Boletín UNAM-DGCS-331
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
FALLECE ÍCONO DEPORTIVO DE LA UNIVERSIDAD
NACIONAL
Luego de 13 años de ser la viva representante del espíritu deportivo universitario,
por su garra, rapidez, tenacidad y espíritu de lucha, finalmente su figura
siempre elegante, siempre hermosa, desapareció.
Hace dos años, con la experiencia ganada durante más de una década de
haber sido uno de los íconos universitarios, fue víctima del tiempo que la
obligó al retiro. Ya no recorrería más las
instalaciones deportivas de los diferentes campus universitarios. Ya no estaría
más al lado de esos competidores incansables vestidos en azul y oro; no sería
más la compañera de los estudiantes, hombres y mujeres, que lo mismo
compartieron con ella sus lagrimas de alegría que de tristeza.
Esta hermosa hembra, ejemplar, que ocupó el cargo de reina y
representante de los deportistas universitarios desde 1990 hasta 2003, inició
su preciada tarea cuando apenas contaba con dos años de edad, recién llegada de
Taxco, Guerrero.
Antonio
Ortiz Hernández, el hombre que más la conoció, quien le enseñó cómo
comportarse, cómo estar ante y con sus compañeros, cómo mirar a sus rivales,
cómo acariciar con su vista a los aliados, es hoy secretario de Producción
Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVyZ) de esta casa
de estudios.
El recuerda la crisis que su amiga, la hermosa hembra, tuvo por la gritería de la multitud
asistente a uno de los 12 clásicos de futbol americano Poli–UNAM en los que
estuvo presente. Fue tal su conmoción y el estrés provocados por la gran cantidad de aficionados, que buscó
refugio bajo las gradas del estadio de la Cuidad de los Deportes y se resistía
a salir.
“Quería que me metiera con ella; me jalaba la mano. Nunca se mostró
agresiva y me tuvo paciencia”, comenta Ortiz Hernández. Esa fue una mala
experiencia para ella, de las que hubo muy pocas, y por supuesto también fue
testigo de grandes momentos como el campeonato de Pumas ganado en 1991 por el
equipo de futbol soccer o los dos consecutivos de los Cóndores, de futbol
americano, en 1990-1991.
Fue
la primera en tener como su hogar permanente la Universidad Nacional. Ahora, su
muerte obliga al nostálgico recuerdo de la compañera que se ha ido físicamente.
Ya fue cremada y a pocos días de su partida ya se le extraña.
Cuando su cansado cuerpo la obligó al retiro cedió el paso a la joven
Miztli. Ambas vivieron juntas durante dos años –aunque nunca compartieron su
espacio de estancia– en un albergue ubicado en el Centro de Enseñanza Práctica
e Investigación en Producción y Salud Animal, ubicado en Topilejo, Distrito
Federal.
Toshka falleció en las instalaciones universitarias alrededor de las
20:00 horas del pasado 21 de abril. Tres días antes de su deceso una
pancreatitis, que derivó en diabetes
mellitus cetoacidótica aguda, la llevó hasta el último suspiro. Fue cremada
cuatro días después y sus cenizas descansan en la FMVyZ de la UNAM.
Su peso era de aproximadamente 65 kilos y su dieta consistía en carne
de res, pollo y en ocasiones comía pescado o carne de caballo. El nombre
científico de su especie es felis
concolor.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Falleció
Toshka, la mascota de la Universidad Nacional, la hembra puma que llegó domada
en 1990, con dos años de edad, procedente del Zoofari, criadero-zoológico
ubicado en Taxco, Guerrero.
FOTO 02
Toshka será
recordada por dar sentido de pertenencia, pues recorrió casi todos los campus y
fue testigo de fotografías de generación. Con su belleza y majestad engalanó
los más grandes eventos deportivos.