06:00 hrs.  18 de Julio de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-548

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

POSEE MÉXICO UNO DE LOS MEJORES ÁMBARES DEL MUNDO; FALTA CUANTIFICAR SUS RESERVAS

 

·        No se han realizado estudios para ello, advirtió Lynneth Susan Lowe, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM

·        Es de excelente calidad, cristalino, fácil de trabajar, y en ocasiones incluye fósiles, reveló

·        La extracción de este elemento en Chiapas es el sustento de alrededor de dos mil familias, informó

 

México posee uno de los mejores ámbares del mundo, pero hasta el momento no se han realizado estudios para conocer las reservas con que cuenta, señaló la arqueóloga Lynneth Susan Lowe, del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl) de la UNAM.

 

Las evidencias muestran que los yacimientos de este recurso fosilífero, tan preciado en su uso ornamental en el continente europeo, sobre todo en Italia, no se agotarán en fecha próxima. Empero, añadió, se requieren análisis para estimar su cuantía y asegurar su explotación planificada.

 

Reveló que desde el punto de vista natural el ámbar es importante porque es un elemento que posee información, registrada por millones de años, sobre el medio ambiente que había en aquella época, zonas de pantanos y lagunas, y que hoy son las sierras altas de Chiapas, y permite conocer la fauna y flora que había.

 

 

En cuanto a lo arqueológico e histórico, agregó, era una sustancia especial para ciertos grupos prehispánicos, como los mexica, que le nombraban apoconalli o burbuja de mar de agua endurecida. Eso muestra la concepción y el aprecio hacia materiales que no tenían a su alcance.

 

Durante el periodo colonial se perdió parte de esa tradición, y se le utilizó para fabricar rosarios. Entre los grupos indígenas se le considera un amuleto contra el mal de ojo, abundó.

 

Explicó que al ser subterráneo, es necesaria una evaluación geológica. Los pocos datos al respecto los obtuvo la Universidad de California, Estados Unidos, en los años 50, pero se abocaron a determinar su antigüedad, en qué estratos se localizaba, qué insectos contenía, pero no contemplaron su extensión.

 

La especialista indicó que la extracción de este elemento en esa entidad del sureste es el sustento de alrededor de dos mil familias. Sin embargo, hay varios grupos empresariales interesados en invertir.

 

Es una actividad artesanal, reconoció. A sus artífices se les conoce como ambareros y se dedican a explorar las vetas, pero con técnicas elementales. Siguen el filón, en zonas de barrancas, por medio de túneles al interior de las montañas, guiados por una vela y un artefacto de metal para extraer el producto en bruto y luego limpiarlo y tallarlo. Es peligroso, porque se desarrolla en una región que cuando llueve sufre derrumbes y deslizamientos de tierra continuos.

 

Susan Lowe dijo que los tres mejores ámbares en el mundo son los de República Dominicana, mar Báltico y Chiapas. El mexicano es de excelente calidad, cristalino, fácil de trabajar y casi no se agrieta; en ocasiones tiene inclusiones de fósiles, sobre todo insectos y otras especies desaparecidas, lo que eleva su precio. Es uno de los más jóvenes, fechado entre 24 y 26 millones de años.

 

Refirió que uno de los objetivos de los universitarios es hacer análisis de procedencia, a fin de distinguir la región de cada pieza, dado su parecido. Es posible diferenciarlo por país, pero aún no es tan fino el estudio como para saber cuando es de una comunidad u otra.

 

El ámbar es una resina depositada en un ambiente libre de oxígeno y fosilizado durante más de 20 millones de años. Es de tipo vegetal proveniente de un árbol, pero al caer y quedar sellada, sin luz ni materiales orgánicos, se impide su descomposición y adquiere ese estado. Tiene doble carácter, orgánica y de origen animal, abundó.

 

Hay muchos lugares en el mundo donde se dio este fenómeno, cada uno con un origen diferente, el de México proviene de la leguminosa neotropical Hymenaea, pariente del árbol Guapiñol, caracterizado por una fuerte secreción resinosa en el tronco y las raíces, típica de las márgenes de los ríos en la selva alta subcaducifolia, expresó.

 

En cambio, el extraído en la región del mar Báltico es de una conífera, relacionado con los pinos y abetos; es decir, precisó, es distinto dependiendo de cada lugar.

 

La arqueóloga de la UNAM apuntó que sólo en Chiapas se dieron las condiciones para la fosilización, porque la distribución de la planta va del sureste hasta Centroamérica. Sin embargo, se requirió un medio acuático, la orilla de un pantano o un antiguo mar, un ambiente salino, sellado, sin luz ni oxígeno.

 

Los únicos yacimientos en México se localizan en la sierra alta, y sólo se explotan los de Huitiupan, Simojovel y Totolapa, cerca de Tuxtla Gutiérrez. Este último se localiza debajo del pueblo, lo que hace difícil su extracción. Sin embargo, acotó, en Simojovel hay esta actividad, sobre todo en años recientes. Incluso, el 25 de agosto de 2003 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Norma Oficial Mexicana para dar sustento a la denominación de origen del ámbar de esa entidad.

 

Tal importancia ha cobrado, que desde hace varios años en Chiapas se realiza una Feria anual, que ha contribuido a promover aún más su explotación, por lo que las ventas se han incrementado, sobre todo a Italia, donde es apreciado, concluyó.

 

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FOTO 01

Lynneth Lowe, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, dijo que la explotación del ámbar en el sur del país es el sustento de alrededor de dos mil familias.

 

FOTO 02.

La extracción del ámbar en Chiapas es una actividad artesanal. A sus artífices se les conoce como ambareros, que trabajan con técnicas elementales, aseguró la arqueóloga universitaria Lynneth Lowe.