06:00 hrs.  26 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-227

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

FUNDAMENTAL, ABATIR EL DÉFICIT HABITACIONAL DE MÉXICO

 

·        Así lo precisó Daniel Rodríguez Velázquez, profesor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM

·        Se ha manifestado como uno de los problemas más graves que aquejan a los mexicanos; de hecho, hay consenso para que la Ley Federal de Vivienda sea reformada

 

Para hacer frente al déficit de vivienda es prioritario que los organismos nacionales relacionados con el tema redefinan su papel, lo que debe contemplar la reforma a la Ley Federal de Vivienda de 1984, aspecto en el que se ha logrado establecer consenso, si es que realmente se quiere que responda a las necesidades actuales y futuras del país.

 

Así lo señaló el profesor de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, Daniel Rodríguez Velázquez, al precisar que, de acuerdo con el censo de 2000, México mantiene un rezago estimado de 4.2 millones de moradas. Tan sólo en el Distrito Federal la escasez es de aproximadamente 400 mil casas–habitación.

 

Este problema se ha manifestado como uno de los más graves que afligen a la sociedad mexicana. El crecimiento desproporcionado de la demanda residencial, frente a una oferta cada vez más reducida de la misma, constituye la consecuencia inevitable de los principales determinantes de la presión inmobiliaria, los cuales van desde desigualdad en la distribución del ingreso, limitaciones de financiamiento a los sectores mayoritarios y excesiva regulación, hasta la baja rentabilidad de la inversión privada, explicó.

El especialista en urbanismo, quien trabaja en la elaboración de una nueva normatividad que habrá de discutirse en la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, refirió que la infraestructura construida durante la actual administración se complementa con inversión privada y fondos o retenciones de los patrones inscritos en los organismos de seguridad social.

 

Afirmó que dichos programas no son suficientes y se desaprovecha una clara oportunidad para reactivar el mercado y las actividades financieras; ante ello, las entidades relacionadas –como Infonavit, Fovissste y sociedades hipotecarias– deben fortalecer su esfuerzo.

 

El también profesor de la Escuela Nacional de Trabajo Social llamó a que incluso las disposiciones técnicas, reglamentarias y jurídicas para atender al campo se reformen, pues, dijo, ninguna de las leyes actuales considera la vivienda rural e indígena como espacio para apoyar las faenas agrícolas y forestales, aspectos esenciales dentro de la lógica del bienestar social.

 

Para cubrir el rezago habitacional se requiere de una política nacional con visión de mediano y largo plazos, que considere la homologación de criterios y directrices de estos organismos y actúe de forma coordinada con la participación de las entidades estatales y las instituciones financieras, poniendo especial énfasis en satisfacer los apremios de las familias de menores recursos, precisó.

 

Para hacer de este sector un detonante del fomento a la actividad económica y se haga posible la edificación de más casas–habitación en los próximos años, el Estado debe asumir un papel más activo, que impulse el desarrollo comercial y coadyuve a una mejor distribución de la riqueza y el bienestar social, indicó Rodríguez Velázquez.

 

La necesidad residencial de México involucra a los créditos de nuevos complejos; estos, por el crecimiento de la población, desdoblamiento de familias y, por otro lado, déficit y deterioro, “son los componentes que ubican la orientación política” en este rubro, expresó.

 

Por otro lado, el catedrático universitario, aseguró que otro de los problemas sin solución es el arrendamiento. Se calcula que, sea de manera formal o informal, cerca de la quinta parte del parque habitacional existente es vivienda bajo renta. Buena parte de ella, concluyó, no está en un mercado regulado conforme a las condiciones legales porque los propietarios no quieren incorporarse al régimen fiscal.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

Hay consenso para que la Ley Federal de Vivienda de 1984 se reforme y responda a las necesidades actuales del país, expresó el especialista en urbanismo de la UNAM, Daniel Rodríguez Velázquez.

 

 

FOTO 2.

 

De acuerdo con el censo poblacional del 2000, México mantiene un déficit estimado en 4.2 millones de viviendas, señaló el profesor de la ENTS y urbanista de la UNAM, Daniel Rodríguez Velázquez.