad del agua, junto con el agotamiento del oxígeno, precisó Luis
Zambrano. Por ello, se consideró mantener esos cardúmenes "a raya",
ante la imposibilidad de erradicarlos del lugar.
Los científicos del IB determinaron
que las poblaciones de ajolotes se ven afectadas cuando son huevos y larvas,
cuya tasa de sobrevivencia es baja: de cada 10 mil se desarrollan tres. Si en
esta etapa de su ciclo son vulnerados aumenta la mortalidad. “Si se lograra
incrementar esa tasa de tres a 24 comenzarían a recuperarse”, agregó.
Su descenso, explicó, podría
deberse a que son comidos por las tilapias, y sobre todo por las carpas, como
ya se demostró experimentalmente en laboratorio. Otra hipótesis es que la
contaminación genera problemas de hongos; la competencia alimenticia, ya que
las larvas necesitan comer mucho zooplancton, y éste se ha reducido, por la
gran cantidad de peces exóticos.
El experto destacó que la
contaminación afecta también a las redes tróficas, ya que al aumentar la
cantidad de nutrientes el sistema se vuelve más turbio, situación provocada por
las carpas. Eso genera problemas de visibilidad, pues depredadores activos,
como el ajolote, que debe ver de cerca a su presa, deja de comer. O bien,
muchos insectos y peces que son alimento de ese anfibio, podrían estar
decreciendo por la presencia de ciertos químicos en las aguas.
En el Laboratorio de
Restauración Ecológica del IB no sólo se trabaja en sistemas perturbados, sino
en buenas condiciones, como los humedales de Quintana Roo: Sian Ka’an y el
Edén, para determinar el potencial deterioro que podrían sufrir e impulsar
medidas preventivas, comentó.
En un sistema poco perturbado
es posible desarrollar teorías ecológicas, de redes tróficas, para entender
cómo funcionan los sistemas de lagos y humedales, de modo que se apliquen a
otros, dañados, aseguró.
Estos últimos forman parte de
una reserva de la biosfera de las más importantes del país, que corre peligro
por estar cerca de la zona turística de Cancún y aún más del corredor de
hoteles que inicia en Tulum. De hecho, en Quintana Roo se registra el mayor
crecimiento de residentes del país en la actualidad, precisó.
Eso podría generar
consecuencias negativas a corto y largo plazos, como ocurrió en los Everglades
de la península de Florida, donde desde hace 50 años se comenzó a modificar el
ciclo hídrico, debido a la presión poblacional de los alrededores y a la
agricultura, rememoró.
En esa zona de Quintana Roo
–donde hay diferentes tipos de cuerpos de agua interconectados, humedales con
grandes pastizales, cenotes con y sin vegetación, y selva–, argumentó el
científico, es oportuno realizar una planeación adecuada que permita la
preservación de ese ecosistema que, en caso de daño, tendría que recuperarse
con la consecuente inversión de recursos.
La necesidad de agua de los
hoteles puede perjudicar de manera importante a los humedales de Sian Ka’an. Su
principal riesgo, junto con El Edén, es el cambio en el ciclo hídrico.
Asimismo, apuntó, podría afectar el ecoturismo,
que propicia reducción de especies.
Al igual que en el caso de
Xochimilco, en Quintana Roo se requiere la participación de todos los
involucrados: gobierno, hoteleros, empresarios, campesinos e indígenas para
establecer acuerdos y tomar acciones que prevengan la perturbación del área,
advirtió.
De entrada, sugirió Luis Zambrano, debe modificarse el
ciclo hidrológico por medio de barreras de los cauces subterráneos, que eviten
que el agua produzca pérdida de especies acuáticas. Asimismo, impedir la
generación de programas de introducción de especies exóticas que dañen a las
endémicas.
Es posible restaurar sistemas
dulceacuícolas someros perturbados, a través de la producción de información
oportuna y generación de políticas sustentadas académicamente, y con la
participación y trabajo de todos los actores involucrados. Sin embargo, nunca
tendremos un sitio restaurado al cien por ciento, concluyó.
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FOTO 01
Investigadores
del Instituto de Biología de la UNAM trabajan en áreas perturbadas de
Xochimilco y en humedales de Quintana
Roo, para determinar su deterioro e impulsar medidas preventivas, señaló Luis
Zambrano.
FOTO 02.
Como parte de la
recuperación de Xochimilco, científicos del Instituto de Biología de la UNAM
trabajan en la restauración de especies nativas, informó el investigador Luis
Zambrano.