06:00 hrs.  24 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-224

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

AÚN ES FUNDAMENTAL EL USO DEL CABALLO EN MÉXICO

 

·        Para el desarrollo de la sociedad y la economía; en las labores agrícolas y ganaderas, en la salud, recreo y deporte

·        Afirmó Luis Fernando de Juan Guzmán, profesor de la FMVZ de la UNAM

·        La hipoterapia ha mostrado resultados positivos en niños autistas e hiperactivos, reveló

 

 

El caballo aún tiene gran importancia para el desempeño de diversas labores productivas en el ámbito rural, además de su utilización en los campos de la salud, recreo y deporte en las zonas urbanas, afirmó Luis Fernando de Juan Guzmán, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM. 

 

Resaltó que el uso del caballo en México ha sido fundamental para el desarrollo de la sociedad y la economía: en el medio rural, agregó, sigue siendo útil como medio de transporte, carga o de tiro. En las ciudades se usa en áreas específicas como el deporte (carreras, polo o charrería), recreación e, incluso, para la hipoterapia, la cual ha mostrado resultados positivos.

 

Puso el ejemplo de los niños autistas, incapaces de mostrar afecto hacia sus seres más allegados, que son capaces de abrazar a su corcel; y los menores hiperactivos han conseguido relajación al sentir el trote de los equinos.

 

Sin duda, indicó, este animal es uno de los que más ha contribuido al avance civilizatorio de muchos pueblos, incluido el nuestro, en donde su influencia ha sido determinante desde la Conquista española hasta nuestros días. Muchos de los acontecimientos que han marcado el vínculo histórico entre el hombre y sus cabalgaduras están asociados a guerras y conquistas.

 

Hace 60 millones de años, recordó, el Hiracoterio o Eohipo vagaba por extensas zonas de Europa y América. Luego se extinguió en el viejo continente, mientras que en el nuestro evolucionó hasta convertirse en el Equus o caballo, recordó. Después, a través de puentes terrestres migró a Asia y los que permanecieron en nuestra región sobrevivieron cerca de 10 mil años, para luego desaparecer inexplicablemente.

 

Por ello, cuando arribaron los conquistadores, este animal ya tenía por lo menos unos diez mil años de estar extinto y, por lo tanto, los indígenas no lo conocían, incluso al referirse a él lo describieron como un gran venado sin cuernos y, por supuesto, le temían, comentó.

 

Fue reintroducido al continente en 1519 por Hernán Cortés. De hecho, los españoles lo trajeron con un afán de conquista porque era un arma ofensiva, útil para invadir territorios, precisó.

 

De Juan Guzmán resaltó que sirvió como alimento al hombre del Paleolítico; sin embargo, en el Neolítico fue domesticado con un fin ajeno a la subsistencia, porque para ese propósito ya tenía vacas, cabras, ovejas o cerdos. Desde entonces, se le consideró para las labores cotidianas. Hasta el 1500 a. de C. se comenzó a montarlo.

 

Se le empleó como bestia de tiro, para la guerra, combate y conquista. Luego se convirtió en indicador del estatus de las personas. Prueba de ello, subrayó, es que en la Colonia había pocos ejemplares, los cuales eran propiedad exclusiva de los encomenderos; después, los criollos, mestizos y algunos indígenas de alto rango tuvieron a bien poseerlos para elevarse socialmente e identificarse con la clase dominante.

 

No obstante, también ha servido de inspiración a los creadores para plasmarlo en sus obras. Se le puede advertir en la pintura rupestre y en el imaginario de las culturas asiria, persa, egipcia y china, como figura en la escultura, literatura y en su mitología, dijo.

Nuestro país no es la excepción, está presente en la obra artística nacional e inmiscuido en la literatura, pintura, cine, fotografía, música, en la talavera, barro, lienzos, bordados en ropa como los sarapes, trajes de charro y en todo tipo de accesorios, aseveró.

 

Por ello, conforme se le vayan descubriendo nuevos beneficios, cambiará el interés respecto a su utilización y, en ese sentido, su futuro está asegurado, añadió.

 

En el mundo sigue habiendo zonas rurales donde se seguirá ocupando y urbes en donde no sólo sea empleado para el deporte y la recreación, sino también como opción terapéutica. Asimismo, auguró, es probable que surjan razas nuevas y se preserven las actuales.

 

No obstante, es necesario tener una mayor educación respecto a los cuidados básicos que requiere, no sólo para su bienestar sino para extender su vida útil, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01

 

El caballo es uno de los animales que más ha contribuido a desarrollar la cultura y la civilización de muchos pueblos, afirmó Luis Fernando de Juan Guzmán, profesor de la FMVyZ de la UNAM. 

 

 

FOTO 02.

 

El caballo está presente en la obra artística nacional e inmiscuido en la literatura, pintura, cine, fotografía y música, entre otras, aseguró Luis Fernando de Juan Guzmán, académico de la UNAM.