06:00 hrs.  15 de Julio de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-539

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

DEBE MÉXICO DIVERSIFICAR SU OFERTA TURÍSTICA

 

·        Los sitios tradicionalmente promovidos podrían volverse obsoletos, reconoció Álvaro Sánchez Crispín, del Instituto de Geografía de la UNAM

·        El principal reto para nuestro país es superar la competencia por el turismo internacional, consideró

·        Una de las ventajas más importantes para la nación es la infraestructura, tanto hotelera como de servicios, que es de excelente calidad, aseguró

 

Es necesario que México diversifique su oferta turística y con ello hacer sostenible esta actividad y evitar se vuelvan obsoletas las regiones tradicionalmente promovidas, afirmó Álvaro Sánchez Crispín, investigador del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM.

 

Recordó que es amplio el potencial del país en este ámbito; no obstante, el principal reto que afronta es que el escenario turístico internacional está competido y cada nación quiere sacar su mejor carta para afianzarse en el mercado y verse favorecido con la derrama económica que ello genera.

 

El investigador universitario, quien desarrolla el proyecto “Geografía del turismo en México”, en colaboración con Álvaro López y Enrique Propín, técnicos académicos y becarios de posgrado, indicó que una de las ventajas locales más importantes es la infraestructura, tanto la hotelera como la de servicios, que es de excelente calidad.

 

 

Reveló que sobre la presencia de las cadenas hoteleras internacionales en América Latina, México está por encima de naciones como Brasil, Argentina y el resto de la región. Ello se asocia, en buena medida, con el hecho de que capta 50 por ciento de los viajeros que arriban a Latinoamérica cada año; es decir, de 40 millones de visitantes, a nuestro territorio llegan 20, el resto se distribuye en América Central, el Caribe y Sudamérica. 

 

No obstante, México “no debe confiarse, es necesario tomar medidas y ver cuáles son las nuevas formas de entretenimiento, encontrar y aplicar otras medidas para atraer al turista y seguir las reglas del juego que marca el mercado internacional”, expuso.

 

El geógrafo consideró que otra de las opciones es reestructurar aquellos sitios tradicionales o maduros, como Acapulco. Se requiere repensar el lugar, porque siempre se consideró la playa, palmera y mar tropicales como elementos suficientes para una buena oferta turística.

 

Pero ya no basta con ello, es indispensable ofertar algo más, otros productos en esos lugares, de lo contrario sucederá lo mismo que en las minas de México que, después de la bonanza y su explotación, decayeron. Es decir, se debe reinventar el lugar o no habrá manera de hacerlo atractivo para los ojos del viajero internacional, alertó.

 

Sánchez Crispín comentó que México tiene posibilidades, cuenta con un gran número de sitios arqueológicos, artesanías en diversas regiones, múltiples grupos étnicos, iglesias, minas y bosques de todo tipo, lo importante es promover, diversificar, y llamar la atención del inversionista y del potencial consumidor. A la playa tropical hay que dejarla con la dinámica que ya tiene para el mercado, tanto externo como nacional.

 

Destacó la importancia de que la Universidad Nacional haga aportaciones al conocimiento de la realidad del país, a través de estos trabajos. Lamentablemente, no existe una carrera de turismo en la institución, pero en el Instituto de Geografía, “gracias a la perspectiva territorial, podemos darnos el privilegio de hacer estudios e investigaciones en este sentido”.

 

“Hay que divulgar nuestros resultados de investigación porque, finalmente, podrían representar otra opción para la gente, mientras más se difunda cuántos lugares hay y qué posibilidades de práctica recreativa turística, existirán más ventajas para las diferentes regiones del país”, aseveró.

 

Dijo que, al tomar en cuenta todas estas características, de las que se sabe mediante el estudio de sitios específicos y las experiencias que el equipo de trabajo ha tenido en distintas regiones, se han propuesto tipologías de lugares turísticos. Hay artículos publicados y una regionalización de México, que suscitó interés en la Secretaría de Turismo.

 

Lo importante de ello es que “no se puede gastar un presupuesto en forma indiscriminada, tiene que conocerse cómo es el espacio nacional y cuáles son las regiones que lo constituyen para promover las diferentes zonas de la República y aspirar a lograr una cierta justicia territorial”, abundó.

