Boletín UNAM-DGCS-224
Ciudad Universitaria
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final del boletín
AÚN ES FUNDAMENTAL EL USO DEL CABALLO EN MÉXICO
·
Para el desarrollo de la sociedad y la
economía; en las labores agrícolas y ganaderas, en la salud, recreo y deporte
·
Afirmó Luis Fernando de Juan Guzmán,
profesor de la FMVZ de la UNAM
· La hipoterapia ha mostrado resultados positivos en niños autistas e hiperactivos, reveló
El caballo aún tiene gran
importancia para el desempeño de diversas labores productivas en el ámbito
rural, además de su utilización en los campos de la salud, recreo y deporte en
las zonas urbanas, afirmó Luis Fernando de Juan Guzmán, profesor de la Facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
Resaltó que el uso del caballo
en México ha sido fundamental para el desarrollo de la sociedad y la economía:
en el medio rural, agregó, sigue siendo útil como medio de transporte, carga o
de tiro. En las ciudades se usa en áreas específicas como el deporte (carreras,
polo o charrería), recreación e, incluso, para la hipoterapia, la cual ha
mostrado resultados positivos.
Puso el ejemplo de los niños
autistas, incapaces de mostrar afecto hacia sus seres más allegados, que son
capaces de abrazar a su corcel; y los menores hiperactivos han conseguido
relajación al sentir el trote de los equinos.
Sin duda, indicó, este animal
es uno de los que más ha contribuido al avance civilizatorio de muchos pueblos,
incluido el nuestro, en donde su influencia ha sido determinante desde la
Conquista española hasta nuestros días. Muchos de los acontecimientos que han
marcado el vínculo histórico entre el hombre y sus cabalgaduras están asociados
a guerras y conquistas.
Hace 60 millones de años,
recordó, el Hiracoterio o Eohipo vagaba por extensas zonas de Europa y América.
Luego se extinguió en el viejo continente, mientras que en el nuestro
evolucionó hasta convertirse en el Equus o caballo, recordó. Después, a través
de puentes terrestres migró a Asia y los que permanecieron en nuestra región
sobrevivieron cerca de 10 mil años, para luego desaparecer inexplicablemente.
Por ello, cuando arribaron los
conquistadores, este animal ya tenía por lo menos unos diez mil años de estar
extinto y, por lo tanto, los indígenas no lo conocían, incluso al referirse a
él lo describieron como un gran venado sin cuernos y, por supuesto, le temían,
comentó.
Fue reintroducido al
continente en 1519 por Hernán Cortés. De hecho, los españoles lo trajeron con
un afán de conquista porque era un arma ofensiva, útil para invadir
territorios, precisó.
De Juan Guzmán resaltó que sirvió como
alimento al hombre del Paleolítico; sin embargo, en el Neolítico fue
domesticado con un fin ajeno a la subsistencia, porque para ese propósito ya
tenía vacas, cabras, ovejas o cerdos. Desde entonces, se le consideró para las
labores cotidianas. Hasta el 1500 a. de C. se comenzó a montarlo.
Se le empleó como bestia de
tiro, para la guerra, combate y conquista. Luego se convirtió en indicador del
estatus de las personas. Prueba de ello, subrayó, es que en la Colonia había
pocos ejemplares, los cuales eran propiedad exclusiva de los encomenderos;
después, los criollos, mestizos y algunos indígenas de alto rango tuvieron a
bien poseerlos para elevarse socialmente e identificarse con la clase
dominante.
No obstante, también ha servido
de inspiración a los creadores para plasmarlo en sus obras. Se le puede
advertir en la pintura rupestre y en el imaginario de las culturas asiria,
persa, egipcia y china, como figura en la escultura, literatura y en su
mitología, dijo.
Nuestro país no es la
excepción, está presente en la obra artística nacional e inmiscuido en la
literatura, pintura, cine, fotografía, música, en la talavera, barro, lienzos,
bordados en ropa como los sarapes, trajes de charro y en todo tipo de
accesorios, aseveró.
Por ello, conforme se le vayan
descubriendo nuevos beneficios, cambiará el interés respecto a su utilización
y, en ese sentido, su futuro está asegurado, añadió.
En el mundo sigue habiendo zonas rurales
donde se seguirá ocupando y urbes en donde no sólo sea empleado para el deporte
y la recreación, sino también como opción terapéutica. Asimismo, auguró, es
probable que surjan razas nuevas y se preserven las actuales.
No obstante, es necesario tener una mayor
educación respecto a los cuidados básicos que requiere, no sólo para su
bienestar sino para extender su vida útil, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
El caballo es uno
de los animales que más ha contribuido a desarrollar la cultura y la
civilización de muchos pueblos, afirmó Luis Fernando de Juan Guzmán, profesor
de la FMVyZ de la UNAM.
FOTO 02.
El caballo está
presente en la obra artística nacional e inmiscuido en la literatura, pintura,
cine, fotografía y música, entre otras, aseguró Luis Fernando de Juan Guzmán,
académico de la UNAM.