06:00 hrs.  13 de Mayo de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-374

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

DEBE UNAM PONER EN MARCHA SU POTENCIAL Y CREATIVIDAD PARA GENERAR ENERGÍA

 

·        Aseguró Mari Carmen Serra Puche, coordinadora de Humanidades de esta casa de estudios

·        Para José Luis Valdés Ugalde, director del CISAN, se deben establecer metas anuales que sean revisadas y ajustadas de acuerdo con sus resultados

 

Producir energía significa una gran responsabilidad para México. En esa tarea la UNAM deberá participar y poner en movimiento su potencial y creatividad, así como su capacidad de convocatoria y sus redes institucionales, consideró Mari Carmen Serra Puche, coordinadora de Humanidades.

 

Al inaugurar el Seminario “Alternativas energéticas Mexico-Estados Unidos para el siglo XXI”, organizado por el Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), dijo que esta casa de estudios generará nuevos conocimientos e investigaciones para garantizar respuestas oportunas a los desafíos, ante el riesgo de que “nos convirtamos en meras piezas de un tablero lejano a nuestro control”.

 

Ante ello, agregó, nuestro país y las instituciones responsables de la investigación,  la academia y la difusión, así como las instancias en donde se diseñan las políticas públicas, deben estar atentas a esos nuevos fenómenos, para conocerlos y utilizar todos los elementos posibles para enfrentar los cambios y adoptar tecnologías alternas que permitan las transformaciones deseables.

 

En el Auditorio de la Coordinación de Humanidades, Serra Puche insistió en que el papel de la Universidad consistirá en colaborar para conocer, de manera objetiva, esas realidades y encontrar esquemas de atención a este tipo de problemas que resultan estratégicos para el futuro de la nación.

 

“Con este tipo de esfuerzos y reflexiones, aportaremos a la UNAM, al país y quizá a toda nuestra sociedad, nuevas ideas y propuestas que habrán de incidir en un sentido positivo”, consideró.

 

Refirió que las transformaciones globales de los últimos años han revelado una multiplicidad de cambios que ponen en tensión los equilibrios internacionales y regionales, y obligan a los países a considerar las nuevas posibilidades y modalidades de su inserción, así como su capacidad de respuesta en estos escenarios.

 

Por su parte, José Luis Valdés Ugalde, director del CISAN, reconoció que es urgente que nuestro país diseñe un plan de desarrollo de capacidad instalada para la generación de energía a partir de fuentes renovables, que vaya desde la hidroeléctrica y geotérmica, hasta la eólica y solar.

 

Consideró que se deben establecer metas que puedan ser revisadas y ajustadas de acuerdo con los resultados anuales de costo, desarrollo, construcción  y operación. Asimismo, evaluar la posibilidad de emplear tecnologías que no hayan sido implementadas en México, pero que sean promisorias en los balances futuros.

 

El titular del Centro advirtió que la nación debe analizar las implicaciones de incorporarse al modelo de seguridad impulsado por Estados Unidos, con el que Canadá simpatiza, y definir derroteros comunes como construir una infraestructura crítica con recursos energéticos. “Es importante ampliar nuestras perspectivas sobre el negocio de la competitividad compartida con esos países”.

 

Comentó que energía y petróleo son centrales para las instalaciones y necesarios para la economía, con base en una estrategia inteligente y realista, que sea rentable en los mercados internacionales. Se trata de asegurar su disponibilidad y menor costo posible de combustible para toda actividad comercial.

 

También se relaciona con la incorporación de grandes sectores de la población a mejores niveles de bienestar. Los asuntos relacionados forman un conjunto de temas de mayor relevancia por sus efectos en la economía nacional, abundó.

 

En su oportunidad, el ex director de Pemex y consultor privado, Adrián Lajous, recordó que a partir del 2000 México se convirtió en importador neto de gas natural. La expansión de esas compras coincidió con un creciente déficit comercial en la Unión Americana, que propició un fuerte aumento de precios en ese país.

