Boletín UNAM-DGCS-439
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ESTANCADA, LA
RECAUDACIÓN FEDERAL PARA FINANCIAR EL GASTO Y LA INVERSIÓN PÚBLICA
La recaudación federal se ha
estancado en un nivel insuficiente para financiar el gasto y la inversión
pública requeridas para un país de la extensión y peso demográfico como el
nuestro, señaló la economista de la UNAM Ifigenia Martínez.
Lo anterior, añadió, la ex
directora de la Facultad de Economía de esta casa de estudios, no obstante que
de acuerdo con el artículo 73, fracción VII de la Constitución, la Federación
tiene un poder tributario genérico y amplias facultades “para imponer las
contribuciones necesarias para cubrir el presupuesto”.
Durante su conferencia
magistral Federalismo fiscal, que se llevó a cabo en la sala “Ricardo Torres
Gaitán” del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), destacó que la baja
recaudación está relacionada con la inequitativa distribución del ingreso
nacional, presente desde que se inició la etapa de rápido crecimiento al final
de los cuarenta, que se cuantificó por primera vez en 1960 y disminuyó hasta
1980.
Posteriormente ha vuelto a
intensificarse debido al debilitamiento de la producción para el mercado
interno, pues a pesar de la notable expresión del sector exportador-importador,
su efecto sobre la ocupación ha sido sumamente reducido. Si además, se
considera el bajo impacto recaudatorio del asimétrico Tratado de Libre
Comercio, advirtió, se tendría que demandar su revisión.
Destacó que el sector de
grandes empresarios ha detentado una gran parte del ingreso subgravado durante
más de medio siglo, debido a una concepción de renta de las personas físicas,
que no puede clasificarse sino de “clasista”.
Es el cinco por ciento de las
familias de la escala superior de ingresos, el segmento que siempre se ha
beneficiado, que no ha pagado los impuestos que le corresponderían de acuerdo a
su nivel en cualquier sistema democrático, por las imperfecciones de la ley, la
centralización tributaria y una administración notoriamente inadecuada, reveló.
En cambio, quienes han pagado
el impuesto sobre la renta con una tarifa excesivamente progresiva, son los
trabajadores contractuales, pues se les descuenta el impuesto en sus empresas y
no pueden evitarlo, agregó.
De ahí que resulta
impostergable contar con una definición adecuada de las personas físicas que
acumule todas las percepciones que recibieron en un periodo; y así revisar la
tarifa para quitarle progresividad a los estratos bajos y medios y aumentarla
hasta el 40 por ciento –como existía hasta antes del 2000– para los de ingreso
alto. Ésta es quizá la medida más importante para la equidad, suficiencia y
eficiencia del sistema recaudatorio, sugirió.
Ifigenia Martínez señaló que
es necesario enfatizar, asimismo, la excesiva carga fiscal sobre el petróleo y
los inconvenientes de que este sector estratégico opere con un sistema
tributario petrolizado, que obtiene de éste recurso no renovable un tercio de
sus entradas.
El gobierno federal no sólo
absorbe toda la renta petrolera, sino todo el excedente de explotación hasta
llegar al déficit del corporativo PEMEX, con negativas repercusiones sobre sus
gastos de mantenimiento, modernización y expansión y el endeudamiento al que se
ve obligado a recurrir para seguir operando, lo cual ha llevado a su
descapitalización, indicó.
El poder del gasto y la
inversión públicas para aumentar el nivel de actividad económica y a su vez la
recaudación fueron los grandes ausentes de la reciente Convención Nacional
Hacendaria (CNH). La potestad más importante que le otorga la constitución al
Estado en esta materia es la de tomar recursos de la economía para destinarlos
a fines prioritarios, para la convivencia social y el mejoramiento del nivel y
calidad de vida del pueblo, expresó.
Ello requiere revivir el
sistema de planeación nacional bajo un enfoque regional y sectorial, y orientar
con carácter indicativo el ejercicio presupuestal, cuya observancia sí es
obligatoria, añadió.
Desafortunadamente, precisó,
la CNH tampoco abordó directamente ni propuso medidas efectivas para atacar las
principales deficiencias, que han caracterizado a la hacienda pública:
insuficiencia de recursos, inequidad en las cargas tributarias, centralismo en
la conducción y administración fiscales.
Ante los magros resultados de
la CNH es fundamental llevar a cabo una Segunda Convención, que debería tener
como punto de partida la reestructuración del sistema de planeación y gasto
público, la coordinación de los planes nacionales y sectoriales de erogación y
financiamiento que les corresponden a estados y municipios, en una concepción
de desarrollo regional, recomendó.
Es necesario revisar a fondo
las facultades de gasto e inversión de todo el sector público, abundó, en vista
del enorme daño que sufrió la economía nacional como resultado de la decisión
política de los neoliberales de sustituir el impulso del Estado por el del
mercado, así como acordar la apertura con países altamente industrializados.
Esta nueva orientación resultó
en un estancamiento de la economía y del empleo, liquidación de las
instituciones de fomento y regulación, desgaste de los activos públicos,
concentración del ingreso y ampliación del número de familias en situación de
pobreza, concluyó.
Cabe destacar que la
conferencia se llevó a cabo en el marco del V Seminario de Economía Fiscal y
Financiera, cuyo propósito fue analizar y debatir en torno a los elementos que
configuran la Nueva Agenda Monetaria, Fiscal y Financiera de México.
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FOTO 1.
La economista de la UNAM Ifigenia Martínez señaló que
la recaudación federal se ha estancado en un nivel insuficiente para financiar
el gasto y la inversión pública requeridas por el país.
FOTO 2
La economista Ifigenia Martínez dictó la conferencia
magistral Federalismo fiscal, en el
IIEc de la UNAM, en donde dijo que es fundamental llevar a cabo una Segunda
Convención Nacional Hacendaria.