06:00 hrs.  20 de Julio de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-552

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

AFECTA A LA TERCERA PARTE DE LOS MEXICANOS ALGÚN TRASTORNO DEL SUEÑO

 

·        Sin embargo, son desatendidos o ignorados, sostuvo Reyes Haro, coordinador de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM

·        Con frecuencia, los médicos creen que la falta de reposo es indicadora de ansiedad o depresión, aseveró

·        Los más atendidos son el insomnio, ronquido o somnolencia diurna, mencionó

 

La tercera parte de la población mexicana padece o ha sufrido algún trastorno del sueño, la mayoría de los cuales han sido desatendidos o ignorados, afirmó Reyes Haro, coordinador de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

Con frecuencia, aseveró, los médicos familiares consideran al insomnio como indicador de ansiedad o depresión, y desconocen que si no es tratado en forma precisa puede desembocar en graves estados psiquiátricos. Se ha comprobado que pacientes con enfermedades mentales comenzaron con quejas sobre su capacidad para descansar y al no ser resuelta evolucionó a otros padecimientos.

 

Se habla de trastornos, precisó, cuando existe algún fenómeno que le impide a la gente dormir en forma adecuada; es decir, si su sueño es interrumpido, si ocurre algo mientras reposa o si en el día presenta ganas excesivas de dormitar a pesar de haber descansado el tiempo necesario para su edad.

 

Los más atendidos son el insomnio o somnolencia diurna, pero hay otros raros, como quienes actúan en sus sueños, es decir, presentan conductas porque sienten que alguien le va a hacer algo a alguno de los integrantes de su familia y tratan de defenderlo; en ese periodo pueden agredir o lesionarse, refirió el neurofisiólogo.

 

Este malestar, dijo Reyes Haro, puede ser causado por múltiples factores; principalmente por el ronquido. Se deja de respirar y a eso se le llama apnea, con una duración variable de 10 segundos hasta más de un minuto, pero puede presentarse entre 20 y 100 veces durante una hora y eso los hace despertar de continuo, con el subsiguiente cansancio durante el día.

 

Muchos se quejan de no poder conciliar el sueño y los facultativos por lo regular no les preguntan si roncan y les dan medicamentos. Hacen que el problema se agrave, alertó, se hacen dependientes y siguen con sus quejas, pues las sustancias alteran la calidad del reposo. Como en sus inicios no duele ni presenta malestar físico no se le da importancia, y se intenta solucionar con remedios caseros como el té de lechuga, darse un baño de agua caliente o remedios naturistas.

 

Cuando ello no funciona y el paciente siente que su vida está afectada, su estado de alerta no es el adecuado y necesita estimularse –toma café, gaseosas con cafeína o fuma de más–, decide buscar ayuda especializada, pero la mayoría de las veces esto tampoco funciona porque sus síntomas son mal atendidos, mencionó.

 

Ante la necesidad de dar aplicación práctica a estos conocimientos surgió hace siete años la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, que desde entonces, se erigió como el proyecto más importante de América Latina para el control y atención de estos fenómenos, enfatizó.

 

También, abundó, se creó para contar con un espacio en donde se pudiera generar conocimiento en torno a este tema. “Nuestra labor principal es la atención a los pacientes, pero también se realiza investigación, porque pertenecemos a una institución donde se debe ejecutar esta tarea. Asimismo, formamos recursos humanos”.

 

De hecho, sostuvo, se atiende un problema de salud que pasó inadvertido durante años, y se da consulta a cerca de cinco mil pacientes al año. Gracias a este proyecto han surgido otras clínicas similares. Sin embargo, ésta es la más equipada y se cuenta con un equipo multidisciplinario, formado por neurólogos, neurofisiólogos, psiquiatras, psicólogos, odontólogos, neuropediatras y nutriólogas.

 

Es un área donde convergen varias especialidades. Por ejemplo, el ronquido lo atienden neumólogos y otorrinolaringólogos; el insomnio, psicólogos y neurofisiólogos; incluso trastornos neurológicos como epilepsia durante el sueño, corresponde a neurólogos, agregó.

 

Hay gente que sólo ronca y no deja de respirar, si este es el caso se les pone una prótesis de base mandibular para controlar el silbido. Hay quienes rechinan los dientes y son atendidos por ortodoncistas. El ronquido está ligado a problemas de sobrepeso y en esos casos acuden con un nutriólogo. Otro es el diagnóstico de síndrome de muerte súbita, en donde el neonato tiene riesgo de morir mientras duerme, adelantó.

 

Reyes Haro explicó que cuando un sujeto llega sin tratamiento y su problema es por insomnio, se atiende de inmediato y puede curarse en aproximado de dos meses. “Pero si ya tomó medicamentos antes, es preciso modificarlos, pero de manera cuidadosa; de lo contrario puede presentarse un síndrome de abstinencia”. Además de dar solución farmacológica adecuado, de quitar sustancias adictivas que alteran la organización del sueño, se aplica un programa de higiene, aseveró.

 

Esto consiste en modificar los malos hábitos. Primero, se pide que duerma y se levante a la misma hora todos los días, incluyendo fines de semana en un intervalo de ocho horas. “Un hábito común en un paciente insomne es que como no durmió adecuadamente, quiere recuperar ese sueño en el día y entonces pasa mucho tiempo en cama y siempre se levanta sintiendo que no durmió”, indicó.

 

Es normal despertar hasta cinco veces en la noche, pero son de poca duración, de menos de un minuto. En cambio, en estos casos cada vez que abre los ojos busca saber la hora, por eso se le pide que prescinda del reloj. Se le sugiere ponerlo abajo de la cama para tenerlo fuera de su alcance, pero que sí lo escuchen, expuso. 

 

Asimismo, abundó, se les reduce el consumo de estimulantes. La gente puede tomar café o refrescos de cola pero antes de la hora de la comida, porque si lo hacen después se acumula el efecto estimulante y eso les causará problemas al dormir. Se procura que la gente haga ejercicio, pues eso fortalece los ciclos de sueño, pero esto debe ser en el día porque en la noche tiene un efecto contraproducente.

 

En el caso de los roncadores, el problema se resuelve al ponerles una prótesis de base mandibular y así se controla en casos leves, pero si deja de respirar se le pone una mascarilla en la nariz, conectada a una compresora de uso médico, que funciona como generadora continua de presión de aire, para contrarrestar la obstrucción, así sus niveles de respiración y el ritmo cardiaco se estabilizan, señaló.

 

Concluyó que en este sitio se estudia la relación entre sueño y depresión; los mecanismos subyacentes a los trastornos respiratorios de los bebés; la eficacia de los tratamientos del ronquido y cómo afecta el tabaquismo al sueño.

 

 

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FOTO 01

Con frecuencia, los médicos desconocen que si el insomnio no es tratado puede desembocar en estados psiquiátricos, aseveró Reyes Haro, coordinador de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.

 

FOTO 02.

Los trastornos del sueño más comunes en la población mexicana son insomnio, ronquido o somnolencia diurna, mencionó Reyes Haro, neurofisiólogo de la Facultad de Medicina de la UNAM.