06:00 hrs.  17 de Abril  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-304

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

 

OTORGAN A MIGUEL LEÓN-PORTILLA EL PREMIO TLAMATINI

 

 

El Investigador emérito de la UNAM, Miguel León-Portilla, recibió el Premio Tlamatini que otorga la Universidad Iberoamericana (UIA), campus Ciudad de México, a las personas que con su voluntad, quehacer y talento hacen aportaciones importantes a la educación en nuestro país.

 

Al recibir el reconocimiento, León-Portilla expuso que la formación es la clave para el desarrollo de los pueblos y la que puede salvar a nuestra nación, heredera de la estirpe mediterránea y mesoamericana.

 

Sin embargo, advirtió, el país se ha ido entrampando, y hoy está inmerso en el caos. Los partidos políticos y las cámaras no logran consensos y tal parece que lo único que les interesa es su conveniencia y no el bien nacional, expresó.

Ante el rector de la UIA, José Morales Orozco, el historiador aseveró que estos actores políticos tampoco han sido capaces de resolver el problema indígena.  El pueblo, dijo, debe reaccionar frente a los partidos y tratar de obligarlos a reflexionar y asumir su papel.

 

El profesor por casi cincuenta años en la Universidad Nacional proclamó que pertenece al “partido de la UNAM”, pues no desea estar fragmentado, “quiero ser mexicano íntegro. Ojalá que encontremos un camino para que el funcionamiento político no sea un caos, pleitos constantes y se legisle para bien de México”.

 

Señaló que esta casa de estudios es el gran baluarte de la nación, donde está lo “más fino de las neuronas del país. Allí es donde se forma la gente que va a dirigir a nuestra sociedad; está el hervidero de las ideas; donde se desarrolla la más amplia y honda investigación”.

 

Manifestó pesar por las vejaciones que sufren los compatriotas que radican en Estados Unidos, quienes envían miles de millones de dólares, y preguntó al público asistente en la sede de la UIA si es nuestro destino ser vendedores de mano de obra barata o herederos de esas dos grandes raíces de las cuales viene el ser de México.

 

León-Portilla resaltó el hecho de que una universidad privada reconozca su labor de docencia con este premio y como una situación curiosa narró que en su tesis de doctorado estudió la figura de Tlamatini: “el que sabe” en los textos en náhuatl, por lo que fue él quien la dio a conocer.

 

Consideró que un investigador debe impartir clases, pues necesita estar en contacto con la gente joven, estimularse con las preguntas que le hacen, e ir al día en los avances en la materia que se ocupa

 

El director de Cooperación Académica de la Universidad Iberoamericana, Luis Núñez Gornés, presentó el currículo de León Portilla, quien más allá de sus estudios universitarios en Ciencias Sociales, Historia y Filosofía en México y en el extranjero, se ha significado por su entrega a la defensa de las comunidades indígenas y de la cultura de las mismas, no sólo en el ámbito nacional, sino internacional.

Sus trabajos, se reseñó, han permitido a los mexicanos y al mundo entero conocer de cerca la vida de nuestros antepasados, sus lenguas, sus tradiciones y costumbres, lo que le ha llevado a merecer el reconocimiento de diversas universidades de México y el extranjero que le han otorgado el Doctorado Honoris Causa.

 

Cincuenta años de investigación incansable lo han llevado a una rica producción editorial. Son muestra de ello los más de 80 libros especializados de los que es autor, algunos de ellos leídos por millones de personas y traducidos a más de 15 lenguas, entre las que se incluye el polaco, serbocroata, sueco, húngaro, japonés y hebreo, como es el caso de su obra cumbre: “Visión de los Vencidos. Relaciones Indígenas de la Conquista”.

 

Su tesis doctoral “La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes”, ha tenido repetidas ediciones y ha sido traducida al inglés, francés, alemán y ruso.

 

Se ha destacado en la academia formando generaciones de mexicanos y extranjeros en las lenguas y culturas de México. Es profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM desde 1957; investigador emérito y director del Instituto de Investigaciones Históricas de la misma Universidad; investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores desde 1996 y ha sido profesor de historia y antropología en la Universidad Iberoamericana.

 

Cuenta entre los múltiples premios, reconocimientos y homenajes, por mencionar sólo algunos de los más de 50 que ha recibido, con diversas becas –como la Guggenheim y la Fullbright–, el Premio Nacional de Historia, Filosofía y Ciencias Sociales; Cronista de la Ciudad de México; Commendatore de la República Italiana, y miembro de honor ad vitam de la American Historical Association.

 

También obtuvo el Premio Universidad Nacional; Premio Elías Sourasky, de la Secretaría de Educación Pública; la Presea Manuel Gamio al Mérito Indigenista; Medalla Belisario Domínguez concedida por el Senado de la República; el Premio Bartolomé de las Casas, otorgado por el Príncipe de Asturias, España, y la imposición del nombre Miguel León-Portilla a la cátedra de estudios mexicanistas de la Universidad de Amberes, Bélgica.

 

El doctor León-Portilla es además miembro de más de 30 importantes instituciones académicas, entre las que destacan el Colegio Nacional, la Academia Mexicana de la Lengua, la Real Academia Española, la National Academy of Sciences de Estados Unidos y la Academia Mexicana de Historia de la que fue director. También sirvió a México como embajador ante la UNESCO.

 

El reconocimiento Tlamatini, “el que sabe” en náhuatl, es una obra  original realizada a mano en cristal y diseñada por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.

 

El Fomento de Investigación y Cultura Superior A.C. (FICSAC), que es el Patronato de la Universidad Iberoamericana, instituyó este premio desde 1996.

 

Otras personalidades a las que se ha otorgado el galardón son: Adolfo Patrón Luján, Guillermo Soberón Acevedo,  Lorenzo Servitje Sendra, Manuel Ignacio Pérez Alonso, Ángel Losada Gómez, Antonio Fernández Rodríguez y Sylvia Irene Schmelkes del Valle.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01

 

El Investigador emérito de la UNAM, Miguel León-Portilla, recibió –de   manos de Clemente Serna Alvear, presidente de FICSAC– el Premio Tlamatini que otorga la Universidad Iberoamericana (UIA), por sus aportaciones a la educación en nuestro país.

 

 

FOTO 02

 

La formación es la clave para el desarrollo de los pueblos y la que puede salvar a nuestra nación, heredera de la estirpe mediterránea y mesoamericana, refirió el investigador emérito de la UNAM, Miguel León-Portilla.