06:00 hrs.  21 de Mayo de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-403

Ciudad Universitaria

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POCO PROBABLE, QUE SE REPITA EL PROCESO QUE DIO ORIGEN A LA VIDA EN LA TIERRA

 

·        Es resultado de accidentes, afirmó Julia Espresate, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM

·        Marte es el único planeta explorado desde un punto de vista astrobiológico, señaló Rafael Navarro, investigador del Instituto  de Ciencias Nucleares

·        Se han hecho pruebas para crear membranas o reacciones químicas, aunque en el laboratorio aún no se logra producir seres vivos: Arturo Becerra, de la Facultad de Ciencias

·        Participaron en la mesa redonda Astrobiología

 

Es poco probable que se repita en otro lugar del universo el proceso que dio origen a la vida como la conocemos en la Tierra, porque es resultado de una serie de accidentes, afirmó Julia Espresate, investigadora del Instituto de Astronomía y profesora de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM.

 

Ello porque el rango de temperaturas máximas o mínimas es limitado y esas condiciones sólo se pueden presentar en nuestro planeta, indicó al participar en la mesa redonda ”Astrobiología”, efectuada en el auditorio “Carlos Graef” del conjunto Amoxcalli de la FC.

 

En ese sentido, sostuvo, no cabe duda que nuestro entorno es, por el momento, el único sitio apropiado para la vida bacteriana, inteligente, civilizada y una variedad inimaginable de seres.

 

En su oportunidad, Rafael Navarro, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares, destacó que hay metas definidas por la astrobiología, como dar respuesta a cómo surge y evoluciona la vida; determinar los principios generales que gobiernan la organización de la materia; examinar su desarrollo en los ámbitos molecular, celular y ecológico, y cómo la biosfera ha coevolucionado con el planeta.

 

Asimismo, abundó, encontrar sus límites en ambientes análogos en otros mundos; entender qué hace a un planeta habitable y qué tan común puede ser; determinar cómo reconocer rastros de vida; estudiar si existe o existió vida en otras zonas del sistema solar, y entender cómo se responde a condiciones en el espacio y otros cuerpos

 

Marte, ejemplificó, es el planeta que tendría las condiciones más parecidas a las de la Tierra primitiva hace 3 mil 500 millones de años y es el único explorado desde un punto de vista astrobiológico.

 

Ahí se ha mandado en promedio 40 misiones, de las cuales la mitad han fracasado. En su mayoría “se han enfocado a enviar un robot para explorar la superficie, y hasta el momento los únicos que han llegado a hacer estudios astrobiológicos fueron las naves Vikingo”, recordó.

 

Titán puede ser un buen ejemplo de cómo fueron las primeras etapas de evolución terrestre y un tema de estudio para la astrobiología. Es una luna de Saturno, única en el sistema solar que posee una atmósfera densa. Su gas está compuesto principalmente por nitrógeno, al igual que nuestro mundo, la diferencia es la ausencia de oxígeno, porque el otro elemento abundante es el metano, dijo.

 

De hecho, puntualizó, podría pensarse que este ambiente sería interesante para el surgimiento de la vida. En realidad, existen teorías sobre la vida primitiva en ese suelo, las cuales postulaban un medio rico en metano y nitrógeno.

 

No obstante, acotó, su problema es la lejanía del Sol, por lo tanto su temperatura superficial es baja (77° Kelvin). Hay agua, pero está congelada; por tanto, no se pueden dar los procesos de evolución química, tal y como sucedió en la Tierra, para conducir a moléculas más complejas y, eventualmente, a la existencia.

 

El siguiente, agregó, es Europa, una luna de Júpiter, en donde se supone se encuentran los océanos más grandes y profundos del sistema solar. Tiene una capa de agua congelada en la superficie de aproximadamente 10 kilómetros.

 

Se cree que ahí se pueden dar las condiciones para mantener una biosfera probablemente microbiana, producida por reacciones de quimiosíntesis en sistemas hidrotermales como los ocurridos en el fondo de los mares terrestres, concluyó.

 

Por su parte, Arturo Becerra, profesor de la FC, señaló que para dar respuesta a “cómo y cuándo surgió la vida en la Tierra, podemos buscar respuesta en la astrobiología como ciencia interdisciplinaria, en donde participan físicos, astrónomos, biólogos y químicos”.

 

Nuestro mundo, mencionó, dejó de ser bombardeado de modo masivo hace aproximadamente 3 mil 900 millones de años; se supone que fue después de ese periodo y antes de la primera evidencia fósil cuando surgió la vida.

 

Explicó que hay tres grandes teorías sobre su origen: la primera propone que a partir de una pirita hubo reacciones químicas hasta formar un metabolismo sin material genético; la segunda es conocida como panespemia y plantea su procedencia foránea; si así fuese habría que contestar cómo y de dónde proviene.

 

La tercera habla de un inicio heterótrofo y se refiere a la formación molecular a partir de una sopa primitiva de compuestos orgánicos, formados tanto en la Tierra como por contaminación extraterrestre, contenidos en cometas y meteoritos. Sobre este último caso, concluyó, ya se han hecho pruebas para crear membranas o reacciones químicas, pero en laboratorio aún no se han producido seres vivos.

 

 

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FOTO 01

Arturo Becerra, Rafael Navarro, Alejandro Raga y Julieta Espresate durante la mesa redonda ”Astrobiología”, efectuada en el auditorio “Carlos Graef” del conjunto Amoxcalli de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

 

 

FOTO 02.

Titán, luna de Saturno, es un buen ejemplo de cómo fueron las primeras etapas de evolución terrestre y un tema de estudio para la astrobiología. Posee una atmósfera densa, compuesto principalmente por nitrógeno, señalaron especialistas de la UNAM.