Boletín UNAM-DGCS-552
Ciudad Universitaria
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final del boletín
AFECTA A LA TERCERA PARTE DE LOS MEXICANOS ALGÚN TRASTORNO DEL SUEÑO
·
Sin embargo, son desatendidos o ignorados, sostuvo Reyes Haro,
coordinador de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de
la UNAM
·
Con frecuencia, los médicos creen que la falta de reposo es indicadora
de ansiedad o depresión, aseveró
· Los más atendidos son el insomnio, ronquido o somnolencia diurna, mencionó
La tercera parte de la
población mexicana padece o ha sufrido algún trastorno del sueño, la mayoría de
los cuales han sido desatendidos o ignorados, afirmó Reyes Haro, coordinador de
la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Con frecuencia, aseveró, los
médicos familiares consideran al insomnio como indicador de ansiedad o
depresión, y desconocen que si no es tratado en forma precisa puede desembocar
en graves estados psiquiátricos. Se ha comprobado que pacientes con
enfermedades mentales comenzaron con quejas sobre su capacidad para descansar y
al no ser resuelta evolucionó a otros padecimientos.
Se habla de trastornos,
precisó, cuando existe algún fenómeno que le impide a la gente dormir en forma
adecuada; es decir, si su sueño es interrumpido, si ocurre algo mientras reposa
o si en el día presenta ganas excesivas de dormitar a pesar de haber descansado
el tiempo necesario para su edad.
Los más atendidos son el
insomnio o somnolencia diurna, pero hay otros raros, como quienes actúan en sus
sueños, es decir, presentan conductas porque sienten que alguien le va a hacer
algo a alguno de los integrantes de su familia y tratan de defenderlo; en ese
periodo pueden agredir o lesionarse, refirió el neurofisiólogo.
Este malestar, dijo Reyes
Haro, puede ser causado por múltiples factores; principalmente por el ronquido.
Se deja de respirar y a eso se le llama apnea, con una duración variable de 10
segundos hasta más de un minuto, pero puede presentarse entre 20 y 100 veces
durante una hora y eso los hace despertar de continuo, con el subsiguiente
cansancio durante el día.
Muchos se quejan de no poder
conciliar el sueño y los facultativos por lo regular no les preguntan si roncan
y les dan medicamentos. Hacen que el problema se agrave, alertó, se hacen
dependientes y siguen con sus quejas, pues las sustancias alteran la calidad
del reposo. Como en sus inicios no duele ni presenta malestar físico no se le
da importancia, y se intenta solucionar con remedios caseros como el té de
lechuga, darse un baño de agua caliente o remedios naturistas.
Cuando ello no funciona y el
paciente siente que su vida está afectada, su estado de alerta no es el
adecuado y necesita estimularse –toma café, gaseosas con cafeína o fuma de
más–, decide buscar ayuda especializada, pero la mayoría de las veces esto
tampoco funciona porque sus síntomas son mal atendidos, mencionó.
Ante la necesidad de dar
aplicación práctica a estos conocimientos surgió hace siete años la Clínica de
Trastornos del Sueño de la UNAM, que desde entonces, se erigió como el proyecto
más importante de América Latina para el control y atención de estos fenómenos,
enfatizó.
También, abundó, se creó para
contar con un espacio en donde se pudiera generar conocimiento en torno a este
tema. “Nuestra labor principal es la atención a los pacientes, pero también se
realiza investigación, porque pertenecemos a una institución donde se debe
ejecutar esta tarea. Asimismo, formamos recursos humanos”.
De hecho, sostuvo, se atiende
un problema de salud que pasó inadvertido durante años, y se da consulta a
cerca de cinco mil pacientes al año. Gracias a este proyecto han surgido otras
clínicas similares. Sin embargo, ésta es la más equipada y se cuenta con un
equipo multidisciplinario, formado por neurólogos, neurofisiólogos,
psiquiatras, psicólogos, odontólogos, neuropediatras y nutriólogas.
Es un área donde convergen
varias especialidades. Por ejemplo, el ronquido lo atienden neumólogos y
otorrinolaringólogos; el insomnio, psicólogos y neurofisiólogos; incluso
trastornos neurológicos como epilepsia durante el sueño, corresponde a
neurólogos, agregó.
Hay gente que sólo ronca y no
deja de respirar, si este es el caso se les pone una prótesis de base
mandibular para controlar el silbido. Hay quienes rechinan los dientes y son
atendidos por ortodoncistas. El ronquido está ligado a problemas de sobrepeso y
en esos casos acuden con un nutriólogo. Otro es el diagnóstico de síndrome de
muerte súbita, en donde el neonato tiene riesgo de morir mientras duerme,
adelantó.
Reyes Haro explicó que cuando
un sujeto llega sin tratamiento y su problema es por insomnio, se atiende de
inmediato y puede curarse en aproximado de dos meses. “Pero si ya tomó
medicamentos antes, es preciso modificarlos, pero de manera cuidadosa; de lo
contrario puede presentarse un síndrome de abstinencia”. Además de dar solución
farmacológica adecuado, de quitar sustancias adictivas que alteran la
organización del sueño, se aplica un programa de higiene, aseveró.
Esto consiste en modificar los
malos hábitos. Primero, se pide que duerma y se levante a la misma hora todos
los días, incluyendo fines de semana en un intervalo de ocho horas. “Un hábito
común en un paciente insomne es que como no durmió adecuadamente, quiere
recuperar ese sueño en el día y entonces pasa mucho tiempo en cama y siempre se
levanta sintiendo que no durmió”, indicó.
Es normal despertar hasta
cinco veces en la noche, pero son de poca duración, de menos de un minuto. En
cambio, en estos casos cada vez que abre los ojos busca saber la hora, por eso
se le pide que prescinda del reloj. Se le sugiere ponerlo abajo de la cama para
tenerlo fuera de su alcance, pero que sí lo escuchen, expuso.
Asimismo, abundó, se les
reduce el consumo de estimulantes. La gente puede tomar café o refrescos de
cola pero antes de la hora de la comida, porque si lo hacen después se acumula
el efecto estimulante y eso les causará problemas al dormir. Se procura que la
gente haga ejercicio, pues eso fortalece los ciclos de sueño, pero esto debe
ser en el día porque en la noche tiene un efecto contraproducente.
En el caso de los roncadores,
el problema se resuelve al ponerles una prótesis de base mandibular y así se
controla en casos leves, pero si deja de respirar se le pone una mascarilla en
la nariz, conectada a una compresora de uso médico, que funciona como
generadora continua de presión de aire, para contrarrestar la obstrucción, así
sus niveles de respiración y el ritmo cardiaco se estabilizan, señaló.
Concluyó que en este sitio se
estudia la relación entre sueño y depresión; los mecanismos subyacentes a los
trastornos respiratorios de los bebés; la eficacia de los tratamientos del
ronquido y cómo afecta el tabaquismo al sueño.
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Con frecuencia,
los médicos desconocen que si el insomnio no es tratado puede desembocar en
estados psiquiátricos, aseveró Reyes Haro, coordinador de la Clínica de
Trastornos del Sueño de la UNAM.
FOTO 02.
Los trastornos del sueño más comunes en la población mexicana son insomnio, ronquido o somnolencia diurna, mencionó Reyes Haro, neurofisiólogo de la Facultad de Medicina de la UNAM.