Boletín UNAM-DGCS-329
Ciudad Universitaria
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del boletín
OTORGA UNAM BECAS A JÓVENES INDÍGENAS
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La Universidad Nacional inauguró un
sistema de becas integrales, que sean entregadas a 50 estudiantes de etnias
como la mixteca, purépecha, mixe, triqui y náhuatl
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Se dedican a áreas tan disímbolas como
ingeniería mecánica, química, civil o en computación
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La materia que da nombre al proyecto se
imparte en 11 facultades y escuelas y en dos planteles del CCH, con más de mil
alumnos, reveló José del Val Blanco, coordinador del PUMNM
Francisca Román
Matías, Jorge Hernández Torres y Efrén Govea Manzo son tres de los beneficiados
por el programa de becas para jóvenes de pueblos indios auspiciados por el
Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMNM). Sus carreras:
psicología, ingeniería mecánica y economía, en quinto, sexto y octavo
semestres, respectivamente.
Con ello, la
UNAM no sólo quiere respetar la singularidad de sus estudiantes indígenas, sino
reconocerla y estimularla. En ese sentido, a partir del semestre 2005-2, 50
escolares de las etnias mixteca, purépecha, mixe, triqui, náhuatl, mazahua,
tzotzil, zapoteca, cho’l, otomí, tzeltal, mazateca, totonaca, chinanteca,
chocholteca y tepehua inauguran este sistema de becas integrales.
Los tres
jóvenes tienen mucho en común: los mueve su deseo de superación, de prepararse,
aprender, ayudar a sus comunidades y motivar a otros jóvenes indígenas a que,
como ellos, cursen una carrera y contribuyan con su trabajo al desarrollo del
país.
En ello se distingue su anhelo por formarse; por ejemplo, Francisca Román
estudia en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza. Nació en el rancho Vara
Negra, cerca de Atoyac, Veracruz, donde aprendió náhuatl, aunque ahora casi no
lo habla. Llegó con su familia, con la que vive en Valle de Chalco, debido a
las limitaciones económicas que ya la habían hecho perder a ella y a sus cuatro
hermanos dos años de instrucción.
Al llegar a la
capital y su zona conurbada trabajó un año para ahorrar algún dinero y volver a
las aulas. Desde entonces realiza ambas actividades. Por ello, la beca que le
otorga la Universidad representa un gran apoyo pues le permitirá dejar sus
labores toda la semana o sábados y domingos, y dedicar más tiempo a sus tareas.
A sus 23 años tiene muchas metas más por alcanzar, como seguirse superando.
Son jóvenes
provenientes de Oaxaca, Michoacán, Veracruz, Estado de México, Hidalgo,
Chiapas, Guerrero, Puebla, y de la delegación Milpa Alta, en el DF, quienes a
partir de ahora no sólo cuentan con un sostén económico, sino intelectual. Los
ganadores de los apoyos de la primera convocatoria se integran a una estructura
tutoral.
Contrario a lo
que podría parecer, los estudiantes indígenas de la UNAM se dedican a áreas tan
disímbolas como ingeniería mecánica, química, civil o en computación; derecho,
economía, enfermería, geografía, pedagogía, desarrollo agropecuario,
odontología, psicología, medicina, letras hispánicas, historia, química,
comunicación o ciencia política.
Otro caso: Jorge Hernández nació en el
municipio de Palenque, Chiapas. Su padre es agricultor. De los siete hermanos,
sólo los tres más pequeños, incluido él, han podido ir más allá del nivel
básico (primaria y secundaria).
Cuando la familia decidió apoyarlo se
pensó en la conveniencia de que ingresaran a la UNAM, porque en su estado “se
crean algunos tecnológicos que luego desaparecen”. Así, hace tres años, en lo
que él considera una gran aventura, llegó al centro del país.
“Es un orgullo contar con esta beca
porque hasta ahora había dependido totalmente de mis padres y hermanos, que son
los que me ayudan a pagar la renta, alimentación, útiles y medicamentos. No
trabajo porque me dedico totalmente a estudiar; por eso les agradezco mucho su
apoyo”, reconoció.
El joven universitario habla cho’l, la
lengua de sus padres, y debido a que debió interactuar con otras comunidades
para concluir la primaria, también entiende tzeltal. Desde aquel entonces
quería conocer el funcionamiento de los aparatos, quería ser ingeniero. Además,
le gustan las matemáticas, a diferencia de quienes fueron sus compañeros en el
Colegio de Bachilleres.
Al terminar la
licenciatura en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán piensa cursar una
maestría. En lo laboral, por ahora no puede volver a su tierra, porque no hay
fuentes de empleo adecuadas para aplicar sus conocimientos. Pero en el futuro
desea establecer un taller y emplear a algunos de sus paisanos.
