06:00 hrs.  18 de Junio de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-476

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

INDISPENSABLE, MODIFICAR LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

 

·        Rafael Martínez Puon, académico universitario y funcionario de la SFP, afirmó en la UNAM que ahora es el momento de arrancar una reforma en este sentido

·        El servicio profesional de carrera pone en combinación a los poderes Ejecutivo y Legislativo, dijo Ricardo Uvalle, profesor de la FCPyS

·        Participaron en el panel El servicio gubernamental profesional en los regímenes democráticos, en el marco de la Primera Semana de la Administración Pública

 

El futuro del servicio profesional de carrera va de la mano con la administración pública. Por ello, se debe modificar esta última y para ello no será suficiente implantar una medida única, sino avanzar en un proceso de reforma, afirmó en la UNAM Rafael Martínez Puon.

 

El académico universitario y director de Investigación y Desarrollo Institucional de la Unidad del Servicio Profesional y Recursos Humanos de la Administración Pública Federal en la Secretaria de la Función Pública, precisó que ahora es momento de arrancarla.

 

Al participar en el panel El servicio gubernamental profesional en los regímenes democráticos, en el marco de la Primera Semana de la Administración Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), añadió que dicha transformación serviría incluso de plataforma para propuestas en boga, como mejora regulatoria, gobierno electrónico, temas por resultados y calidad.

 

El experto refirió que es una oportunidad de cambio, de poner en marcha tal servicio, “nos entusiasmamos por el diseño del modelo en sí mismo, por lo que encierra, pero nos preocupamos poco por lo necesario para aplicarlo. No debemos perder la visión integral, de cómo encajar las piezas en el rompecabezas".

 

De tal modo, abundó, el sistema del servicio profesional de carrera no se agota en paradigmas legales y organizacionales. No son sólo procedimientos o rutinas; deben considerarse los valores, hábitos de las personas y prácticas. Se requiere un cambio de conceptos. Si los prevalecientes eran de compadrazgo, patrimonialismo y nepotismo, el objetivo es que hoy estén de por medio la legalidad, mérito e igualdad de oportunidades.

 

Para el 2006, adelantó Martínez Puon, se deberá contar con una estructura en plenas funciones, como lo dicta la respectiva ley; consolidar un sistema de ingreso por mérito e imparcialidad y adoptar una nueva cultura. Sugirió “blindarlo” con una reforma constitucional de manera que el servicio no sea un “rehén” de los partidos políticos.

 

A su vez, Ricardo Uvalle, también profesor de la FCPyS, explicó que en el poder democrático hay una lógica donde se puede entender la nueva etapa de la administración pública, orientada a la profesionalización, que combina a los dos centros principales del régimen político: los poderes Ejecutivo y Legislativo. La normatividad respectiva es la interacción entre ambos.

 

Se forma un nuevo campo laboral, mucho más competitivo, intenso, que incorpora nuevos elementos, como incentivos monetarios y en especie, además de expectativas, argumentó. Es una ocasión para darle carácter competente a esta labor. Su éxito no depende tanto de su diseño, sino de cómo funciona, de la calidad de resultados y, sobre todo, si cumple el propósito y meta para lo cual fue creado.

 

De hecho, subrayó, implica un conjunto de oportunidades y restricciones; la suma de ambos aspectos dará el grado de eficiencia a través de su desempeño.

 

Por último, Fernanda Somuano Ventura, de El Colegio de México, dijo que la confianza de los ciudadanos en el gobierno es fundamental en un régimen democrático. Ella se funda en los factores de regularidad, eficiencia, sensatez, rendición de cuentas, benevolencia, veracidad y justicia.

 

En las últimas décadas, recordó, se han extendido los procesos de modernización administrativa en varios países del mundo, como México, que tratan de imprimir mayor eficiencia y calidad a los procesos y servicios públicos.

 

El nuevo perfil busca, además de incrementar la flexibilidad y agilidad, aumentar la satisfacción y confiabilidad de los ciudadanos hacia el Estado, las cuales habían disminuido durante el periodo de crisis del modelo burocrático tradicional, agregó.

 

Las últimas administraciones han hecho esfuerzos en este sentido. Se ha buscado resolver problemas de rendición de cuentas, evaluación de políticas, programas públicos y profesionalización. Se ha mantenido el tema de la modernización como asunto central de la agenda de gobierno, y durante este periodo se han impulsado reformas de corte gerencial, concluyó Somuano Ventura.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01

 

Ricardo Uvalle, profesor de la FCPyS de la UNAM, explicó que en el poder democrático hay una lógica para entender la nueva etapa de la administración pública, orientada a su profesionalización.

 

 

FOTO 02.

 

Fernanda Somuano y Rafael Martínez participaron en el panel “El servicio gubernamental profesional en los regímenes democráticos”, en la Primera Semana de la Administración Pública de la FCPyS de la UNAM.