Boletín UNAM-DGCS-369
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
IMPULSAN EMPRESAS PROCEDIMIENTO UNIVERSITARIO PARA APROVECHAR LA SANGRE EN LOS RASTROS
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Juan Pedro Laclette, director del IIBm, dijo
que este desarrollo hace útil lo que en apariencia es un problema
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Multiservicios 2001 y Frigoríficos de
Chapala firmaron un contrato de compra-venta para la comercialización de las
albúminas y globulinas porcinas
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Pablo Pérez Gavilán, del IBm, creó un método
para extraer proteínas de los animales, inmediatamente después de que son
sacrificados
En el Instituto de
Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM se creó un procedimiento para
recuperar y aprovechar el desecho de la sangre en los rastros, por lo que las
empresas Multiservicios 2001 y Frigoríficos de Chapala (FRICH) firmaron un
contrato de compra-venta para su comercialización.
Durante la rúbrica
del documento, en el cual la Universidad participó en calidad de testigo, Juan
Pedro Laclette San Román, director del IIBm, destacó que una virtud de este
desarrollo tecnológico es que hace útil lo que aparentemente es un problema, y
lo convierte en una oportunidad.
Además, esta
innovación, con la cual se obtienen albúminas y globulinas porcinas, conocidas
como “Promeat”, puede ser replicada en muchos rastros, explicó.
Reconoció que este
Instituto es uno de los más importantes de la Universidad Nacional, con una
trayectoria de 65 años de trabajo ininterrumpido, y con capacidades atractivas.
“Para nosotros es normal relacionarnos con la industria. De hecho un porcentaje
considerable del presupuesto operativo de la entidad proviene de convenios y
contratos con el empresariado”.
Laclette San Román
señaló que el IIBm cuenta con infraestructura relevante que en diversas
ocasiones se pone al servicio de la industria, sobre todo de los sectores
farmacéutico y alimentario.
Dijo que Pablo
Pérez Gavilán, creador del procedimiento, es un investigador que cuenta con el
talento para concretar sus trabajos, ya lo ha hecho con desarrollos para la
industria lechera, el manejo de pasturas y ahora con este método para recuperar
proteínas de la sangre de cerdo.
Uno de los
principales problemas en los rastros de México ha sido el uso que se le da a la
sangre proveniente de la matanza, por lo que Pablo Pérez Gavilán, integrante
del IBm, investigó técnicas científicas y plantas industriales hasta crear una
tecnología para extraer proteínas de la sangre de los animales, inmediatamente
después de que son sacrificados.
Así, del problema
particular de una empresa nació este proceso aplicable a cientos de rastros del
país, donde se generan alrededor de 200 millones de litros anuales de ese
líquido, en los cuales hay un potencial de 40 mil toneladas de proteínas.
Se separa en un
paquete globular y en otro que es básicamente el plasma, altamente nutritivo
para el ser humano. Las proteínas que se extraen son: hemoglobina, albúmina,
inmunoglobulinas y fibrinógeno, las cuales representan 95 por ciento de su
composición, por lo que se aprovecha casi en su totalidad.
“Estas proteínas
que están disponibles como complemento para alimentos cárnicos, hoy cuentan con
una marca registrada, “Promeat”, una
patente, y son muestra de lo que puede hacer la ciencia para resolver problemas
industriales”, dijo.
Indicó que en este
contrato de compra-venta, la institución sólo actúa como testigo, ya que tiene
un convenio con Multiservicios, con quien ha trabajado desde hace varios años.
La Universidad debería impulsar este tipo de desarrollos junto con las empresas
de una forma cada vez más continua.
Multiservicios y el
IIBm realizaron la tecnología. Se cuenta con la planta productiva que ahora
tiene que llegar al consumidor, tarea a cargo de FRICH, quien se encargará de
comercializar Promeat y mediante este contrato alrededor de 70 millones de
hamburguesas al año, unas 50 toneladas mensuales, tendrán la proteína.
Insistió en la
factibilidad de que este tipo de trabajo se reproduzca muchas veces en nuestro
país y llegue a unos 175 rastros en México, ya que se puede aplicar fácilmente
en ellos.
Por su parte,
Arturo Guillen, director general de FRICH, destacó la participación de su
empresa en este tipo de proyectos, que siempre ha estado comprometida con el
desarrollo y la investigación, porque “también somos universitarios, médicos
veterinarios egresados de la Universidad de Guadalajara”.
Este tipo de
desarrollos es lo que le ha permitido a su industria mantenerse competitiva en
los mercados. La sangre puede ser hasta un problema ecológico, y la idea de la
Universidad Nacional es colaborar y ayudar al sector productivo mediante su
investigación.
Seguramente esta
relación será provechosa para todos, por lo que es importante que nos hayan
distinguido para participar en el proyecto. Cualquier medida que nos permita
competir en el sector de alimentos, frente a los provenientes de otros países,
es fundamental, por eso hay que aprovechar la fortaleza de estar y producir en
México.
A su vez, Enrique
García León, gerente general de Multiservicios, sostuvo que por lo general se
inicia una idea, una investigación básica, se lleva a cabo el diseño y
producción, pero la última fase, llevarla al mercado, es la más difícil, porque
hay muchos trabajos que se quedan en esa etapa y no se hacen realidad.
El proyecto nació
no sólo para producir más plasma sino para equipar todos los rastros de México
con este sistema. “Ojalá que logremos un desarrollo de largo plazo que permita
impactar el manejo industrial de la sangre en el ámbito nacional, y aprovechar
esa proteína que está disponible para el ser humano”, concluyó.
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FOTO 01
Pablo Pérez
Gavilán, Juan Pedro Laclette, Arturo Guillén y Humberto Guillén durante la
firma de un contrato de compraventa entre empresas, efectuado en el Instituto
de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
FOTO 02.
Pablo Pérez Gavilán,
Humberto Guillén, Arturo Guillén y Juan Pedro Laclette tras suscribir un
contrato empresarial que aprovecha un procedimiento del IIBm de la UNAM que
recupera el desecho de sangre en los rastros.