Por último, Efrén Govea, originario de
la colonia indígena de La Cantera, municipio de Tangamandapio, Michoacán, a
pesar de vivir en el DF desde hace muchos años, mantiene una estrecha y
continua relación con su comunidad, con la cual, dice, tiene una
responsabilidad histórica. De hecho, el futuro economista participó hace un mes
en el proceso de elección de autoridades comunales.
Desde el bachillerato no olvida el
propósito de ayudar a su gente. Ahora trabaja en un proyecto para crear una
enlatadora de guacamole y en la comercialización directa del aguacate que
beneficie a los pobladores. También en un plan de desarrollo comunal.
Su trabajo de
tesis, en cuyo avance contribuye la beca, se enfoca a la regeneración de
manantiales y captación de agua potable en la meseta purépecha. “Quiero que sea
un proyecto multidisciplinario y crear una metodología aplicable a otras comunidades”,
indicó.
Siempre quise estudiar en la UNAM. Por
fortuna, afirmó, nunca ha sido discriminado, debido, quizá, a que jamás ha
negado su origen y no olvida su lengua, la cual lleva consigo en casetes de
música y libros, y mediante una página de Internet en purépecha.
Se estima que
la cobertura de educación superior para los aborígenes mexicanos apenas llega a
3 por ciento. En la Universidad su presencia es disfrazada, “porque mientras la
autodescripción de decir ‘soy indígena’ signifique que ‘soy menos’, se niega el
origen y la lengua.
Hasta ahora no
hay documentos que indiquen la adscripción étnica de los alumnos, por lo que se
pretende modificar esa situación”, aseveró José del Val Blanco, coordinador del
PUMNM.
Con este Programa se les asignará un
tutor que dará seguimiento a los alumnos en sus problemas cotidianos, además de
que tendrán un responsable académico en sus carreras respectivas. El objetivo
es acompañarlos de forma permanente, de modo que por ninguna circunstancia
abandonen sus estudios.
Por su parte, Evangelina Mendizábal,
coordinadora docente del Programa, destacó que durante el proceso de selección
de los becarios “nos encontramos con la gran sorpresa de que todos los
participantes tenían altos promedios”.
A esos jóvenes,
muchos de ellos preocupados por el rescate de sus lenguas, se les presenta la
posibilidad de ser los representantes indígenas dentro de la Universidad,
quienes abren nuevos caminos, no sólo en el país, sino en todo el continente,
reveló.
Si bien a través de la historia la
Universidad Nacional ha tenido un papel significativo en el conocimiento y
difusión de las culturas mexicanas y sus miembros han desempeñado un rol
fundamental en el desarrollo de un clima de tolerancia y respeto cultural en
nuestro país, es necesario avanzar sustantivamente en estas tareas, que hoy
exigen un redoblado esfuerzo hacia la cristalización de la nación democrática,
equitativa y moderna a la que aspiramos todos, y el PUMNM contribuye a ello.
La Universidad
Nacional creó recientemente el PUMNM para impulsar la vinculación de los
esfuerzos intelectuales, metodológicos y técnicos de las personas y grupos que
trabajan temas relacionados con la composición multicultural indígena de la
sociedad mexicana.
Su coordinador
aseveró que este proyecto, dependiente de la Coordinación de Humanidades, no
sólo toca un tema específico por su importancia, sino que impulsa y amplía la
discusión sobre las comunidades étnicas en el contexto universitario y más allá
de sus espacios.
Asimismo, la
planeación y apoyo del desarrollo de actividades de investigación, formación,
extensión y documentación en estas áreas, pues México posee un carácter
multicultural; es decir, se sustenta originalmente en la presencia de los
colectivos autóctonos, aunque no se resume sólo a ellos, añadió José del Val.
Hasta
ahora, los especialistas habían hecho un aporte sustantivo al conocimiento de
tal problemática, como Miguel León Portilla o Alfredo López Austin. Sin embargo,
consideró, la mayoría fueron trabajos individuales o independientes. Ante ello,
la Universidad advirtió la necesidad de desarrollar una actividad sistemática
de conjunto, referida a la situación de estas poblaciones.
Su conformación
obedeció a la búsqueda de ser fiel a sus principios y compromisos que la
definen y le señalan la responsabilidad de orientar el conjunto de sus
actividades para la solución de los grandes problemas nacionales, refirió.
Los
primeros frutos
El PUMNM se
creó por acuerdo el 2 de diciembre de 2004 Tras su conformación ha tomado
varios rumbos, según explicó su responsable. El primero, fundamental, es el de
docencia en los niveles de bachillerato y licenciatura.
De ese modo,
dijo Del Val Blanco, “se generó un modelo de seminario que fuera útil para las
diferentes carreras, que fuera trans e interdisciplinario”. Se creó la materia
México Nación Multicultural, que se imparte en 11 facultades y escuelas y en
dos planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades. En la actualidad más de
mil de alumnos la cursan.
