Boletín UNAM-DGCS-464
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
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La doctora Telma Castro Romero, del Centro
de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, fue elegida para incorporarse al
Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global, con sede en
Brasil
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Fue seleccionada por su destacada trayectoria académica junto con otros
tres científicos de Canadá, Estados Unidos y Alemania
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Hay lugares donde hay evidencia clara de la ocurrencia del cambio
climático; sus efectos podrían incrementarse en México y en otros países,
advirtió
La doctora Telma Castro Romero, del
Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, fue elegida para integrar el
Comité Científico del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio
Global (IAI), con sede en Brasil.
Tal comité tiene la misión de revisar
periódicamente la agenda científica del organismo, donde se incluyen temas como
el de cambio climático y la variabilidad en los países del continente
americano; estudios comparativos de ecosistemas, biodiversidad, uso de la
tierra y los recursos hídricos; composición de la atmósfera, el océano y el
agua; así como la comprensión de las dimensiones humanas y las implicaciones
del cambio global, la variabilidad del clima.
La universitaria fue seleccionada por su
destacada trayectoria académica junto con otros tres científicos (de la
Universidad Carleton, Canadá; de la National Oceanographic and Atmospheric
Administration, de Estados Unidos; y de la Universidad de Bonn, Alemania) para completar el Comité que tiene un
total de nueve miembros.
Cada tres años se renueva la mitad del comité
de forma que los nuevos integrantes aprendan la dinámica; ellos a su vez,
dentro de tres años (tiempo que dura el cargo), enseñarán a los de reciente
ingreso, explicó.
Castro Romero aseguró que, en efecto, estamos
viviendo un cambio climático global. “Probablemente no se sienta en forma
generalizada en todo el mundo, pero hay lugares donde hay evidencia clara de la
ocurrencia del fenómeno, de lluvias torrenciales o sequías prolongadas,
etcétera. Hay escépticos que ven esto como natural; sin embargo, tales efectos
podrían incrementarse en México y en otros países”, advirtió.
Para enfrentar el problema, en 1992 se firmó el
acuerdo de creación del IAI, conformado en la actualidad por 19 naciones:
Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba,
República Dominicana, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Jamaica, México,
Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Su misión es desarrollar la capacidad para
entender en una forma integrada el impacto que el cambio global presente y
futuro tienen a escala regional y continental, además de promover la
colaboración científica e intercambio de información entre los Estados.
En la UNAM, Telma Castro se dedica al estudio
de la contaminación del aire y de la interacción de las partículas atmosféricas
con la radiación. Sus trabajos actuales se orientan a las propiedades físicas y
químicas de los aerosoles urbanos y rurales, que tienen efecto indirecto en el
fenómeno de la modificación del entorno.
Asimismo, establece la cantidad de tóxicos
generados en las megaciudades, en particular la de México, y cómo se exportan a
regiones vecinas y más allá, hasta 200 o 300 kilómetros. “Los contaminantes
impactan a otras zonas, donde pueden cambiar la temperatura y clima local,
hecho que a su vez afecta a la agricultura, la disponibilidad de agua,
etcétera”.
Hasta ahora, la universitaria y su grupo han
hecho monitoreos en las montañas de la zona metropolitana, lugares semirurales
que están fuertemente afectados por las emisiones de la metrópoli, además de
otro estudio en la ladera noroeste del Pico de Orizaba y a una altura de 3 mil
100 metros, donde se encontró alto contenido de azufre antropogénico. Es decir,
se descubrió que la polución llega a ese lugar desde las ciudades de México,
Puebla y Tlaxcala.
Además, la contaminación de una megaciudad
tiene impacto en la atmósfera en general, resaltó. Pero aún falta profundizar
en esos estudios, junto con el de otras ciudades en pleno crecimiento, como
Puebla y Querétaro, explicó.
La atmósfera no tiene fronteras. De ahí la
importancia del trabajo del IAI y de las acciones a escala continental que
puedan generar medidas ante el cambio climático global.
La científica asistirá a las reuniones, dos al
año, del Comité Científico. La primera de ellas se efectuará a finales del mes
entrante, Así comenzarán los trabajos que eventualmente podrían ser de utilidad
en la agenda del organismo.
Como integrante del Comité, también será
parte de sus funciones la evaluación de trabajos de investigación y proyectos
de diferentes naciones para que el IAI los apoye económicamente.
Al respecto explicó que expertos de varios
países pueden presentar un proyecto multidisciplinario e interinstitucional,
donde se incluyan áreas como la sociología, biología, física y química para
abordar problemas relacionados con ecosistemas, clima, movilidad de personas,
uso de suelo, etcétera.
“No se puede entender el cambio global sin la
participación de estas disciplinas”, abundó. Por ello, el Comité se ayuda de
los resultados de esos trabajos, no para decir qué hacer, sino para establecer
un diagnóstico de la situación. Asumir decisiones es deber de los políticos y
la toma de conciencia, de la población.
Por último, señaló sentirse contenta de haber
sido elegida por el IAI. “Es un gran reto porque no es un trabajo fácil, pero
algo podemos aportar para el beneficio continental, regional y nacional”,
finalizó Telma Castro Romero.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Telma Castro Romero, del Centro de
Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, ingresó al Instituto Interamericano para
la Investigación del Cambio Global, con sede en Brasil.
FOTO 02
Estamos viviendo
un cambio climático global. Hay lugares donde hay evidencia clara de la
ocurrencia del fenómeno, de lluvias torrenciales o sequías prolongadas,
advirtió la investigadora de la UNAM Telma Castro Romero.