 

Señaló que el disparo de su costo en el invierno de ese mismo año llevó al gobierno mexicano a suspender el mecanismo de precios regulados. Al restablecerse, la Comisión Reguladora de Energía no realizó ajustes, por lo que la estructura de precios controlados dejó de reflejar el valor de oportunidad del mismo.

 

Adrián Lajous subrayó que Norteamérica enfrenta un fuerte déficit estructural de gas natural, que se traducirá en crecientes compras de otras regiones. La demanda mexicana crece de manera rápida, mientras la producción declinó a partir de 1999. Las tendencias se traducen en una expansión sin precedentes de importaciones; todo parece indicar que México seguirá siendo comprador neto de este combustible durante el actual decenio.

 

América del Norte tiene importantes recursos gasíferos, convencionales y no convencionales que requerirá desarrollar en los próximos años; deberá hallar nuevos yacimientos y explotar los ya conocidos, mediante la aplicación de nuevas tecnologías y mejores prácticas productivas. Será preciso construir grandes gasoductos que atraviesen regiones inhóspitas y ambientes frágiles, enfatizó.

 

A su vez, el ex diputado Sergio Benito Osorio puntualizó que México cuenta con amplios recursos aún por descubrir y cuya magnitud pudiera ser suficiente para transformarlo de importador a un país con sus necesidades aproximadamente cubiertas.

 

Desde finales de los años 90 la generación de electricidad giró hasta concentrarse en la tecnología de ciclos combinados. Pasó de 6 por ciento al inicio de esa década a 9 por ciento en 2000 y 27 en 2003, y se estima que ascenderá hasta 45 en 2013, expresó.

Los datos contrastan con las tendencias mundiales registradas por la Agencia Internacional de Energía, donde el carbón soportará 37 por ciento de la generación eléctrica y el gas natural 21. En esa misma fecha crece la demanda en gas; en 2003 se dispara hasta 18.7 por ciento e impulsa la demanda nacional a cinco mil 273 millones de pies cúbicos diarios, magnitud que rebasa la producción nacional y atrae importaciones por 983 millones de pies cúbicos: 18 por ciento del abasto nacional, reveló.

 

Según proyecciones gubernamentales, en 2013 su requerimiento total crecerá 5 por ciento anual, adelantó; de ahí el consumo para electricidad, separado el autoconsumo de la actividad petrolera, podría llegar a 64 por ciento, en tanto que las actividades industriales y residenciales representarían 30 y 40 por ciento, respectivamente.

 

El mismo indicador se elevaría a 8.1 mil millones de pies cúbicos y la disponibilidad local sólo sería de 5.5 mil. Es decir, se requeriría importar 47 por ciento de las necesidades nacionales, abundó.

 

En cuanto a las reservas probadas de gas, indicó que en 2002 cambiaron los criterios de evaluación y las mexicanas sufrieron una disminución de 28.1 billones de pies cúbicos a 11.8 billones. Esto significó reducir su duración de 17 a sólo siete años, considerando los niveles de extracción de 2003.

 

Por último, el economista argentino Francisco Figueroa, del Oil and Gas Journal OLADE, consideró que algunos de los problemas que presenta el gas natural en Latinoamérica son: reformas insuficientes o incompletas y, en general, sin políticas energéticas con visión integral; así como marcos regulatorios y normativos que favorecen el abuso del poder dominante y de algunas empresas privadas.

 

Asimismo, una evaluación limitada de los recursos gasíferos, estudios incompletos de costos incrementales de exploración y explotación de gas natural, y precios a largo plazo irreales que no favorecen la inversión en el sector, concluyó.

 

-o0o-

 

Foto 1.

Mari Carmen Serra Puche y José Luis Valdés Ugalde a su llegada a la Coordinación de Humanidades, donde se efectuó el seminario Alternativas energéticas México-Estados Unidos para el siglo XXI.

 

Foto 2

El director del CISAN, José Luis Valdés, planteó la posibilidad de aplicar nuevas tecnologías aún no desarrolladas en México pero que sean promisorias en los balances energéticos futuros, ante la coordinadora de Humanidades, Mari Carmen Serra.