El objetivo,
abundó el funcionario, es que cada especialidad genere su propia dinámica con
respecto a estos temas, pues, por ejemplo, no existían asignaturas sobre
derechos, economía o sociología de los pueblos indígenas en algunas facultades.
Otro fin es
acrecentar el nexo de la Universidad con esos segmentos, tanto en el ámbito
nacional como extranjero, para lo cual se realizó una primera reunión con
líderes autóctonos del continente, quienes deliberaron acerca del papel de las
instituciones de educación superior en relación con sus comunidades,
concluyendo que no deben hacerse universidades segmentadas para esos sectores,
sino interculturalizar las nacionales, es decir, incorporar en ellas su
conocimiento.
Este año se
realizará una reunión de seguimiento y, al mismo tiempo, un primer encuentro de
asociaciones mexicanas vinculadas a esta problemática, pues “queremos que las
organizaciones indígenas consolidadas tengan voz e interlocución directa con la
Universidad Nacional”, informó.
Otra área a
desarrollar es el servicio social profesional hacia estas poblaciones; también
inició un proyecto de evaluación del sistema de radiodifusión indigenista con
pasantes y profesores de comunicación, trabajo que derivará en una propuesta de
transformación, modificación o adecuaciones del mismo, precisó.
Durante enero y
febrero pasados se visitaron las cinco Radiodifusoras Culturales Indígenas en
donde los prestadores de servicio social y prácticas profesionales llevarán a
cabo los trabajos de investigación que se determinaron.
Las comunidades
fueron: Zongolica, Veracruz; Cardonal, Hidalgo; Cuetzalan, Puebla; Guelatao,
Oaxaca, y Tancanhuitz de Santos, San Luís Potosí, en donde se ubican
radiodifusoras de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas (CDI).
Se pretende
convocar a los presidentes municipales de los pueblos indios de México para
establecer un acuerdo de trabajo, de forma que el servicio social satisfaga
mayores necesidades. El objetivo central de esta casa de estudios es formar a
los profesionales que resuelvan los grandes problemas nacionales, sostuvo José
del Val.
Al mismo
tiempo, el PUMNM fomenta diversos temas de investigación, señaló. Se piensa en
la posibilidad de establecer una red de especialistas de la multiculturalidad
en la Universidad, ver cómo se puede trabajar y plantear proyectos colectivos
inter y transdisciplinario “para afrontar los grandes retos de México, como la
construcción de una sociedad culturalmente democrática”.
Recalcó que el
Programa tiene la tarea de informar a los universitarios las implicaciones de
un plan de difusión y editorial. La colección La Pluralidad Cultural en México,
coordinada por él mismo y cuyo proyecto editorial está a cargo de Juan Mario
Pérez Martínez, consta de siete ejemplares hasta el momento.
Esta colección, con obras como “Los
Pueblos Indígenas de México. 100 Preguntas”, de Carlos Zolla y Emiliano Zolla
Márquez; o “Interculturalismo y Justicia Social”, de León Olivé, se ha
publicado con el apoyo de entidades como el Centro de Investigaciones
Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, Dirección General de
Publicaciones y Fomento Editorial, y PUMNM.
Cuatro títulos
se encuentran en proceso de edición y el Plan de Trabajo 2005 del Proyecto
Editorial contempla la salida de por lo menos 10 títulos más de docentes e
investigadores como Héctor Díaz Polanco, Carlos Zolla, Carlos Montemayor y Luz
María Montiel, están en elaboración.
En coordinación con el Departamento de
Publicaciones Electrónicas de la DGSCA, se ha construido la revista electrónica
Aprendizaje y Enseñanza de Lenguas Indígenas (AELI). Actualmente se puede
acceder al sitio en construcción (www.aeli.unam.mx). Se busca el inicio de
consultas a partir de mayo, una vez que el comité editorial haya aprobado los
artículos a aparecer.
También,
concluyó José del Val, en el Programa se tocan otros temas. Se incorporará el
tema de la población de origen africano en México, ausente en la discusión
nacional. “Tengamos en cuenta que entraron más de 100 negros por cada español y
se mezclaron, están ahí. Ese sector tiene implicaciones culturales y
diversidades específicas que hay que reconocer y evaluar”.
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José del Val, coordinador del PUMNM
de la UNAM, aseveró que este proyecto impulsa y amplía la discusión sobre
las comunidades étnicas en el contexto universitario y más allá de sus espacios.
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Francisca Román
Matías, Jorge Hernández Torres y Efrén Govea Manzo son tres de los 50 jóvenes
indígenas que han recibido una beca del Programa Universitario México Nación
Multicultural.