15:00 hrs.  05 de Mayo de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-356

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

INAUGURAN EN LA BIBLIOTECA NACIONAL LA EXPOSICIÓN ENTRE LIBROS Y MATRACES

 

·        Exhibe obras antiguas de la literatura química de los siglos XVI al XIX; junto con fotografías de la primera escuela del ramo en México e instrumentos de la época

·        Los textos que se muestran pertenecen al acervo del Fondo Reservado de la BN y son testimonio de la riqueza bibliográfica de nuestro país, señaló su director, Vicente Quirarte

·        El director del IQ, Raymundo Cea, aseguró que esta actividad responde a la necesidad de un mayor acercamiento entre ciencias y humanidades

·        La comunidad universitaria y el público en general podrán observar los textos hasta el 25 de mayo, de 9 a 20 horas

 

La Biblioteca Nacional (BN) y el Instituto de Química (IQ) de la UNAM inauguraron la muestra Entre libros y Matraces, donde se exhiben  obras antiguas de la literatura química de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y parte del XX. 

 

Asimismo, se presentan fotografías de la primera escuela de ese ramo en México e instrumentos y aparatos de la época, prestados por la Fundación “Roberto Medellín”.

 

Los textos, que se podrán observar hasta el 25 de mayo por la comunidad universitaria y el público en general, pertenecientes al acervo del Fondo Reservado de la BN, son una clara muestra de los avances y logros de la humanidad a través del tiempo y, a la vez, testimonio de la riqueza bibliográfica de nuestro país, señaló el director de la Biblioteca, Vicente Quirarte.

 

Revelan, agregó, los principios y bases de esta disciplina; descubrimientos de algunos de los elementos de la tabla periódica y su nomenclatura en diferentes épocas. Hablan también de las propiedades medicinales de plantas y minerales, así como muchas otras aportaciones científicas, al dar a conocer la evolución del saber químico que tuvo lugar durante los siglos pasados.

 

“Personajes de gran importancia para la cultura mexicana –como Andrés Manuel del Río, descubridor del vanadio (1801) y autor del primer libro de mineralogía en América (1795), y el destacado científico Leopoldo Río de la Loza, químico farmacéutico, en cuya Introducción al estudio de la Química (1848) plasma sus conocimientos sobre química orgánica y la determinación de las sales– son presentados en esta muestra”.

 

Se incluyen, por supuesto, obras de Lavoisier, pionero de la química moderna, y de Boyle, entre otras, indicó Vicente Quirarte, quien explicó que, de acuerdo con la Enciclopedia Británica, esta disciplina científica se refiere a las propiedades internas de las sustancias; a sus transformaciones, desarrollo y control para obtener fines específicos.

 

Dentro de esta definición general, consideró, se encuentra una similitud con las humanidades, que tienen una naturaleza semejante. La historia y la literatura se valen también de elementos para exponer los comportamientos de seres, objetos y sucesos.

 

Entre libros y matraces muestra, precisamente, esa relación entre letras y química, y a ello, informo, se dedicará una mesa redonda en la clausura de la exposición.

 

A su vez, el director del Instituto de Química, Raymundo Cea, señaló que esta actividad no es una curiosidad museográfica. Es intentar dar luz a este campo a través del conocimiento de los libros que han sustentado el saber. Otro aspecto es reconocer, mediante estos elementos, quiénes somos y de dónde provenimos.

 

Pretende también, agregó, dar respuesta a la urgente necesidad que existe en la Universidad y el país, de que haya un acercamiento real y profundo entre ciencias y humanidades. “No es posible que continuemos en la creencia que son campos diferentes”.

 

Historia y filosofía son y deben continuar siendo motor del quehacer de un científico de la química, física o astronomía. Sin un conocimiento profundo del devenir de la ciencia, de su país y una concepción reflexiva, simplemente este quehacer se convertiría en una colección de datos intrascendentes y disconexos. Ni la nación ni la humanidad pueden compilar cifras sin ningún sentido, subrayó Raymundo Cea.

 

El científico universitario llamó a que esta exposición sea el inicio de un conjunto infinito de vinculaciones entre los institutos de humanidades de la Universidad y el Colegio de México (COLMEX), para que los especialistas nos humanicemos más y los humanistas comprendan el mundo físico que, esencialmente, la química les ha dado.

 

Durante la inauguración de la exposición, cuyo horario será de 9 a 20 horas, el presidente del COLMEX, Andrés Lira, se refirió a la relación del IQ con esta institución en sus orígenes y explicó el curso de este Instituto en su catálogo histórico.

 

Es, dijo, un claro vínculo filial. Una unión que debía consolidarse en beneficio de las dos entidades, particularmente un camino en donde se pueden hacer grandes aportaciones. Esta celebración abre un ejemplo de esa posibilidad y aquí está la muestra. Espero que sea el inicio de un nexo sistemático, concluyó

 

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FOTO 01

Raymundo Cea, Andres Lira y Vicente Quirarte inauguraron en la Biblioteca Nacional la muestra Entre libros y Matraces, donde se exhiben obras de la literatura química de los siglos XVI al XIX. 

 

FOTO 02

En la Biblioteca Nacional se exhiben antiguos instrumentos y aparatos para hacer química, como parte de la muestra Entre libros y Matraces, coordinada por el Instituto de Química de la UNAM y la propia BN. 

 

FOTO 03.

Asistentes a la muestra Entre libros y Matraces, organizada por el Instituto de Química de la UNAM y la Biblioteca Nacional, donde se muestran antiguos textos sobre esta disciplina, así como instrumentos y aparatos históricos.