Boletín UNAM-DGCS-423
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
DEBE MÉXICO DIVERSIFICAR FUENTES RENOVABLES DE ENERGÍA Y NO DEPENDER DE HIDROCARBUROS
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Reanudar el crecimiento de la petroquímica
implica reducir las compras de gas natural y de productos finales: Antonio
Gershenson, de la FC de la UNAM
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Son conocidos los aprietos petroleros de
Estados Unidos, la declinación sobre todo en la producción, señaló la
especialista Rosío Vargas Suárez
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Participaron en el Seminario “Alternativas
energéticas México-Estados Unidos para el siglo XXI”, en el CISAN de la UNAM
Es indispensable que México diversifique sus fuentes
renovables de energía y no dependa de forma exclusiva de los hidrocarburos,
reconocieron los participantes en la mesa La
problemática energética nacional y la integración, organizada por el Centro
de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.
En el Seminario “Alternativas energéticas México-Estados
Unidos para el siglo XXI”, Antonio Gershenson, profesor de la Facultad de
Ciencias (FC), advirtió que desde 1985 el monto del petróleo descubierto es
menor que el extraído. El caso del gas es similar, pues la mayor parte del
que se produce está asociado al crudo. Se calcula que en el norte hay reservas
para siete años, 12 para la sur y siete para las marinas.
El académico indicó que 38 por ciento de ese consumo
es importado; por lo que es una situación grave, y en buena medida se debe
a la tendencia de contar con un mayor número de plantas de ciclo combinado.
No
obstante, en el noroeste la situación es más delicada, porque no hay gas nacional
y este recurso ha sustituido a los demás combustibles, al combustóleo casi
en todos los casos para generar electricidad; se ha cambiado al de pipa o
en tanque por natural. Una de las razones es que es más barato, reconoció.
Por ello, recomendó diversificar las fuentes, pues
algunas como el agua y el viento no tienen riesgos asociados a los precios
o a la escasez, así como aumentar la capacidad de procesamiento y, por lo
tanto, a no tener que importar y gastar una parte importante de lo obtenido
por la venta de crudo con la introducción de gasolina, refinados y gas natural
Reanudar el crecimiento de la petroquímica implica
planear desde las materias primas hasta las cadenas productivas, y reducir
hasta su eliminación las compras de gas natural y de productos finales, continuó.
En tanto, Rosío Vargas Suárez, investigadora del CISAN,
señaló que América del Norte no está en su mejor momento, porque de sus tres
integrantes, Canadá es el que posee las reservas más limitadas, con unos 4.5
miles de millones de barriles de petróleo.
Por su parte, en México el nivel de su acopio ha bajado
y según diversas estimaciones, rondan los 13 mil millones de barriles, aunque
las mayores posibilidades a futuro están en aguas profundas y a costos más
elevados, precisó.
Son conocidos los aprietos petroleros de Estados Unidos,
la declinación sobre todo en la producción, sus reservas se han mantenido
gracias al volumen de importaciones. La perspectiva no es alentadora, porque
su generación tocó máximo en los años 70 y ha caído cada año, recordó.
Al hablar de la crisis energética que California vivió
entre 200 y 2001, Rafael Friedmann, consultor independiente en Berkeley, aseguró
que la eficiencia fue lo que los salvó del colapso, y tendrá un rol crucial
en el futuro desarrollo del sector.
En ese sentido, opinó que nuestro país debería incrementar
los recursos destinados a conseguir este factor para aprovechar al máximo
la infraestructura y obtener todos sus beneficios. México corre el riesgo
de abusos de mercado si no diversifica sus opciones. No obstante, si se reestructura
el sector es indispensable asegurar la continua vigilancia del Estado por
el bien común.
En su oportunidad, Rubén Dorantes, académico de la
Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, subrayó que nuestro país
sigue con su dependencia del sistema actual, pues según datos de 2003, 81.9
por ciento de su energía proviene de los hidrocarburos, y en menor cantidad
de la nucleoeléctrica, hidroeléctrica, eólica y biomasa.
Sin embargo, dijo, estos recursos primarios no le sirven
al país si no lleva a cabo procesos de transformación, para obtener elementos
accesibles como combustóleo, gasolinas y gas natural.
Indicó que para hacer uso de los secundarios se requiere
hacer cada vez más importaciones, sobre todo diesel, gas natural, combustóleo,
gasolinas, gas licuado y carbón. Más de 10 mil 500 millones de dólares se
le escapan al país por estas compras.
Por ello, advirtió que es de primordial importancia
que en los próximos 10 años la nación desarrolle diversos proyectos en energía
renovable. El mundo avanza de manera rápida hacia estas nuevas fuentes. Por
ejemplo, es elevado el crecimiento de las industrias eólica y fotovoltaica.
Explicó que en el caso de la electricidad la base en
el largo plazo es con las plantas de ciclo combinado; lo peor es que se apuesta
a una sola tecnología, pero hay que diversificarlas. Las reticencias se deben
a que persiste una gran ignorancia sobre lo que son y representan estas alternativas
para México.
Además, este sistema nacional es exageradamente conservador
y no se quiere arriesgar con nuevos desafíos. Son muchas las dificultades
que se le pone al desarrollo de este nuevo tipo de energéticos, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Antonio
Gershenson, Rafael Friedmann y Rubén Dorantes, previo a su participación en el
Seminario “Alternativas energéticas México-Estados Unidos para el siglo XXI”,
organizado por el CISAN de la UNAM.
FOTO 02
Rosío Vargas Suárez, del CISAN de la UNAM, participó en la mesa “La
problemática energética nacional y la integración” del Seminario “Alternativas
energéticas México-Estados Unidos para el siglo XXI”.