06:00 hrs.  4 de Junio de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-439

Ciudad Universitaria

 

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ESTANCADA, LA RECAUDACIÓN FEDERAL PARA FINANCIAR EL GASTO Y LA INVERSIÓN PÚBLICA

 

 

La recaudación federal se ha estancado en un nivel insuficiente para financiar el gasto y la inversión pública requeridas para un país de la extensión y peso demográfico como el nuestro, señaló la economista de la UNAM Ifigenia Martínez.

 

Lo anterior, añadió, la ex directora de la Facultad de Economía de esta casa de estudios, no obstante que de acuerdo con el artículo 73, fracción VII de la Constitución, la Federación tiene un poder tributario genérico y amplias facultades “para imponer las contribuciones necesarias para cubrir el presupuesto”.

 

Durante su conferencia magistral Federalismo fiscal, que se llevó a cabo en la sala “Ricardo Torres Gaitán” del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), destacó que la baja recaudación está relacionada con la inequitativa distribución del ingreso nacional, presente desde que se inició la etapa de rápido crecimiento al final de los cuarenta, que se cuantificó por primera vez en 1960 y disminuyó hasta 1980.

 

 

Posteriormente ha vuelto a intensificarse debido al debilitamiento de la producción para el mercado interno, pues a pesar de la notable expresión del sector exportador-importador, su efecto sobre la ocupación ha sido sumamente reducido. Si además, se considera el bajo impacto recaudatorio del asimétrico Tratado de Libre Comercio, advirtió, se tendría que demandar su revisión.

 

Destacó que el sector de grandes empresarios ha detentado una gran parte del ingreso subgravado durante más de medio siglo, debido a una concepción de renta de las personas físicas, que no puede clasificarse sino de “clasista”.

 

Es el cinco por ciento de las familias de la escala superior de ingresos, el segmento que siempre se ha beneficiado, que no ha pagado los impuestos que le corresponderían de acuerdo a su nivel en cualquier sistema democrático, por las imperfecciones de la ley, la centralización tributaria y una administración notoriamente inadecuada, reveló.

 

En cambio, quienes han pagado el impuesto sobre la renta con una tarifa excesivamente progresiva, son los trabajadores contractuales, pues se les descuenta el impuesto en sus empresas y no pueden evitarlo, agregó.

 

De ahí que resulta impostergable contar con una definición adecuada de las personas físicas que acumule todas las percepciones que recibieron en un periodo; y así revisar la tarifa para quitarle progresividad a los estratos bajos y medios y aumentarla hasta el 40 por ciento –como existía hasta antes del 2000– para los de ingreso alto. Ésta es quizá la medida más importante para la equidad, suficiencia y eficiencia del sistema recaudatorio, sugirió.

 

Ifigenia Martínez señaló que es necesario enfatizar, asimismo, la excesiva carga fiscal sobre el petróleo y los inconvenientes de que este sector estratégico opere con un sistema tributario petrolizado, que obtiene de éste recurso no renovable un tercio de sus entradas.

 

El gobierno federal no sólo absorbe toda la renta petrolera, sino todo el excedente de explotación hasta llegar al déficit del corporativo PEMEX, con negativas repercusiones sobre sus gastos de mantenimiento, modernización y expansión y el endeudamiento al que se ve obligado a recurrir para seguir operando, lo cual ha llevado a su descapitalización, indicó.

 

El poder del gasto y la inversión públicas para aumentar el nivel de actividad económica y a su vez la recaudación fueron los grandes ausentes de la reciente Convención Nacional Hacendaria (CNH). La potestad más importante que le otorga la constitución al Estado en esta materia es la de tomar recursos de la economía para destinarlos a fines prioritarios, para la convivencia social y el mejoramiento del nivel y calidad de vida del pueblo, expresó.

 

Ello requiere revivir el sistema de planeación nacional bajo un enfoque regional y sectorial, y orientar con carácter indicativo el ejercicio presupuestal, cuya observancia sí es obligatoria, añadió.

 

Desafortunadamente, precisó, la CNH tampoco abordó directamente ni propuso medidas efectivas para atacar las principales deficiencias, que han caracterizado a la hacienda pública: insuficiencia de recursos, inequidad en las cargas tributarias, centralismo en la conducción y administración fiscales.

 

Ante los magros resultados de la CNH es fundamental llevar a cabo una Segunda Convención, que debería tener como punto de partida la reestructuración del sistema de planeación y gasto público, la coordinación de los planes nacionales y sectoriales de erogación y financiamiento que les corresponden a estados y municipios, en una concepción de desarrollo regional, recomendó.

 

Es necesario revisar a fondo las facultades de gasto e inversión de todo el sector público, abundó, en vista del enorme daño que sufrió la economía nacional como resultado de la decisión política de los neoliberales de sustituir el impulso del Estado por el del mercado, así como acordar la apertura con países altamente industrializados.

 

Esta nueva orientación resultó en un estancamiento de la economía y del empleo, liquidación de las instituciones de fomento y regulación, desgaste de los activos públicos, concentración del ingreso y ampliación del número de familias en situación de pobreza, concluyó.

 

Cabe destacar que la conferencia se llevó a cabo en el marco del V Seminario de Economía Fiscal y Financiera, cuyo propósito fue analizar y debatir en torno a los elementos que configuran la Nueva Agenda Monetaria, Fiscal y Financiera de México.

 

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FOTO 1.

 

La economista de la UNAM Ifigenia Martínez señaló que la recaudación federal se ha estancado en un nivel insuficiente para financiar el gasto y la inversión pública requeridas por el país.

 

 

FOTO 2

 

La economista Ifigenia Martínez dictó la conferencia magistral Federalismo fiscal,  en el IIEc de la UNAM, en donde dijo que es fundamental llevar a cabo una Segunda Convención Nacional Hacendaria.