Boletín UNAM-DGCS-542
Ciudad Universitaria
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final del boletín
FALTA ATENCIÓN ESPECIALIZADA A TRANSTORNOS AFECTIVOS DE PACIENTES CON ENFERMEDADES CRÓNICAS
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Para que puedan continuar con sus actividades de manera normal, sin
miedos ni ansiedades, señaló Claudia Fouilloux, de la Facultad de Medicina de
la UNAM
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Cuando estos padecimientos se conjuntan con depresión, debido a alguna
relación biológica, circunstancial o de medio ambiente, se habla de
comorbilidad, explicó
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El abatimiento produce baja de la inmunidad; en estas condiciones, el
organismo no está preparado para contender con la enfermedad, señaló
La atención médica de los
trastornos afectivos es indispensable para que los pacientes con enfermedades
crónicas, como Sida, diabetes o cáncer, puedan continuar con sus actividades de
manera normal, sin miedos ni ansiedades, señaló Claudia Fouilloux, del
Departamento de Psicología Médica, Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de
Medicina (FM) de la UNAM.
Ello porque cuando estos
padecimientos se conjuntan con depresión, debido a alguna relación biológica,
circunstancial o de medio ambiente, se habla de comorbilidad, añadió, y se han
encontrado casos triples o cuádruples.
El diagnóstico de esta mixtura
es esencial, dado que con frecuencia los afectados presentan resistencias al
tratamiento y eso ensombrece los síntomas del abatimiento, es más persistente y
en ocasiones no responde a la medicación, refirió.
Dio como ejemplo a una persona que ha sufrido un infarto
al miocardio y por ello tiene tres veces más riesgo de desalentarse. La
aparición de un evento coronario agudo puede tener efectos devastadores sobre
la rutina de los sujetos, pues a partir de la identificación cambian sus
hábitos en forma radical, e inician un nuevo estilo de vida que muchas veces
los sobrepasa.
A pesar de que la depresión
aparece en 30 por ciento de los sujetos que presentaron esta última afección,
algunos médicos prefieren no indicar antidepresivos por considerarlos
riesgosos, pese a los avances registrados, reveló.
El desasosiego produce baja de
la inmunidad, aseveró; en estas condiciones, el organismo no está preparado
para contender con la enfermedad; hace que las condiciones de defensa y lucha
sean deficientes. Si se mejora el estado afectivo el paciente tendrá ganas de
vivir, tomará sus medicamentos y afrontará mejor su malestar. Sin el
antidepresivo se sentirá como una carga para los demás.
Algunas alteraciones
sistémicas como las endocrinológicas (diabetes y trastornos de la glándula
tiroides: hipo e hipertiroidismo), también se presentan en forma comórbida con
depresión. Es probable que en estos casos la misma fisiopatología de los
trastornos produzca cambios en los neurotransmisores (serotonina y
noradrenalina) involucrados, explicó.
De ahí se desprende el que
siempre se deban utilizar antidepresivos en estos casos. El galeno debe tener
en cuenta las formas en que actúan los medicamentos, pues podrán aumentar o
disminuir la acción de otras sustancias, para ajustar las dosis, lo cual en
general es un procedimiento sencillo, apuntó.
La desesperanza se presenta
también en la mitad de los pacientes oncológicos; en muchos casos como falta de
energía, mal apetito, alteraciones del sueño y baja de peso, síntomas
atribuibles a la propia enfermedad o al tratamiento quimioterapéutico. Se da
por hecho que el desgano se debe a la devastadora presencia neoplásica. No se
hace el interrogatorio y, por lo tanto, no se descubre la emoción negativa.
Otros pacientes que tienen una
situación similar, son los que desarrollan Sida, con falta de vigor y actitudes
tendentes al suicidio. Muchos de ellos, por tanto, observan baja adherencia al
tratamiento y pocos deseos de continuar su existencia.
Además de los fármacos, la
intervención psicoterapéutica es importante, pues aparte del efecto psicológico,
las investigaciones han mostrado que el “beneficio de la palabra” provoca
cambios bioquímicos favorables en el cerebro.
Por otro lado, el paciente
deprimido con frecuencia se muestra “inadaptado” a su medioambiente y esta
técnica tiene como meta el ayudarlo a resolver los problemas cotidianos, sin
correr riesgos o tomar decisiones inadecuadas. Otro de sus objetivos es dar
información a los familiares, quienes muchas veces no entienden que la misma
enfermedad depresiva es la causa de que el internado se abandone. De esta
manera, ambas ayudas son complementarias, concluyó.
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FOTO 01
La atención médica de los trastornos
afectivos es indispensable para que los pacientes crónicos continúen con sus
actividades sin miedos ni ansiedades, señaló Claudia Fouilloux, de la Facultad
de Medicina de la UNAM.
FOTO 02.
A decir de la
investigadora universitaria Claudia Fouilloux, la mitad de los pacientes con
enfermedades oncológicas tienen también trastornos depresivos, lo que se conoce
como comorbilidad.