Boletín UNAM-DGCS-227
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
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Así lo precisó Daniel Rodríguez Velázquez, profesor de la Facultad de
Arquitectura de la UNAM
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Se ha manifestado como uno de los problemas
más graves que aquejan a los mexicanos; de hecho, hay consenso para que la Ley Federal
de Vivienda sea reformada
Para hacer frente al déficit
de vivienda es prioritario que los organismos nacionales relacionados con el
tema redefinan su papel, lo que debe contemplar la reforma a la Ley Federal de Vivienda de
1984, aspecto en el que se ha logrado establecer consenso, si es que realmente
se quiere que responda a las necesidades actuales y futuras del país.
Así lo señaló el
profesor de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, Daniel Rodríguez Velázquez, al precisar que, de acuerdo con el censo de 2000,
México mantiene un rezago estimado de 4.2 millones de moradas. Tan sólo en el
Distrito Federal la escasez es de aproximadamente 400 mil casas–habitación.
Este problema se ha manifestado como uno
de los más graves que afligen a la sociedad mexicana. El crecimiento
desproporcionado de la demanda residencial, frente a una oferta cada vez más
reducida de la misma, constituye la consecuencia inevitable de los principales
determinantes de la presión inmobiliaria, los cuales van desde desigualdad en
la distribución del ingreso, limitaciones de financiamiento a los sectores
mayoritarios y excesiva regulación, hasta la baja rentabilidad de la inversión
privada, explicó.
El especialista en urbanismo,
quien trabaja en la
elaboración de una nueva normatividad que habrá de discutirse en la Comisión de
Vivienda de la Cámara de Diputados, refirió que la infraestructura construida
durante la actual administración se complementa con inversión privada y fondos
o retenciones de los patrones inscritos en los organismos de seguridad social.
Afirmó que dichos programas no son suficientes
y se desaprovecha una clara oportunidad para reactivar el mercado y las
actividades financieras; ante ello, las entidades relacionadas –como Infonavit,
Fovissste y sociedades hipotecarias– deben fortalecer su esfuerzo.
El también profesor de la
Escuela Nacional de Trabajo Social llamó a que incluso las disposiciones
técnicas, reglamentarias y jurídicas para atender al campo se reformen, pues,
dijo, ninguna de las leyes actuales considera la vivienda rural e indígena como
espacio para apoyar las faenas agrícolas y forestales, aspectos esenciales
dentro de la lógica del bienestar social.
Para cubrir el rezago
habitacional se requiere de una política nacional con visión de mediano y largo
plazos, que considere la homologación de criterios y directrices de estos
organismos y actúe de forma coordinada con la participación de las entidades
estatales y las instituciones financieras, poniendo especial énfasis en
satisfacer los apremios de las familias de menores recursos, precisó.
Para hacer de este sector un
detonante del fomento a la actividad económica y se haga posible la edificación
de más casas–habitación en los próximos años, el Estado debe asumir un papel
más activo, que impulse el desarrollo comercial y coadyuve a una mejor
distribución de la riqueza y el bienestar social, indicó Rodríguez Velázquez.
La necesidad residencial de México involucra a
los créditos de nuevos complejos; estos, por el crecimiento de la población,
desdoblamiento de familias y, por otro lado, déficit y deterioro, “son los
componentes que ubican la orientación política” en este rubro, expresó.
Por otro lado, el catedrático universitario, aseguró que otro de los problemas sin solución es el arrendamiento. Se calcula que, sea de manera formal o informal, cerca de la quinta parte del parque habitacional existente es vivienda bajo renta. Buena parte de ella, concluyó, no está en un mercado regulado conforme a las condiciones legales porque los propietarios no quieren incorporarse al régimen fiscal.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
Hay consenso para
que la Ley Federal de Vivienda de 1984 se reforme y responda a las necesidades
actuales del país, expresó el especialista en urbanismo de la UNAM, Daniel
Rodríguez Velázquez.
FOTO 2.
De acuerdo con el
censo poblacional del 2000, México mantiene un déficit estimado en 4.2 millones
de viviendas, señaló el profesor de la ENTS y urbanista de la UNAM, Daniel
Rodríguez Velázquez.