06:00 hrs.  29 de Abril  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-337

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

REQUIERE EQUIDAD, EFICIENCIA Y CAPACIDAD RECAUDATORIA EL SISTEMA TRIBUTARIO MEXICANO

 

·        Armando Labra refirió que el principal dilema no son los impuestos sino la hacienda pública y la política de financiamiento al desarrollo

·        Carlos Tello, de la FE, dijo que nuestro sistema está plagado de estímulos y tratamientos especiales que lo han convertido en una “coladera”, por la que se fugan cuantiosos recursos

·        La recaudación federal se ha estancado y es insuficiente para financiar el gasto y la inversión pública, requeridos por nuestro país: Ifigenia Martínez

·        El académico Gildardo López Tijerina dijo que el bajo nivel de ingresos del IVA en México es atribuible principalmente a la evasión y proliferación de regímenes especiales

 

El sistema tributario mexicano continúa padeciendo enormes fallas, ya que es insuficiente, inequitativo y está centralizado; por lo que requiere reformas estructurales para dotarlo de mayor alcance, eficiencia y capacidad recaudatoria, coincidieron los participantes en la mesa redonda  Reforma fiscal: ¿IVA vs. ISR?, organizada por la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

 

Durante el coloquio “Globalización de México: opciones y contradicciones”, Carlos Tello Macías, académico de la FE, consideró fundamental introducir reformas a nuestro sistema tributario, con el fin de dotarlo de mayor efectividad para incrementar la captación de recursos.

 

Nuestro sistema –advirtió- está plagado de tratamientos especiales que lo han convertido en una auténtica “coladera”, por la que se fugan cuantiosas contribuciones. Por ello es indispensable llevar a cabo una revisión exhaustiva de las leyes con el fin de eliminar de ellas estímulos, exenciones, subsidios, privilegios, etcétera. Ello proporcionaría muchos ingresos al fisco.

 

Esta situación en México se caracteriza por insuficiente recaudación, la carga fiscal es baja, y si se le resta lo que aporta Pemex es aún más grave. Además, hay poca cobertura, actividades no gravadas o insuficientemente tasadas, fragilidad y distorsión en la distribución de la carga tributaria.

 

Tello Macías comentó que en México se tiene que llevar a la práctica una profunda reforma de la hacienda pública. Sólo con un Estado fiscalmente fuerte, sólido, con amplia capacidad económica, y vocación federal se podrán superar los enormes rezagos que prevalecen. Sólo así se puede promover el crecimiento productivo y combinarlo con la justicia social.

 

Asimismo, se requiere mayor gasto público, ya que México está por debajo en este rubro. Tan sólo en el 2000 nuestro país destinó 436 dólares por habitante al gasto público social, mientras el promedio para América Latina fue de 540 dólares, en tanto que Argentina gastó mil 650 dólares.

 

Insistió en que a la luz de los resultados de la política económica mexicana puesta en práctica en los últimos 25 años, es imprescindible cambiar, con el fin de tener una nueva agenda para el desarrollo nacional, y definir otro camino para la mejor marcha de la economía.

 

Por su parte, la ex diputada y ex senadora, Ifigenia Martínez, coincidió en que el sistema tributario mexicano tiene diversas fallas, por lo que hay que poner énfasis en la necesidad de incrementar el gasto y la inversión pública.

 

Explicó que la acción más importante del gobierno federal no consiste en recaudar, sino en gastar; es decir, es la potestad que tiene de tomar una parte de los recursos de un país para destinarlos a fines específicos.

Los ingresos federales se ha estancado a un nivel insuficiente para financiar el gasto y la inversión públicas, requeridos para un país de la extensión y el peso demográfico del nuestro, expresó.

 

La ex directora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, hoy FE, comentó que el cambio estructural de la economía ha convertido al sector internacional en el más dinámico, y  afectó la recaudación.