 

En cuanto a la regionalización que se llevó a cabo en el Instituto de Geografía, primero se hizo la tipología de los lugares, y de acuerdo con ello, y con los datos existentes sobre infraestructura y flujos, el territorio se dividió en macrorregiones, mesorregiones y microrregiones, de manera que esta propuesta fuera útil para diversos actores sociales y económicos que intervienen en la configuración del turismo, adelantó.

 

Álvaro Sánchez advirtió que, de no ponerse en marcha algunas de estas propuestas, México podría enfrentar serios problemas en el sector. De hecho, China, que hasta hace unos años no figuraba en el mapa turístico como uno de los diez principales destinos, hoy está colocado en el sexto o séptimo lugar, y rebasó a nuestro país, que ocupa el octavo o noveno sitio.

 

 

Por ello, “si no se ponen en práctica nuevas estrategias para atraer y conservar al turismo internacional, nuestra nación perdería una buena tajada del mercado”. Se afectaría a muchas regiones de México que viven exclusivamente de esa actividad. Eso sería grave, porque si la gente ya no tiene trabajo deberá buscar otras opciones como la migración o, incluso, una actividad ilegal, argumentó.

 

En el caso concreto de Cancún, Quintana Roo, ejemplificó, si no arribara el número de visitantes que lo hace cada año, sería difícil que sus habitantes pudieran mantenerse, porque no hay otra actividad económica local de importancia. No habría forma de obtener ingresos.

 

No hay que fiarse en que nuestras playas son atractivas y que sólo viajan los estadounidenses (casi 90 por ciento del total de extranjeros que visitan el país), basados en la presunta ventaja de la proximidad geográfica. Habrá algunos, sobre todo los de origen mexicano, que sí lo harán porque mantienen vínculos culturales, tradicionales o familiares, pero otros, que conforman un conjunto de millones de consumidores potenciales, preferirán ir a Puerto Rico, República Dominicana, la Isla Margarita en Venezuela, o Hawai”, reconoció.

 

Álvaro Sánchez refirió que en el mercado internacional el turismo de playa tropical está demandado, Malasia tiene lugares de este tipo, también India, Filipinas y Australia; y en Latinoamérica, Costa Rica, Guatemala, Brasil y Colombia, entre otras naciones.

 

Informó que si bien al país ingresan alrededor de 20 millones de personas al año, lo que gastan los turistas es poco comparado con lo que suelen dejar en otros países. Es decir, vienen a alojarse en inmuebles bajo régimen de tiempo compartido, a condominios o en paquete que ya pagaron en su país, y la derrama es mínima.

 

Siempre se ha pensado a nuestro territorio como barato, apreciación errónea, pues la comida y el transporte son caros, y en las zonas turísticas más, en comparación tanto con países receptores como de origen de flujos. Pero los datos revelan que las personas de Europa o Estados Unidos vienen con paquetes pagados y gastan poco.

 

 

Admitió que si bien en México no existe un conocimiento generalizado sobre la actividad turística nacional, en el exterior sí se sabe del potencial que existe. Por ejemplo, se cree que en la Comarca Lagunera hay poco que ver; sin embargo, ahí se encuentran sitios como las dunas Bilbao, el puente de Ojuela, el vetusto mineral de Mapimí o la Zona del Silencio, que se han  integrado  a una economía turística internacional porque se sabe de ellos en el exterior, en particular en Estados Unidos y Europa.

 

“Queremos hacer estudios de geografía del turismo, primero para divulgar lo que ocurre con todos estos sitios, sus potencialidades y recursos, y cómo están siendo aprovechados o utilizados; es decir, cuál es la impronta territorial de esta actividad económica nacional”, finalizó el geógrafo.

 

 

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FOTO J03  portal

El geógrafo universitario Álvaro Sánchez Crispín informó que nuestro país capta 50 por ciento de los turistas que arriban a Latinoamérica cada año; es decir, alrededor de 20 millones de personas.

 

FOTO J08

México debe encontrar y aplicar otras medidas para atraer turistas al territorio nacional, de acuerdo con las reglas que establece el mercado, reconoció Álvaro Sánchez Crispín, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM.