12:00 hrs.  11 de Mayo de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-369

Ciudad Universitaria

Pies de foto al final del boletín

 

IMPULSAN EMPRESAS PROCEDIMIENTO UNIVERSITARIO PARA APROVECHAR LA SANGRE EN LOS RASTROS

 

·        Juan Pedro Laclette, director del IIBm, dijo que este desarrollo hace útil lo que en apariencia es un problema

·        Multiservicios 2001 y Frigoríficos de Chapala firmaron un contrato de compra-venta para la comercialización de las albúminas y globulinas porcinas

·        Pablo Pérez Gavilán, del IBm, creó un método para extraer proteínas de los animales, inmediatamente después de que son sacrificados

 

En el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM se creó un procedimiento para recuperar y aprovechar el desecho de la sangre en los rastros, por lo que las empresas Multiservicios 2001 y Frigoríficos de Chapala (FRICH) firmaron un contrato de compra-venta para su comercialización.

 

Durante la rúbrica del documento, en el cual la Universidad participó en calidad de testigo, Juan Pedro Laclette San Román, director del IIBm, destacó que una virtud de este desarrollo tecnológico es que hace útil lo que aparentemente es un problema, y lo convierte en una oportunidad.

 

Además, esta innovación, con la cual se obtienen albúminas y globulinas porcinas, conocidas como “Promeat”, puede ser replicada en muchos rastros, explicó.

 

Reconoció que este Instituto es uno de los más importantes de la Universidad Nacional, con una trayectoria de 65 años de trabajo ininterrumpido, y con capacidades atractivas. “Para nosotros es normal relacionarnos con la industria. De hecho un porcentaje considerable del presupuesto operativo de la entidad proviene de convenios y contratos con el empresariado”.

 

Laclette San Román señaló que el IIBm cuenta con infraestructura relevante que en diversas ocasiones se pone al servicio de la industria, sobre todo de los sectores farmacéutico y alimentario.

 

Dijo que Pablo Pérez Gavilán, creador del procedimiento, es un investigador que cuenta con el talento para concretar sus trabajos, ya lo ha hecho con desarrollos para la industria lechera, el manejo de pasturas y ahora con este método para recuperar proteínas de la sangre de cerdo.

 

Uno de los principales problemas en los rastros de México ha sido el uso que se le da a la sangre proveniente de la matanza, por lo que Pablo Pérez Gavilán, integrante del IBm, investigó técnicas científicas y plantas industriales hasta crear una tecnología para extraer proteínas de la sangre de los animales, inmediatamente después de que son sacrificados.

 

Así, del problema particular de una empresa nació este proceso aplicable a cientos de rastros del país, donde se generan alrededor de 200 millones de litros anuales de ese líquido, en los cuales hay un potencial de 40 mil toneladas de proteínas.

 

Se separa en un paquete globular y en otro que es básicamente el plasma, altamente nutritivo para el ser humano. Las proteínas que se extraen son: hemoglobina, albúmina, inmunoglobulinas y fibrinógeno, las cuales representan 95 por ciento de su composición, por lo que se aprovecha casi en su totalidad.

 

“Estas proteínas que están disponibles como complemento para alimentos cárnicos, hoy cuentan con una marca registrada, “Promeat”,  una patente, y son muestra de lo que puede hacer la ciencia para resolver problemas industriales”, dijo.

 

Indicó que en este contrato de compra-venta, la institución sólo actúa como testigo, ya que tiene un convenio con Multiservicios, con quien ha trabajado desde hace varios años. La Universidad debería impulsar este tipo de desarrollos junto con las empresas de una forma cada vez más continua.

 

Multiservicios y el IIBm realizaron la tecnología. Se cuenta con la planta productiva que ahora tiene que llegar al consumidor, tarea a cargo de FRICH, quien se encargará de comercializar Promeat y mediante este contrato alrededor de 70 millones de hamburguesas al año, unas 50 toneladas mensuales, tendrán la proteína.

 

Insistió en la factibilidad de que este tipo de trabajo se reproduzca muchas veces en nuestro país y llegue a unos 175 rastros en México, ya que se puede aplicar fácilmente en ellos.

 

Por su parte, Arturo Guillen, director general de FRICH, destacó la participación de su empresa en este tipo de proyectos, que siempre ha estado comprometida con el desarrollo y la investigación, porque “también somos universitarios, médicos veterinarios egresados de la Universidad de Guadalajara”.

 

Este tipo de desarrollos es lo que le ha permitido a su industria mantenerse competitiva en los mercados. La sangre puede ser hasta un problema ecológico, y la idea de la Universidad Nacional es colaborar y ayudar al sector productivo mediante su investigación.

 

Seguramente esta relación será provechosa para todos, por lo que es importante que nos hayan distinguido para participar en el proyecto. Cualquier medida que nos permita competir en el sector de alimentos, frente a los provenientes de otros países, es fundamental, por eso hay que aprovechar la fortaleza de estar y producir en México.

 

A su vez, Enrique García León, gerente general de Multiservicios, sostuvo que por lo general se inicia una idea, una investigación básica, se lleva a cabo el diseño y producción, pero la última fase, llevarla al mercado, es la más difícil, porque hay muchos trabajos que se quedan en esa etapa y no se hacen realidad.

 

El proyecto nació no sólo para producir más plasma sino para equipar todos los rastros de México con este sistema. “Ojalá que logremos un desarrollo de largo plazo que permita impactar el manejo industrial de la sangre en el ámbito nacional, y aprovechar esa proteína que está disponible para el ser humano”, concluyó.

 

 

– o0o –

 

 

FOTO 01

Pablo Pérez Gavilán, Juan Pedro Laclette, Arturo Guillén y Humberto Guillén durante la firma de un contrato de compraventa entre empresas, efectuado en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.

 

 

FOTO 02.

Pablo Pérez Gavilán, Humberto Guillén, Arturo Guillén y Juan Pedro Laclette tras suscribir un contrato empresarial que aprovecha un procedimiento del IIBm de la UNAM que recupera el desecho de sangre en los rastros.