06:00 hrs.  5 de Junio de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-441

Ciudad Universitaria

 

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MÁS DE LA MITAD DE MUERTES POR INFARTO SE PUDO EVITAR CON ACTIVIDAD FÍSICA

 

 

Millones de personas mueren en el mundo por no realizar la suficiente actividad física. De hecho, más del 50 por ciento de los decesos por infarto se podrían evitar con algún tipo de ejercicio, afirmó en la UNAM la especialista Elena Subirats.

 

Al participar en la mesa redonda “Los beneficios de la actividad física en la salud: mitos y realidades”, efectuada en el Palacio de Minería, expuso que esta práctica es benéfica cuando es adecuada a la edad y condición de cada individuo. Eso se ha demostrado científicamente. Empero, aclaró, debe tenerse cuidado con su intensidad.

 

La responsable del área de Actividad Física de la Secretaría de Salud y ganadora del Premio Nacional del Deporte recordó que las principales causas de fallecimiento en nuestro país son diabetes e infartos; no lejos se ubica la hipertensión. “Las enfermedades no transmisibles han pasado al primer sitio en México y el mundo como causas de decesos”.

 

Sin embargo, agregó, el problema en las naciones pobres es doble, porque en los desarrollados los habitantes no perecen por infecciones estomacales o disentería. Además, al envejecer, los padecimientos crónico degenerativos se agudizan.

 

Sentenció que los estilos de vida saludables en la niñez y juventud determinan en gran medida la calidad de vida como adultos y ancianos. En la actualidad, gente de 30 años presenta infartos y muerte prematura, y la quinta parte de los infantes mexicanos tiene sobrepeso u obesidad, por lo que pueden expirar jóvenes.

 

Elena Subirats explicó que el ejercicio físico es sistemático, con rutinas, repetitivo, e implica un objetivo, que puede ser mejorar las  cualidades biomotoras o físicas. Por el contrario, el deporte entraña competencia y tiene reglas preestablecidas.

 

Señaló que se considera sedentaria a la persona que realiza menos de 150 minutos a la semana de actividad con intensidad leve a moderada, distribuida en, por lo menos, tres veces a la semana. Si se deja de hacerla más de dos días se pierden los beneficios.

 

La experta aseguró que ejercitarse de manera intensa un solo día puede ser contraproducente; de hecho, es mejor no hacerla, sobre todo en personas adultas. Esta práctica puede ser continua o acumulada, por ejemplo, 15 minutos en la mañana y 15 en la tarde acumulan media hora. Hacer menos de 10 minutos seguidos no implica fortalecimiento cardiovascular; sólo se queman calorías.

 

En México, consideró, hay avances, más conciencia de la gente, la cual desea ejercitarse, pero no sabe cómo. Un sujeto de cualquier edad inactivo y que no conoce su condición física y de salud, con excepción de enfermos o posoperados, puede empezar con el tiempo que aguante, despacio.

 

Se sabe si el esfuerzo es adecuado si puede sostener una conversación normal, sin falta de aire, reveló. Es poca actividad cuando el corazón no late más rápido. El pulso es el parámetro que pone los límites. La medida de incremento cuando uno camina, corre o hace bicicleta 10 minutos tres veces por semana, es tratar de hacerlo cinco veces en ese lapso. Luego se puede incrementar 10 por ciento. De esa forma, se incorpora este hábito en la vida cotidiana, hasta volverlo rutinario, concluyó.

 

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La especialista Elena Subirats afirmó en la UNAM que millones de personas mueren en el mundo por no realizar la suficiente actividad física. De hecho, más del 50 por ciento de los decesos por infarto se podrían evitar con algún tipo de ejercicio.