 

Consideró necesario convocar a una segunda Convención Nacional Hacendaria, con el fin de hacer una nueva ley de coordinación fiscal, que tendría como objetivo aumentar el gasto, impulsar una administración para un ingreso suficiente, con eficiencia y equidad.

 

Al respecto, Armando Labra Manjarrez, secretario técnico del Consejo de Planeación, explicó que una segunda Convención Nacional Hacendaria debería fomentar la discusión que permita, por primera vez, rescatar la visión hacendaria del problema de la recaudación.

 

La primera convención, después de un largo esfuerzo, planteamientos y amplias discusiones, resultó fallida, finalmente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la “secuestro”, y en el presupuesto actual no refleja ninguna de las medidas que se plantearon en ella.

 

Refirió que el principal dilema no son los impuestos sino la hacienda pública y la política de financiamiento al desarrollo. Ahí “debemos ubicar nuestra perspectiva, nuestras miradas y análisis, si no queremos seguir discutiendo entrampados en la cuestión tributaria”.

 

Aclaró que el paradigma entre Impuestos sobre la renta (ISR y al Valor Agregado (IVA) es falso, porque el tema a reflexionar es la revisión profunda de la hacienda pública, que no sólo abarca los impuestos, sino una perspectiva que incorpore la visión del gobierno federal, los estados y municipios, y que aborde el gasto público.

 

Labra Manjarrez acotó que la drástica caída de los ingresos gubernamentales en México durante las últimas dos décadas se explica por el efecto combinado del estancamiento de la actividad productiva, deterioro del ingreso real de la población, expansión de la economía informal y un sistema tributario con bajos niveles de recaudación, debido a deficiencias deliberadas administrativas.

 

A su vez, el también académico de la FE, Gildardo López Tijerina, explicó que con el ISR difícilmente se logra una cobertura que asegure la tributación de las actividades informales. El IVA en cambio, al gravar el consumo logra captar en mayor medida ingresos provenientes de este tipo de actividades, lo que en parte contribuye, también, a mejorar la equidad en el pago de impuestos.

 

El IVA, bajo una estructura general y sin excepciones, facilita la administración al llevar simplicidad tanto para el contribuyente como para la autoridad, y por ello puede ser un instrumento sencillo y eficiente de recaudación.

 

Dijo que el bajo nivel de ingresos del IVA en México es atribuible a la evasión y proliferación de regímenes especiales que facilitan la evasión, además de la cuantiosa devolución de impuestos que da lugar a la tasa 0 y que en 2004 ascendió a 110 mil millones de pesos; es decir un 40 por ciento de la recaudación efectiva. La base del impuesto sólo constituye alrededor del 55 por ciento del consumo privado y 48 por ciento del consumo total.

 

Indicó que hay un 40 por ciento que elude el IVA, lo cual se compara con índices de no pago de 31 por ciento en Argentina, 23 en Canadá y Chile, 14 por ciento en Portugal y 5 en Nueva Zelanda.

 

Acotó que ese impuesto ha perdido sus ventajas, lo que es atribuible a su débil fiscalización, al tamaño de la economía informal, la amplia cobertura del régimen de tasa 0, a las múltiples exenciones y al régimen especial para la zona fronteriza.

 

De 104 millones de habitantes en el país, la Población Económicamente Activa es de 43 millones, de los cuales 23 son asalariados, y de estos sólo 10 millones son contribuyentes activos; es decir, el 23 por ciento de la PEA, y el 10 por ciento de los mexicanos cubre de sus bolsillos el peso tributario nacional, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 01

 

En la Facultad de Economía de la UNAM, Gildardo López, Armando Labra y Guillermo Ramírez hablaron sobre la necesidad de una nueva Convención Nacional Hacendaria.

 

 

Foto 02

 

Los economistas Ifigenia Martínez y Carlos Tello reconocieron la necesidad de impulsar reformas al sistema tributario mexicano, con el fin de darle mayor capacidad tributaria.