06:00 hrs.  27 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-229

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

INVESTIGAN, EN LA UNAM, SI LA PROGESTERONA  DISMINUYE  CRISIS CONVULSIVAS POR EPILEPSIA

 

·        Informó Ignacio Camacho Arroyo, coordinador del proyecto de la Facultad de Química

·        Es una hormona y sus metabolitos, involucrados en la regulación reproductiva de la mujer

·        Los resultados alcanzados hasta el momento han sido alentadores; no obstante, advirtió, es necesario realizar más análisis y estudiar si hay efectos secundarios al administrarse

 

Con inyecciones de progesterona, científicos de la UNAM tratan de espaciar la frecuencia de la aparición de convulsiones epilépticas, así como de atenuar su intensidad y retrasar su aparición, informó Ignacio Camacho Arroyo, de la Facultad de Química.

 

El investigador explicó que realizan pruebas de esta sustancia,  que hasta el momento han arrojado resultados alentadores, aunque fue categórico al señalar que aún hay análisis por llevar a cabo y poder revisar si es que produce efectos secundarios.

 

Se aplican microinyecciones de progesterona –una hormona involucrada en la regulación reproductiva de la mujer: mantiene el embarazo e interviene en la ovulación y conducta sexual femenina– y sus metabolitos –elementos usados durante el metabolismo–, en particular de la 3a5atetrahidroprogesterona, en la formación reticular, una región del tallo cerebral de las ratas relacionada con episodios convulsivos, añadió el coordinador de esta investigación.

 

La epilepsia, explicó Camacho Arroyo, es un padecimiento neurológico crónico, de origen diverso, caracterizado por la presencia de crisis recurrentes, las cuales tienen repercusiones en los movimientos del individuo e, incluso, en su estado de conciencia.

 

Es grave y frecuente: se calcula que entre 1 y 1.5 por ciento de la población mundial la presenta; en México la proporción es similar. Por ello, dijo, es importante investigar diferentes ángulos de este padecimiento. Se estima que entre 20 y 25 por ciento de los afectados es refractario a los tratamientos existentes. Por ello, es relevante analizar y proponer nuevos medicamentos.

 

A decir del especialista, hay dos tipos de episodios epilépticos: generalizados, que involucran cambios en la actividad motora de todos los músculos de la persona, movimientos musculares rápidos e intensos y pérdida de conciencia; dentro de ellas el individuo puede no manifestar cambios en su actividad motora, simplemente se queda mirando al vacío por variaciones en la actividad eléctrica cerebral.

 

Otras son parciales, que, a su vez, se han dividido en simples y complejas: la diferencia es que en el segundo caso hay pérdida de conciencia y en el ámbito motor algunos ligamentos se ven afectados, precisó.

 

Indicó que los estudios sobre el nuevo compuesto revelaron efectos en diferentes funciones del Sistema Nervioso Central: en mecanismos de la memoria, aprendizaje, sueño, crecimiento de tumores cerebrales, y protección al daño y excitabilidad neuronal. “Es realmente este último punto el que enlaza progesterona con epilepsia, porque las crisis de esta última se producen con la alteración de las neuronas”.

 

Los resultados con su uso en las investigaciones fueron alentadores; no obstante, sugirió, es necesario realizar más análisis para tratar de implementar una terapia anticonvulsiva basada en estos desarrollos, y estudiar si hay efectos secundarios al administrarlos.

 

 

 

 

 

Asimismo, reveló, falta por conocer aspectos relacionados con los mecanismos de acción de los metabolitos, saber si se produce el mismo efecto en diferentes modelos de epilepsia como el de crisis generalizadas o sólo en algunos; asimismo, si puede tener alteraciones anticonvulsivas o sólo a través de ellos.

 

También si en los ratones machos tienen las mismas secuelas que en las hembras. “Por lo general se ha asociado la progesterona como una hormona femenina, pero los hombres también la tienen, aunque en menor cantidad”, consideró.

 

Posteriormente, deberían diseñarse medicamentos parecidos a dichos metabolitos. Además, estudiar de forma sistemática la relación entre esa enfermedad y el uso de fármacos anticonceptivos, tanto orales como inyectables, sentenció.

 

“A largo plazo se busca trazar una estrategia terapéutica diferente a las actuales. Contar con una alternativa aumenta la probabilidad de que los pacientes tengan un mejor nivel de vida”, concluyó el especialista.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01.

 

Ignacio Camacho Arroyo, de la Facultad de Química de la UNAM, señaló que entre 20 y 25 por ciento de la población que padece epilepsia es renuente a los tratamientos actualmente existentes contra esa enfermedad.

 

 

FOTO 02

 

Un estudio de la Facultad de Química de la UNAM reveló que uno de los metabolitos de la progesterona disminuye de manera importante tanto el número de crisis convulsivas causadas por la epilepsia como la intensidad de las mismas, además de retrasar su aparición.