Boletín UNAM-DGCS-546
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
LIMITADA, LA
PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA
·
No logra pasar la barrera del 30 por ciento en el Sistema Nacional de
Investigadores
·
Aseguró la académica Judith Zubieta, del Instituto de Investigaciones
Sociales
·
Hay enormes diferencias salariales entre hombres y mujeres con posgrado,
advirtió
La participación de la mujer
en ciencia y tecnología aún es limitada tanto en México como en el mundo. Pese
a su avance en el acceso a todos los niveles y modalidades educativas, no ha
logrado remontar una tercera parte del Sistema Nacional de Investigadores
(SNI), advirtió la académica del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de
la UNAM, Judith Zubieta García.
La también secretaria de Innovación
Educativa de la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia
(CUAED) de esta casa de estudios, agregó que la población femenina dedicada a
estas áreas ocupa “los escalones más bajos” en categorías y niveles de la
carrera docente; en tanto, las percepciones salariales entre hombres y mujeres
con estudios de posgrado registran grandes diferencias, pues ellas perciben la
tercera parte de lo que ganan sus contrapartes.
Aclaró que este sector tiende
a concentrarse en disciplinas relacionadas con estereotipos sociales de
funciones asignadas. Esto se observa, por ejemplo, a través de su alta
participación en áreas relativas a cuidados de la salud o en humanidades y
artes, vistas como parte de su labor natural.
En cambio, aseveró, hay pocas
en matemáticas, física y astronomía, “incluso hubo un tiempo que se pensó que
las ciencias sociales eran fundamentalmente femeninas”.
Opinó que las estudiantes, al
concluir la licenciatura, tienden a no ingresar con el mismo grado de
compromiso al posgrado. Aunado a ello, las que culminan este nivel, deciden no
trabajar en asuntos relacionados con ciencia y tecnología y optan por la
docencia.
Zubieta García mencionó que el grueso de estas
actividades se realiza en las universidades y están incluidas no sólo las áreas
duras, sino las sociales y las humanidades, al ser disciplinas que requieren de
un trabajo sistemático, riguroso, serio, con teorías y metodologías.
Detalló que en el SNI las
mujeres no rebasan 30 por ciento de presencia, y en la Academia Mexicana de
Ciencias (AMC) constituyen poco más de 25 por ciento. En el país faltan
modelos, roles, con los que las niñas mexicanas puedan identificarse para
introducirse al mundo científico.
De acuerdo con el Informe
general del estado de la ciencia y la tecnología 2004 del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (Conacyt), el acervo de recursos humanos en estas áreas en
nuestro país se ubicó en 53.8 por ciento de hombres y el resto de mujeres; una
alza si se toma en cuenta que ellas representaban en 1993 el 40.9 por ciento.
Según datos de la propia AMC, desde la instauración del
Premio Nobel en 1901, dos investigadoras lo han recibido en Física: Marie
Curie, en 1903, y Maria Goeppert-Mayer, en 1963. Se han obtenido tres en
química; siete en fisiología y medicina; diez en literatura, y doce
correspondientes a la paz.
En el campo de la Física en México todavía son pocas las
dedicadas a esta disciplina. El Catalogo de Recursos Humanos en Física ubica
cerca de mil 700 registros docentes; de los cuales, 8 por ciento son doctoradas
en Física o Astronomía, y 10 por ciento cursó un posgrado. Sólo 230 mujeres
ejercen la docencia e investigación en este
campo.
A pesar de las cifras,
insistió, persisten los valores sociales que identifican a la mujer como quien
“logra la armonía en el hogar, en un inconsciente social”.
Por otro lado, reveló que los
criterios de evaluación, tanto en el SNI como en los programas de estímulos,
piden el mismo nivel de productividad a una mujer que a un hombre cuando las
primeras tienen periodos reproductivos definidos, por lo que es necesario
“arroparlas” en este lapso.
Por otro lado, la
investigadora expuso que en la sociedad mexicana lo referido a ciencia y la
tecnología no se aprecia, “y es mucho más importante cuánto tienes que cuánto
sabes”.
Pese a ello, precisó, ellas
han demostrado ser tan capaces de estudiar astrofísica como de incursionar en
la invención, por lo que deben aprovechar el surgimiento de las nuevas
disciplinas derivadas del desarrollo tecnológico.
Reconoció potencialidad
intelectual en hombres y mujeres por igual, aunque advirtió que es inaceptable
que ellas encuentren cortapisas para ciertos campos del conocimiento. Hizo un
llamado a realizar un trabajo arduo, con el fin de crear conciencia social
sobre la importancia de las innovaciones y saberes.
“Que se reconozca como una
actividad fundamental, la cual puede dar al país la competitividad que necesita
para subsistir; amarrar su espíritu libertario y de autonomía; de seguridad
nacional y defensa de identidades nacionales. Creo que ese valor no existe”,
apuntó.
Planteó una mayor exposición
ante la sociedad mexicana de las mujeres exitosas y que hacen carreras
científicas espléndidas, cuyos trabajos son reconocidos dentro y fuera del
país. “Tenemos que crear esos modelos; que no sea madame Curie quien las
inspire”. Necesitamos promover una imagen de quien puede llevar una familia,
una carrera académica exitosa, así como políticas de promoción en la academia, concluyó.
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FOTO 01
La participación
de la mujer en ciencia y tecnología aún es limitada tanto en México como en el
mundo, aseveró la investigadora del IIS de la UNAM, Judith Zubieta.
FOTO 02.
En la sociedad mexicana existen estereotipos sobre las funciones asignadas a la mujer, ello se demuestra en su elección profesional, donde dejan de lado las actividades científicas, afirmó la académica de la UNAM Judith Zubieta.