16:30 hrs.  12 de Abril  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-291

Polyforum Siqueiros

 

Pies de foto al final del boletín

 

NINGUNA DEMOCRACIA CONTROLA LA RELACIÓN ENTRE DINERO Y COMPETENCIA POR EL PODER: ALONSO LUJAMBIO

 

·        Si no involucramos a la ciudadanía en las reformas pendientes, será difícil conseguirlas, destacó el perredista Demetrio Sodi

·        El panista César Jáuregui dijo que la transparencia y la fiscalización sólo deben buscar la eficacia en la democracia

·        El priista José Alberto Aguilar indicó que la ciudadanía es el actor central en la toma de decisiones del rumbo de lo público

·        Jonathan Davis, presidente de la CNBV, reconoció que hay una percepción equivocada de la sociedad en cuanto a quién es el dueño y el custodio del secreto bancario

·        Participaron en la última mesa del Coloquio Transparencia y Rendición de Cuentas en las Campañas Electorales

 

 

Ninguna democracia en el mundo ha logrado controlar la relación imprescindible, necesaria y muchas veces perversa entre el dinero y la competencia por el poder destacó el especialista Alonso Lujambio.

 

Al participar en el Coloquio Transparencia y Rendición de Cuentas en las Campañas Electorales, organizado por la UNAM, el Instituto Federal Electoral (IFE), Transparencia Mexicana y Grupo Reforma, habló de la necesidad de trabajar en aspectos como el monitoreo de gastos, la transparencia, la posibilidad de presentar denuncias anónimas, los instrumentos de investigación y el secreto bancario.

 

Destacó el académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México que en América Latina sólo cuatro países verifican sus erogaciones: Ecuador, Panamá, Paraguay y México. Pero no todos los recursos se pueden fiscalizar –si acaso spots en prensa, radio y televisión–, pero no el clientelismo político (dar despensas, plumas y demás objetos).

 

En el Polyforum Siqueiros, el senador perredista Demetrio Sodi advirtió que si no avanzamos en aspectos como regular las campañas, controlar los recursos y la transparencia es porque no todos coinciden. “Es más, quienes estamos de acuerdo somos la minoría”.

 

Recordó que hace cuatro años se presentó una iniciativa de consenso entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado de la República en todos estos temas, pero al final se detuvo por los intereses creados.

 

Dijo que si no involucramos a la ciudadanía en las reformas pendientes, será difícil conseguirlas, porque los grupos de poder no permiten su avance. “El reto para quienes consideramos que no habrá una democracia real mientras no haya una apertura en la competencia electoral, es una mayor cercanía con la población”.

 

A su vez, César Jáuregui, senador por el PAN, comentó que la fiscalización, la transparencia y la rendición de cuentas sólo deben buscar la eficacia en la democracia, desafío que en nuestro país se han planteado los partidos políticos desde hace mucho tiempo.

 

Debemos, apuntó, buscar que la transparencia se dé a cabalidad. Por ello, es necesario inhibir la comisión de actos ilícitos. Tenemos que plantearnos la evolución, porque nuestro régimen no es una fotografía, sino un proceso que va cambiando.

 

Reveló que un estudio de la Organización de las Naciones Unidas mostró que en 2003 cada voto costó a los mexicanos 14.5 dólares, lo que ubicó al país en el tercer lugar de los más costosos, sólo después de Camboya y Angola.

 

 

En la cuarta mesa “Propuestas para la transparencia y las campañas electorales” –moderada por Andrés Albo, miembro del IFE–, el diputado priista José Alberto Aguilar indicó que hablar de transparencia es referir la posibilidad de que la ciudadanía sea realmente el actor central en la toma de decisiones del rumbo de lo público.

 

Éste es uno de los elementos que ha determinado que nuestro sistema electoral haya considerado el financiamiento público como pieza esencial de su funcionamiento, con el fin de garantizar que el espacio de la política continúe siendo común.

 

Resaltó que la ciudadanía se siente alejada de los procesos institucionales, por lo que tenemos que trabajar en la claridad para que se esté cada vez más cerca de ella.

 

A su vez, Jonathan Davis, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), habló del papel de este organismo en los procesos electorales y en cualquier otro en el que haya información de por medio que se tenga que proveer.

 

Esta Comisión, explicó, no posee la información que nos es requerida, la de los clientes, ya sean personas físicas o morales; está en las bases de datos de las instituciones financieras del país, en los bancos, en las casas de cambio y de bolsa. Nosotros no tenemos acceso a ella, más que para fines de supervisión.

 

Reconoció que hay una percepción equivocada de la sociedad en cuanto a quién es el dueño y el custodio del secreto bancario. Los resguardos, por lo menos que a nosotros competen, están normados en las leyes  especiales financieras que tenemos.

 

Al concluir las mesas de discusión, los integrantes de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez; de la UNAM, Antonio Carrillo; del IFE, Eduardo Guerrero, y de Reforma, Miguel Treviño, hicieron una relatoría de las aportaciones hechas por los participantes en el Coloquio, realizado el 11 y 12 de abril de este año.

 

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FOTO 1.

 

Alberto Aguilar, Alonso Lujambio, Demetrio Sodi y César Jáuregui durante la mesa “Propuestas para la transparencia y las campañas electorales”, del Coloquio Transparencia y Rendición de Cuentas en las Campañas Electorales.

 

 

FOTO 2

 

Andrés Albo, Alberto Aguilar, César Jáuregui, Demetrio Sodi, Jonathan Davis y Alonso Lujambio durante la última mesa del Coloquio Transparencia y Rendición de Cuentas en las Campañas Electorales, organizado, entre otros, por la UNAM.